Este Día sin Música, está fijado 4 días antes de las elecciones municipales. Precisamente una semana en la que las promesas electorales subirán al nivel de las nubes y los políticos de todas las ramas ideológicas bajo un sinfín de siglas, nos presenten una distorsión aberrante de la realidad.

Que la subida del IVA hasta alcanzar el 21 % está siendo un fracaso y que está forzando a menos contrataciones de grupos para conciertos, a que se cierren salas, y una magnitud de efectos negativos, ya no es una hipótesis pesimista cuando se fijó dicha subida. Es una dura realidad.

Según informan diferentes medios de prensa de nuestro país, se ha convocado para el 20 de mayo el llamado “Día sin Música”. Y ya con dicha definición nos podemos hacer una idea de qué va la cosa: sala de conciertos y tiendas de discos vacías, reproductores online de música apagados…A nivel nacional, puede suponer un impacto en términos monetarios. Viene a ser como una huelga específica. El periódico 20 Minutos, informaba hace unas horas que “En una rueda de prensa celebrada simultáneamente en Bilbao, Barcelona y en la pista de un desangelado Barclayscard Center de Madrid (antiguo Palacio de Deportes), sede de tantos y triunfales espectáculos, se ha presentado esta iniciativa que espera ir sumando apoyo ciudadano y también artístico para alcanzar una reducción de este impuesto al 4%.”

Al parecer, uno de los primeros artistas que han movido ficha, y también concierto en agenda para ese día, ha sido el cantautor Joan Manuel Serrat, ya que afirma que el país se encuentra “a la deriva por un abuso fiscal injustificado”. Supuestamente, y dada su popularidad, serán muchos los que tomen la misma actitud en lucha por la causa.

Como ya hemos dado a entender mediante diferentes artículos, a lo largo de los meses en el que se ha practicado ese temido 21 %, el desastre se ha ido haciendo más y más evidente. Y no es algo que afecte a unos cuantos, porque el consumidor habitual (tú, yo, el vecino de enfrente y la hija de la lechera de Villanueva de la Cogolla) también lo sufre en sus carnes. ¿O no nos hemos quejado de la subida del precio ciertas entradas a pesar de vivir en tiempos de crisis?. Más si cabe si, algunos de los que están leyendo esto, tienen o han tenido un trabajo relacionado con el sector cultural.

«Queremos que los políticos se den cuenta de la importancia de la música y de que se está destruyendo el tejido empresarial del país», anunciaba Pascual Egea, presidente de la Asociación de Promotores Musicales, que es una de las que más peso tienen en el país, de las que se suman a esta convocatoria.

Lo curioso de todo es que incluso, en su afán recaudatorio, al gobierno le siguen sin salir las cuentas. Lo que en una expresión llana podíamos calificar como “les ha salido el tiro por la culata”. Como en otros tantos aspectos a golpes de medidas y leyes con los aspectos sociales guardados en la recámara. Ahí van una serie de datos que respalda esta afirmación: Como ya os informamos a través de otro artículo de opinión, desde que hace dos años se fijó este alto tipo impositivo, se ha perdido por el camino un 30% de asistentes en los conciertos que se celebraban en todo el territorio nacional. Y lo más grave, la cultura ha perdido entre 40.000 y 50.000 puestos de trabajo, ayudando así a esa prometida, pero engañosa bajada del desempleo. Todo ello repercute en que, aunque se haya recaudado 13,13 millones de euros más por esta fuerte subida del IVA, por otro lado se pierde más de triple. Además del citado y desgarrador aumento del desempleo en el sector, se generaron pérdida cifradas en 42,30 millones de euros entre el IRPF, el Impuestos sobre Sociedades, y las cotizaciones a la Seguridad Social, en comparación a los periodos en el que se aplicaba un 8%. O lo que es lo mismo; los técnicos, ministros, profesionales, etcétera, que se ocupan de fijar estas medidas para salir de la crisis son gilipollas. Nuestros antepasados, con menos estudios, equipos técnicos e información a la mano, hacían mejores cálculos en materia recaudatoria: las gallinas que entran por las que salen.

Este Día sin Música, está fijado 4 días antes de las elecciones municipales. Precisamente una semana en la que las promesas electorales subirán al nivel de las nubes y los políticos de todas las ramas ideológicas bajo un sinfín de siglas, nos presenten una distorsión aberrante de la realidad con tal de que metamos en el sobre una papeleta con su insignia. Mediante discursos de índole poética, y tirando de épica, querrán hacernos creer que en poco tiempo estaremos en el Olimpo de los Dioses. Pero la situación actual es radicalmente distinta si no nos dejamos embaucar por su palabrería: estamos sólo un par de plantas por encima del infierno. ¿Participaréis en ese día sin música?

Satur Romero