Prejuicios primaverales
¿Eclipsan en el colectivo heavy los prejuicios uno de los festivales más variados e interesantes que hay en España?
Ayer, martes 10 de junio, salió a la venta el primer lote de abonos para el Primavera Sound 2015. El resultado era de esperar: página web colapsada al instante, éxito rotundo. Hoy, día 11, la segunda oferta es lanzada a la calle durante tan sólo 24 horas, colocando además un número limitado de entradas físicas en La Botiga para aquellos que no quieran confiar su suerte a la conexión a Internet de la que dispongan. Un buen rato antes de que la tienda abriera, ya había cola. Arrasando de esta manera y movilizando a tantas personas, ¿quién tendrá quejas? Pues en nuestro entorno más cercano, mucha gente. Desde el mundo del metal a menudo se mira con recelo o desprecio a un festival que, año tras año, muestra unas cifras de asistencia estratosféricas. Evidentemente, es imposible hablar de una postura generalizada, porque en este colectivo, como en cualquier otro, hay todo tipo de personas. No obstante, es muy común encontrar en los círculos heavies comentarios muy típicos. Os expongo los tres más comunes, para que veáis a la conclusión la que quiero llegar.
1) “El Primavera nos llena la ciudad de modernillos”
Como ya comenté en otro artículo de opinión hace un tiempo, la mentalidad de muchos metaleros (o “jebis”, como definí en aquel momento) es, cuanto menos, contradictoria. Cada vez que escucho una afirmación como (1), no puedo evitar soltar una carcajada, porque aquel que tan a menudo reivinidicaba que no se le juzgase su apariencia, ahora está despreciando a todo un grupo de gente por el mismo criterio. Lo más divertido de todo esto es que, una vez estás en el propio evento, te das cuenta de que el PS tiene un público fuertemente heterogéneo. En los tres días que pasé en el Parc del Fòrum este año vi a personas de todo tipo. ¿Qué llevaría a nadie a generalizar de esa manera? Diré a ciencia cierta que el desconocimiento.
2) “¿Tanta gente para esa mierda de cartel?”
Esta es la más atrevida, sin lugar a dudas, porque es altamente paradójica al ser (normalmente) quien la pronuncia, alguien que desconoce la mitad de estilos que ofrece el cartel del PS. Indiscutiblemente, el punto fuerte del Primavera es la variedad, y eso es algo que se puede detectar inmediatamente. Este año pude ver desde conjuntos de electrónica hasta black metal, pasando por un amplio espectro que incluía soul, folk, rock, música clásica contemporánea y pop entre muchos otros. Visto el panorama, creo que lo mínimo sería reconocer que este festival tiene una capacidad extraordinaria para traer artistas punteros de cualquier tipo de música. Porque de eso es lo que trata el PS: de música, sea del color que sea. Creo que no podría estar más contento con un evento en el que puedes ver un mismo día a bandas tan dispares como Kvelertak, The Haxan Cloak, Slowdive, Dr. John, !!!, Jesu, Darkside, The War on Drugs, Laurent Garnier o Slint, sólo por mencionar una decena. Eso sin olvidar uno de sus grandes atractivos, que es dar con pequeñas revelaciones que la organización ha sabido seleccionar con mucho ojo. Toda una cantera de nuevas promesas que comparten espacio con absolutas leyendas.
3) “Con ese precio más vale que las entradas estén hechas de oro”
No se puede negar que el precio de las entradas precisamente bajo no es. Pero cuando nos paramos a pensar, vemos la cantidad de bandas que hay, el caché de las más grandes de ellas, las infraestructuras necesarias… sigue siendo alto, pero para nada un disparate. Tengamos en cuenta también que el PS es un festival de garantía. Y la confianza se premia. Para todos aquellos que estamos convencidos de la calidad del cartel en cada edición, los abonos se pueden comprar sin tener una sola banda confirmada desde 99 hasta 145 euros (subiendo de la oferta inicial a la última antes del gran anuncio). Y pese a todo, si no lo tienes claro y prefieres esperar a ver el cartel completo, el precio final es de unos 195 euros: tan sólo 15 más que en Hellfest, y con una diferencia considerable en cantidad y variedad de bandas, sabiendo además que este abono no sólo sirve para acceder a los 3 días en el Parc del Fòrum, sino que también otorga entrada libre a una buena cantidad de conciertos en otros recintos en los días que rodean el núcleo del evento.
No estoy intentando convencer a nadie de que este festival sea el ideal para nuestro colectivo, porque evidentemente no lo es, pero eso no quita que sea una experiencia increíble, que recomiendo a cualquiera que sea de mente abierta y disfrute de estilos variados de música (algo que estoy convencido que podemos encontrar entre nuestros lectores). Quizá una de las ofertas culturales más interesantes de Barcelona merece más respeto. Porque nos encanta el metal, pero eso en ningún caso debe suponer desprecio al resto de estilos.
Ya tiene 2 comentarios
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.