¿De dónde salió tanta maldad y tanta ricura?
El mundo se va a la mierda es una expresión apocalíptica que roza lo absurdo. Después de cientos de guerras, pandemias o el devenir del cambio climático, el mundo se mantiene en pie por pura inercia. Al menos, de momento.
Dicha expresión es muy recurrente para llamar la atención sobre cualquier hecho que no tiene tanta importancia para una gran mayoría, pero que lleva a la reflexión a unos cuantos. Que Shakira vista una camiseta de Metallica, confiese que escucha la música de los de San Francisco en su casa y que pose haciendo los cuernos propios del heavy metal (🤙) en sus redes sociales para millones de sus seguidores no va a cambiar el rumbo de la historia.
Pero esa no es la noticia real que se intentaba reflejar en cierto artículo que ha incitado a una revuelta que se ha hecho viral y que ha convertido a Metallica en Trending Topic en España sin que eso tuviera que ver con nada de su música. La importancia son las consecuencias que provoca que una artista top mundial muy alejada del estilo, muestre de forma pública su gusto por nuestro género musical predilecto.
Quien haya leído el artículo completo se habrá percatado del sentido irónico del enunciado. Más que el propio acto de la artista colombiana, se ponía en tela de juicio los cometarios que recibió a raíz de una foto cualquiera de su día a día. Básicamente se dividían en dos frentes. Repetimos: los que la tildaban de postureo y que incluso la retaban a citar el título de alguna canción de la primera demo de la banda en cuestión y los que apoyaban a la colombiana por mostrar su pasión por Metallica de forma pública. Aunque las noticias se suelen redactar de forma objetiva, se palpa en la misma que los habitantes de esta casa se declinan por este último bando.
Seamos claros. Que Justin Bieber vaya a un concierto de Behemoth o comparta un tema de Tool, que Juanes toque una versión de Metallica delante de miles de personas, que Lady Gaga divulgue su fanatismo por Iron Maiden o Judas Priest o que incluso Alejandro Sanz recuerde sus inicios rockeros nos orgullece.
La visibilidad que estos artistas -que poco o nada tienen que ver con el metal a nivel compositivo- difunden sobre este tipo de música es digna de mención, y de ahí que se publiquen noticias al respecto. Por suerte no estamos en los ’80, cuando la imagen del heavy metal estaba denostada por la sociedad y que ciertas personas famosas lo naturalicen es una grata noticia.
Nunca hemos intentado repartir carnets de heavy metal entre comunidad ni de cumplir ciertos estatutos (inexistentes) al respecto. Que sea Shakira la que escucha Metallica o el tendero que trabaja a la vuelta de la esquina nos agrada de igual forma. Cuanta más gente, mejor. Aunque éramos conscientes de la repercusión y mala baba que se recibiría al publicar esta noticia.
No nos cansaremos de repetir que The Metal Circus publica artículos con muchas horas de trabajo a sus espaldas, y que prima el sentido informativo sobre la música de sus protagonistas. Pero por X motivos, siempre reciben más atención y visitas los chascarrillos, las declaraciones polémicas o ciertos actos alejados de la publicación de un disco o de una gira. No queremos culpar a nadie, es la naturaleza humana.
Aunque el anuncio del nuevo single de Evergrey tenga una mínima repercusión respecto a cómo escondía la cocaína Mötley Crüe en su autobús de gira, siempre se publican un mayor número de artículos sobre las cualidades artísticas de las bandas. No podemos hacer nada al respecto si alguien no quiere verlo. Es más, tampoco tenemos que justificarlo. Ahí está nuestro historial de publicaciones, y valorarlo es trabajo del lector.
Por este motivo, en The Metal Circus tratamos de combinar esas dos facetas: la de publicar noticias meramente informativas sobre la actualidad de las bandas dentro de la escena rockero-metalera y la de (también) sacar otro tipo de piezas en las cuales haya anécdotas que puedan ser curiosas o llamativas para vosotros de personas/artistas/temáticas de este panorama. Una vez todo ello está en la web, los encargados de que tenga más visitas o se difunda más un contenido u otro sois los lectores. En vuestras manos queda, siempre.
Dicho esto, no deja de llamar la atención los ataques gratuitos sin un mínimo de educación o respeto ante los que dedican muchas horas al día a este hermoso trabajo. Tampoco podemos imaginarnos si hubieran existido las redes sociales en nuestros inicios hace casi 20 años, cuando la ironía y el humor negro -de dudoso gusto, hemos de admitir- era el leitmotiv de nuestras publicaciones.
Sin embargo, también es algo que escapa a nuestro control en un mundo donde las redes sociales se han convertido en una plataforma para expulsar el odio en favor del yo imperativo. Solo podemos advertir que el exceso de bilis puede provocar ictericia. Nada bueno. No hay que tomarse todo tan en serio, la música es para disfrutar, y si en ocasiones intentamos aplicar un poco de humor o ironía es para hacerlo algo más ameno.
Satur Romero y Dani Bueno
1 comentario por ahora
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.