El mundo se va a la mierda
“Qué mundo dejaremos a Jordi Hurtado” decía un meme que recibí por WhatsApp hace unos días. Lo cierto es que si observas a tu alrededor te das cuenta del panorama que tenemos delante.
Ya dije en un tema que escribí hace unos años que “la gente es imbécil”, pero este virus está haciendo la imbecilidad más palpable. No tenía intención de hablar de la pandemia, pero no cabe un tonto más y al final tengo que soltarlo -sino es como contener las ganas de cagar-.
Tenemos por un lado a los negacionistas, ignorantes semianalfabetos de baba colgante, generalmente de corte fachilla y rancios que han hecho piña con los conspiranoicos antivacunas y los terraplanistas. Por otro lado tenemos a los alarmistas radicales, policías de balcón y acusadores que se pasan el día echando la culpa al resto de ciudadanos sin mirarse al ombligo; viven cobijados, al calor de Telecinco o Netflix, y con una vida muy aburrida. Sienten envidia hacia la gente que se divierte y entonces se ofenden cuando ven a los demás y quieren que nos confinen a todos y todas.
El imbecilismo es también una pandemia y empieza por nuestros líderes. Desde el majestuoso orangután de Trump hasta la local del coño de la Comunidad de Madrid. Pero ojo, el ciudadano de a pie no es inmune y menos aún asintomático. Tanto en las redes sociales como en el mundo real hay rebrotes con sintomatología variada. Tenemos a músicos prejubilados soltando subnormalidades, a Che Guevaras online que compiten por ver quién es más de izquierdas, al paleto español de toda la vida que lo mismo está en la barra de una tasca soltando frases de cuñao que escribiendo, con dificultad, frases inconexas y proclamas de Vox en Facebook.
No olvidéis a los del papel higiénico, a los cayetanos y cayetanas con sus cacerolas, los bebedores de lejía terapéutica, los imbéciles ilustrados hablando en medios sobre cosas de las que no tienen ni pajolera idea, los tarados que andan en pelotas por la calle, los que se saludan con el codo, la OMS, los del chip de Bill Gates, los que se ponen gayumbos usados de mascarilla… y así podría pasarme horas.
Las gente es imbécil, tal vez individualmente puede ganar algo, pero en masa es peor. Tengo una teoría y es que si tu coges a 1.000 personas, todos con un IQ de 90, la media no te da 90, sino más bajo, cerca de 85. Igual que las vacas en un rebaño, ¿de dónde creéis que sale lo de inmunidad de rebaño?
La moraleja es que la hipocresía y el egoísmo campan a sus anchas, tristemente, y los individuos cada vez piensan más en lo suyo. Más que antes me refiero. Lo peor del virus es la gente y las consecuencias sociales que traerá cuando acabe (si algún día acaba). De hecho, ya me cae mejor el virus que muchas personas. Chavalada, el mundo se va a la mierda.
Jevo
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