Los partidos políticos españoles y el heavy metal son igual de duros y pesados. Algunos de sus principales líderes igual de carismáticos y con los mismos claroscuros. ¿Qué banda de metal sería cada uno de ellos?

El heavy metal y la política están íntimamente ligados. Ambas cosas se basan en tocar temas muy duros, ponerles melodías para que se traguen mejor, tener un club de fans, convencer sectariamente a otros de que tu banda favorita es mejor que cualquier otra y defender la causa más allá de lo que sería comprensible y justificable, como pasa con los fans recalcitrantes de Manowar.

Así que en la redacción hicimos el sano ejercicio de intentar imaginar qué banda de metal sería cada partido político del arco parlamentario español. Para complicar aún más el asunto, se lo hemos preguntado a ChatGPT y sorprendentemente hemos coincidido bastante en el planteamiento lo cuál dice mucho de ChatGPT o muy poco de nosotros. Lo dejamos abierto a interpretaciones. Sin más dilaciones, este es nuestro contenido basura de hoy.

El PP es Judas Priest

El Partido Popular, conocido por sus políticas conservadoras y su énfasis en la unidad de España y la economía de mercado, podría compararse con Judas Priest, una de las bandas fundadoras del heavy metal. Judas Priest representa la esencia clásica del género, con una larga historia y un profundo respeto en la comunidad del metal, lo cuál desvirtúa un poco la comparativa con el PP, pero bueno. Así como el PP ha sido una figura central en la política española moderna, Judas Priest ha sido fundamental en el desarrollo y popularización del heavy metal, manteniendo una base de seguidores leales a lo largo de los años. Además, ambas bases de seguidores tienen aproximadamente la misma edad: 70 años. Si bien la discografía del PP no está exenta de grandes éxitos («Defenders of the Faith», «You’ve Got Another Escandalo de Corrupción Coming», «Turbo Robber» o «Victim of Bárcenas»), lo cierto es que Judas Priest se han mantenido con más dignidad a lo largo de los años. Eso sí, la pelea frontal entre KK Ayuso y Glenn Feijóo comienza a ser un poco vergonzosa.

El PSOE es Iron Maiden

El PSOE, con su enfoque en la justicia social, la igualdad y sus raíces en el movimiento obrero (en el siglo pasado) puede ser comparado con Iron Maiden. Esta banda es conocida por sus complejas composiciones, letras que frecuentemente abordan temas históricos, sociales y políticos, y una habilidad para renovarse mientras mantiene su identidad. Si bien han tenido grandes discos con Felipe Di’Anno o Jose Luís Rodriguez Bayley, no ha sido hasta el retorno del denostado Pedro Dickinson, con su privilegiada voz y sus cantos de sirena, que el partido ha logrado volver a llenar estadios como antaño. Aunque sus discos no hay por donde cogerlos y difícilmente siguen el programa, en directo siempre son apuesta segura. Tuvieron algunos momentos graves («No Prayer for the GAL», «The ERE Factor», por ejemplo) pero supieron reinventarse tocando los éxitos de siempre a la vez que editaban nuevos trabajos que a nadie le importaban excepto a los fans.

Además, Bruce Dickinson y Pedro Sánchez tienen una similar debilidad por usar aviones para ir a conciertos. Iron Maiden, al igual que el PSOE, ha demostrado su capacidad para adaptarse a los cambios a lo largo de los años sin perder su esencia fundamental, más o menos.

Sumar es Bon Jovi

El grupo más nuevo y exitoso de la escena política española, se basa casi exclusivamente en la sonrisa de Jon Bon Yoli. Hecho a medida de un público deseoso de creer, sus políticas se basan en mejorar el mercado de trabajo español («You Give Empresarios a Bad Name»), la transición ecológica («Keep the Faith») y apelar a un público femenino mucho más proclive al fanatismo y a comprar discos y entradas sin pensarlo demasiado, tan solo porque Bon Yoli les parece simpática. Sin embargo, pese a toda la naturalidad impostada, detrás de todo hay una campaña comercial más medida que cuando Jon Bon Jovi escogió las canciones de «Slippery When Wet» pidiendo su opinión a cien adolescentes aleatorios y tomando notas.

Vox es Manowar

Vox, conocido por su nacionalismo español, su postura conservadora de ultraderecha en varios temas sociales y su llamado a un retorno a ciertos valores tradicionales, sería Manowar. Esta banda de heavy metal es famosa por sus letras épicas que glorifican el valor, el honor y la tradición, así como por su música potente y agresiva. Manowar y Vox comparten una apelación a la grandeza y a la fuerza de sus respectivas «tribus» o comunidades, aunque sus mensajes y medios de expresión sean muy diferentes. Si bien el discurso de Santiago Abascal se sustenta con la misma firmeza que el de Joey DeMaio eso no evita que mediante la manipulación más burda de la información consigan el fervor de miles de fans con un coeficiente intelectual equiparable a la temperatura ambiente.

Unidas Podemos es Rage Against the Machine

Su compromiso con las causas sociales y políticas los convierte en una buena analogía para Unidas Podemos. Esta coalición de izquierdas enfatiza políticas progresistas, la lucha contra la desigualdad y el empoderamiento de los sectores marginados. Rage Against the Machine es conocido por su música intensamente política y su apoyo a diversas causas sociales, lo que refleja el espíritu activista y el deseo de cambio de Unidas Podemos. A la vez, el conflicto interno es parecido: ni sus propios miembros se aguantan entre sí y pese a pregonar un mensaje de anticapitalismo, luego terminan reuniéndose por millones de euros. Y de sus cenizas, a veces salen bandas nuevas, como Prophets of Sumar. Pablo de la Rocha los ha llevado a todos a las más altas cotas de miseria.

Ciudadanos es Megadeth

Con un estilo musical basado en hacer lo mismo que otros pero más tarde y sin el mismo tirón comercial, Ciudadanos basó todo su atractivo sobre la errática figura de un líder como Albert Mustaine, a quien el ego, las sustancias indebidas y un increíble complejo de inferioridad respecto al Partido Priest (PP) le llevó a la insignificancia más absoluta en el panorama político español. De ser vitales para pactar en el Big 2 de nuestro país, a tocar en Razzmatazz y no llenar. Ciudadanos es el mejor ejemplo de una banda que pudo ser algo pero nunca terminó de serlo.

 

Sergi Ramos