El estado del heavy metal actual goza de buena salud y óptimas perspectivas en años venideros. No deberíamos olvidar que hace apenas diez años el estilo malvivía entre radio fórmulas, modas y eran pocos los grupos de heavy clásico los que conseguían cierta repercusión mediática y en cuanto a ventas.

Sr@s, aunque ustedes no vivieran o no recuerden, hubo un tiempo en que el power metal melódico era una cosa relativamente nueva y que una banda viniera de Finlandia era algo exótico y no habitual. Hoy en día las cosas han cambiado, algunas a peor y otras a mejor, pero no hay que olvidar que Stratovarius fueron una de esas bandas que creció y se hizo fuerte en años de vacas flacas para el metal. El crecimiento del grupo coincidió –no fue casualidad- con mejores vientos para el heavy metal y discos como Fourth Dimension o Visions son de obligada escucha y de intachable calidad.

Stratovarius siempre ha sido una banda seria, de ideas claras y conciertos impecables. Quizá siempre han sido tachados de fríos pero un servidor nunca les ha visto un mal concierto y eso que ya estoy más que harto de verles, doce veces cansan hasta el más pintado. Ese ha sido uno de los problemas que ha terminado por dinamitar al grupo: si hasta un fan es capaz de cansarse de una de sus bandas favoritas es que realmente algo falla. Stratovarius han estado en todo festival posible, han llegado a grabar discos año tras año hasta que decidieron darse un descanso de algo más de un año. Lo que debía ser un año sabático y un cambio de mentalidad terminó siendo un tiro por la culata: durante ese tiempo se gestaron los Elements, dos discos grabados en unas mismas sesiones de grabación. Si Elements Part I ya fue tildado de repetitivo, simplón y previsible, ¿que podíamos esperar de Elements Part II si venía de las mismas sesiones de grabación y a priori parecía que serían los temas sobrantes del primero? Evidentemente la secuela no solamente mantenía las críticas que cosechó el primero sino que se acentuaron, sólo que esta vez con la misma portada, misma producción y hasta con canciones similares.

Si en la gira del 96 se veía a un grupo que en poco tiempo se iba a comer el mundo, en sus últimos conciertos se veía a un grupo tan hastiado como sus propios fans. Repetir una misma fórmula y que funcione le puede servir a AC/DC, Iron Maiden, Running Wild, Axel Rudi Pell, pero no a Stratovarius. Estaba claro que se necesitaba un cambio de rumbo de inmediato o bien el barco se iba a pique. Timo Tolkki como capitán cogió el timón de su nave y dio un giro tal que todavía no se han recuperado ni fans, ni prensa ni –lo peor- él mismo.

La decisión que tomó Timo en primera instancia es más que acertada siempre que su objetivo fuera cambiar la sonoridad y estilo del grupo. Sacar a Kotipelto de las voces y a la martilleante batería de Michael es dejar al grupo sin parte de su personalidad que siempre los ha caracterizado. Mantener a Jens Johansson es una sabia decisión pues muchos ven en él al auténtico crack de la banda. Hasta aquí todo parece lógico y comprensible, incluso la inclusión de la enigmática Miss K y de Anders Johansson como batería. La lógica nos decía que como hermano de Jens era más que posible la unión pese a que le podía reportar algún problema de fechas con Hammerfall, y fichar a la vocalista implicaba no dar continuidad a un Kotipelto 2, y romper definitivamente con su sonido tradicional.

Pero a partir de entonces las cosas se han empezado a torcer e incluso a tomar dimensiones grotescas que bordean el surrealismo. La prensa se volcó con Stratovarius con la oferta de 3’5 millones de € y con el fichaje de Miss K. Esto reportó incontables visitas a su página web y una publicidad adicional que poco a poco ha hecho que el culebrón Stratovarius sea una de las sensaciones de la temporada. A partir de entonces Tolkki no ha parado de proporcionar carnaza a base comunicados que desde un punto de vista racional deberían haberse quedado entre los propios músicos. Ha destapado las peleas entre Michael y Kotipelto, que Miss K ha recibido una defecación de un fan vía postal, que se emborracha y vomita y la última la mejor de todas: que Jesucristo le pide que pose embadurnado en sangre para su deleite.

Parece claro que Tolkki ha perdido no solamente a un vocalista y a un batería, parece que la racionalidad de su líder ha dejado también Stratovarius. Eso da que pensar pues el “loco” del grupo siempre había sido Jens y Kainulainen y Tolkki se les veía como a dos gigantes serios y puestos. Si echamos la vista atrás podemos recordar cuando el talentoso guitarra perdió las formas en un Gods Of Metal de Milán y aplastó una de sus guitarras cuando se fueron de tiempo y los técnicos optaron por silenciar su actuación de malas maneras. El primer indicio de “demencia comprensible” fue cuando amenazó a sus propios fans de denunciarlos si se bajaban vía internet material de lo que tenía que ser su próximo disco (Elements Part I), pero evidentemente la sangre no llegó al río.

¿Qué le pasa a Timo Tolkki? ¿Está realmente zumbado o ha descubierto que vía internet puede tener publicidad fácil a base de locuras varias? Lo que está claro es que sus actuaciones no son normales, pero lo que no parece lógico es que sus teóricos “amigos y compañeros” en vez de ayudarle en su cruzada contra su enajenación mental aviven el fuego de su demencia a base de comunicados y fotos que deberían quedar entre su círculo de amistades. La cosa es más oscura de lo que parece, no puede ser que alguien que consiguió mantener la llama del metal en años aciagos se dedique a cometer actuaciones dalinianas.

Esperamos que Tolkki solucione sus problemas mentales sin que la escena tenga que sufrir día tras día comunicados surrealistas, fichajes “bluff” o correspondencia fecal. El finlandés ha convertido a una de las más grandes bandas de Finlandia en una secuela de The Osbournes vía internet. Su entorno debería tomar cartas en el asunto y actuar de una vez por todas pues parece que esta “Salsa Rosa” reporta más beneficios que disgustos. Si realmente Tolkki está mal de la azotea el tema debería tratarse de una forma más seria por parte de sus teóricos amigos, $ino el tema huele a lo de $iempre…