Ahora hay bandas consagradas que juegan un poco a ser como Bruce Springsteen, precisamente sus amigos de New Jersey Bon Jovi, capaces de tocar casi tres horas y cambiando repertorios de un día a otro. Metallica también es un grupo capaz de sorprenderte dando vuelcos a su set list, pero por otro lado Dream Theater parece que hayan perdido esta excelente característica que siempre les había definido. El caso es que puedes ir a un show de Bruce Sprinsteen y entender el por qué está por encima de la gran mayoría de bandas actuales. Rock con mayúsculas, a pesar de que vas a verte rodeado de sus insufribles fans.

Vivimos tiempos absurdos en los que los grandes nombres del rock son venerados y cuando anuncian una gira de estadios hay colas absurdas para conseguir sus entradas. No importa el precio, simplemente hay que hacerse con el boleto para poder decir que uno ha estado allí. U2, Muse, Rolling Stones, AC/DC o Bruce Springsteen están en esta liga, pero también festivales como Wacken, Hellfest o Primavera Sound ya saben de antemano que van a conseguir vender todo lo que se ponga a la venta. Antes no se daba esta situación y sigue siendo extraño que pase con estas bandas y no con Kiss, Black Sabbath, Bon Jovi o The Who. Grupos que consiguen actuar en grandes recintos pero no llegan a venderlo todo en horas ni mucho menos llenar arenas, por lo menos en España.

A los habituales fans de los grupos se ha sumado una ingente masa de gente curiosa que quiere contarle a sus nietos que estuvo presente en diferentes festivales y conciertos. Pero el que se lleva la palma es Bruce Springsteen… y de largo. Quienes nunca le hayan visto sobre escena deberían hacerse el favor de irle a ver una vez en la vida, aunque ni les atraiga ni les guste, básicamente porque es diferente a todo. Entiendo que hoy en día el Bruce puede dar bastante rabia, primeramente porque hace años que no firma un disco a la altura de su leyenda, pero especialmente por sus fans, directamente insufribles, especialmente si hablas con ellos de música en general. Para ellos Bruce es una especie de Dios y poco o nada cabe añadir más allá.

Uno puede, eso sí, entender el por qué de su estatus actual yendo a cualquiera de sus conciertos. Verá como el Boss se cepilla a cualquier posible competidor por varias razones. Una es que la E Street Band es una banda espectacular con músicos repletos de personalidad, incluyendo a Nils Lofgren, Steven Van Zandt, Max Weinberg o a Jake Clemons, hijo de Clarence Clemons, el mítico saxofonista, ya fallecido. Otro tema es su mujer Patti Scialfa, ya más discutida… Otro de los puntos fuertes es que ir a un concierto del Boss es entrar en un juego en el que no sabes qué va a pasar ni qué va a tocar. Poco importa lo que viene tocando o qué tocó el día anterior. Un ejemplo: En Barcelona tocó dos conciertos en el Camp Nou. En ambos shows de más de tres horas sólo se repitieron dos canciones: la primera y la última. El resto fueron absolutamente diferentes.

Hay bandas como Iron Maiden a las que apreciamos por encima de todas las cosas, pero sabes que lo que tocan en su primer concierto de gira es lo que va a caer. No hay más… El guión de muchas bandas es inamovible. Algo que para Bruce es algo volátil. Uno de los momentos más impresionantes es cuando recorre las primeras filas recogiendo carteles en los que la gente escribe qué canción le gustaría que tocara. El de New Jersey se hace con un buen montón, va enseñando a cámara lo que le han pedido y… ¡lo toca! Imaginaros para la banda el follón en el que te mete tu líder. Van Zandt decía que obviamente ellos no se las saben todas, pero el Boss empieza con el tema y ellos se suman. Si crees que hay trampa en ello hay otra gran anécdota acaecida en Barcelona: Después del show de los cartelitos hubo un fan friki que le enseñó un cartel digital en el que se leía “I’m Going Down”, corte del “Born in the USA”. Hacía una hora larga que lo de los cartelitos se había terminado, pero Springsteen vio el cartel, lo subió, jugó con él, e interpretó el tema. Os imagináis ir a un concierto y poder pedirle a la banda que te toque tu tema favorito… ¿y que suceda?

He visto a muchas bandas “engañarnos” un poco a la vez que juegan con el público. El enorme Steve Lee (siempre serás recordado) de Gotthard hace años nos pedía para el último tema que eligiéramos la que quisiéramos. Nadie pidió “The Mighty Quinn”, pero él dijo: “¿He oído “The Mighty Quinn”?”, y nos la colaron. (Por otro lado, impresionante versión de Bob Dylan que también atacaron Krokus en el pasado Rock Fest).

Ahora hay bandas consagradas que juegan un poco a ser como Bruce Springsteen, precisamente sus amigos de New Jersey Bon Jovi, capaces de tocar casi tres horas y cambiando repertorios de un día a otro. Metallica también es un grupo capaz de sorprenderte dando vuelcos a su set list, pero por otro lado Dream Theater parece que hayan perdido esta excelente característica que siempre les había definido. El caso es que puedes ir a un show de Bruce Sprinsteen y entender el por qué está por encima de la gran mayoría de bandas actuales. Rock con mayúsculas, a pesar de que vas a verte rodeado de sus insufribles fans.

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