A toro pasado y a modo de resumen de otros aspectos relacionados con la pasada edición del Metalway, es de recibo dedicar unas líneas para analizar algunas apreciaciones, dar algunas opiniones y hacer aquellos juicios de valor necesarios sobre muchos temas de los que tanto se habló antes de la celebración del festival.

OPINIONES GENERALES THE METALWAY
FESTIVAL

Impresión sobre el cartel

Es difícil valorar un cartel sin que entren en juego los gustos personales
y la pasión por las bandas preferidas para cada persona. Sin embargo, y echando
una rápida mirada al cartel de esta edición, hay que decir que faltaron cosas,
y sobraron otras. También hay que analizar el espacio físico/temporal que maneja
un festival de las dimensiones de Metalway. Habría que plantearse algunas preguntas
de antemano, como la referente a qué habría ocurrido si un evento de estas dimensiones
y en tal recinto habría soportado de manera satisfactoria la actuación de una
banda como METALLICA, si éstos hubieran encabezado cualquiera de los tres días
de festival. Probablemente la planificación de algunos aspectos organizativos
tendría que haber sido muy diferente. Pero todo esto son conjeturas, y en este
2006 los grupos han sido los que han sido. Entiendo pues, que seguidores de
géneros como el Death Metal se sintiesen abandonados ya que no tuvieron un exponente
potente que saciase su sed be música. Se habló de MORBID ANGEL y de muchos otros,
pero los suecos ARCH ENEMY son incapaces de suplir la ausencia de grandes bandas
del ramo, en su estilo más auténtico. Por otro lado tenemos que el Thrash Metal
ha estado ampliamente representado. No hemos podido disfrutar de unos SLAYER,
pero el séquito de bandas de este estilo en Gernika ha sido importante. Ha habido
Heavy Metal clásico, sin bandas rompe listas, pero con otras muy queridas por
nuestra geografía a tenor de la respuesta obtenida; y si no que se lo pregunten
al señor Jon Oliva, que pese a no traer a sus SAVATAGE, ha contado con el apoyo
mayoritario del público dada la hora de su actuación. El Black Metal ha tenido
representación en DARK FUNERAL; el número de bandas de este género en los festivales
españoles, guste o no, suele oscilar entre las cifras de uno a dos, por lo que
se entiende que esto no ha cambiado. De afortunada se puede calificar la situación
de los seguidores del Doom Metal, que hemos disfrutando con uno de los grandes,
de la mano de MY DYING BRIDE. Siempre es de agradecer que se acuerden de este
género y prácticamente nos podemos dar con un canto en los dientes en este aspecto.
Muy de la mano se puede hablar de otras bandas como THE GATHERING, todo un guiño
a la buena música y que ha contado con sus seguidores. MOONSPELL, WITHIN TEMPTATION…
son bandas que probablemente cuenten con más popularidad por otras latitudes
europeas, pero que arrastran a un sector muy concreto de audiencia. El Power
ha tenido una nutrida representación, con lo más granado de la escena. Prácticamente
todos sus mayores representantes se han dado cita este año en el País Vasco.
El rock/metal español también ha tenido sitio. En este caso cuenta más la nacionalidad
que el estilo; y por ello tanto las bandas clásicas, como las que no lo son
tanto han contado con el visto buena de la audiencia. Con cierto recelo se ha
mirado la inclusión de los industriales MINISTRY y más ocupando una posición
tan alta. Creo que su lugar es ese, pero claro, si sólo hay tres días, pueden
surgir ciertas dudas. Por mi parte no criticaría nada en este aspecto. El año
pasado fueron KORN y este año el continente americano ha tenido un emisario
potente igualmente. Como suele ser habitual, se ha dado cabida a aquellos grupos
que han hecho casi todos los festivales europeos. CELTIC FROST se unieron al
cartel y su apuesta era atractiva, pero creo que esta reunión no ha respondido
a las expectativas, más cuando competía con la pasada gira de reunión y despedida
de ACCEPT. Como golosinas, hemos contado con bandas como NEVERMORE o FINNTROLL,
cada una en su estilo. Aunque a estos últimos, cada vez es más fácil verles
por Europa. Y la nota más estridente la han puesto CRUCIFIED BARBARA y en cierto
modo, también BENEDICTUM. Aquí sí que estoy de acuerdo en que se trataban de
grupos de relleno. Pero es lo que hay y así es cómo se mueve el mercado. Si
en próximas ediciones esto último pudiese ser suprimido, quizá habría que mirar
más por los seguidores del Hard Rock y estilos limítrofes, abandonados en este
año. Las divagaciones podrían ser eternas y es bien sabido que el mejor promotor,
es uno mismo. Pero hay que ser consecuentes y no dejar caer declaraciones tan
alegremente, sin haber meditado las cosas. El único debate que dejaría abierto
sería el de los cabezas de cartel.

En definitiva, la política del cartel en esta edición del festival, ha girado
en torno a la contratación de diferentes bandas que pueden encuadrarse en varios
grupos: las que gustan al grueso de la audiencia, las que son difíciles de ver
en directo en nuestro país  por una serie de razones y las circunstanciales.

El underground, por supuesto, queda totalmente olvidado – salvo en el caso
de RUNIC – y tampoco ha habido un cabeza de cartel que garantice una afluencia
de 30.000 personas. El debate está servido.

Precio VS otros festivales europeos

Haciendo una rápida comparación con otros festivales europeos,
el precio del abono para los tres días es elevado, pero hasta cierto punto.
Graspop contaba con un mayor número de bandas y el precio se disparaba aún más.
Sin embargo, tenemos ejemplos como Wacken o Summer Breeze que mantienen estables
sus precios, ofreciendo un interminable número de bandas. Para tener una idea
aproximada, el abono del Summer Breeze, con un cartel de tres días y con bandas
como FINNTROLL, GAMMA RAY, MOONSPELL o MY DYING BRIDE, que también han participado
en Gernika, cuesta 42 euros. Por otra parte, no ofrece jugosas actuaciones como
las de ANNIHILATOR o TESTAMENT, por poner un ejemplo. Con lo que, por lo que
se resta de un lado se suma de otro, y el resultado final queda equilibrado,
ya que la de personal humano dedicado en todo el festival creo que requiere
un precio como el propuesto por los promotores. Y en cierto sentido, es preferible
pagar para contar con seguridad cualificada, técnicos, personal de mantenimiento,
camareros, etc., etc.

Zona de acampada

Un aspecto que no sólo caracteriza al Metalway es el cobro de la entrada al
camping por separado. Este hecho tiene varias visiones. Facilita las cosas a
aquellos que no utilizan dicha zona y que se ven exentos de pagar su coste adicional,
pero añade un ticket más a ser comprado par al fin y al cabo, ofrecer unos servios
básicos a los asistentes del festival. Podría ser bueno, aunque sea únicamente
como gesto de cara al público y como una forma de compactar el abono de la entrada
y la estancia en el festival en un único ticket, que dicho precio estuviese
incluido en el precio del abono final. Porque al fin y al cabo se ofertaría
la posibilidad de acampar en una zona acondicionada y que en principio es la
destinada para pernoctar para los asistentes al festival. Luego cada uno puede
decidir si hacer uno de ellas o buscar otras alternativas.

Aparcamiento

Sólo puedo hablar de la experiencia del primer día, ya que una vez estuvo aparcado
el coche, decidimos no moverlo hasta la fecha de regreso. Por otro lado, y aparentemente,
la zona escogida para la celebración del festival fue capaz de absorber de forma
más o menos satisfactoria, la avalancha de coches que inundó Gernika en el fin
de semana del Metalway.

Horarios

La apertura de puertas se retrasó el primer día. Pero lo que creo que no debe
ocurrir, salvo en situaciones de fuerza mayor, es que se adelanten los comienzos
de las actuaciones. Si es preferible que éstas no se retrasen para acabar a
una hora prudencial, tampoco es lógico que los comienzos de los conciertos se
adelanten sobre el horario previsto, sin previo aviso.

Ciudad & Gente

Desde luego la gente se volcó con la gente del festival y ofrecieron toda la
ayuda que hizo falta. El personal de bares, restaurantes y supermercados trabajó
a destajo durante tres días y el impulso económico inyectado en la zona desde
luego que debe ser más que notable. Un diez por tanto para la ciudad y sus habitantes.

Duchas y servicios

Poco a poco se avanza en este terreno. Pero se volvió a repetir la historia,
y los servicios quizá fueron poco numerosos en número. Durante las jornadas
del festival se fueron improvisando soluciones y se colocaron más cabinas tanto
dentro como fuera del recinto de conciertos. Respecto a duchas, aumentaron en
número y se consiguió eliminar las largas esperas. Pero el agua fría del Norte
seguro que no sentó del todo bien a más de uno.

Limpieza

Se cuidó más este aspecto, con limpieza periódica de cabinas y reposición de
útiles de limpieza. Pese a todo, cada pocas horas de ser limpiados, la vista
a los baños se antojaba casi imposible.

Zonas de descanso

Salvando el área de catering, no existía una zona de descanso como tal. Si
bien la carpa de Mephisto sirvió para resguardar de las lluvias del viernes
a muchos, no estaba operativa ninguna carpa con sillas y mesas para descansar
entre conciertos. Claro que se antoja algo difícil habilitar una zona de estas
características para 15.000 personas. Puede ser una aspecto a estudiar para
la próxima edición.

Recinto

Las casetas de merchandising ofrecían el material clásico que se puede encontrar
normalmente en un festival. Más o menos atractiva, pero la oferta era amplia.
Además se instaló de nuevo una carpa para el Metal Market que desconozco si
cosechó más o menos éxito entre los asistentes. Las barras fueron numerosas
y las casetas para conseguir los tickets de comida y bebidas no presentaron
grandes colapsos. Buena nota en este aspecto.

Seguro que muchas cosas quedan en el tintero, pero a grandes rasgos estas son
algunas observaciones de la segunda edición del Metalway Festival.