Lo mejor y lo peor del Rock Fest Barcelona 2019
Una semana después, y ya recuperados de la quinta edición del Rock Fest Barcelona, analizamos lo que han dado de sí los cuatro días de este 2019, tanto con los puntos buenos que ha tenido como los no tan positivos.
El día jueves 4 de julio arrancaba el primer de los cuatro días de rock and roll que esperaban en el recinto del Parc Can Zam -la primera vez que el festival contaba con cuatro jornadas-. En este periplo se ha percibido que la organización ha realizado un trabajo muy similar al de las ediciones pasadas. Cuando algo funciona bien, no lo toques (se suele decir), y eso es lo que ha pasado en el Rock Fest Barcelona 2019, que ha buscado mejorar los puntos en los cuales pudo flaquear un poco el año pasado. Aquí un resumen de lo mejor y peor del Rock Fest Barcelona de este año:
Lo mejor del Rock Fest Barcelona 2019:
- Todos y cada uno de los escenarios del Rock Fest Barcelona sonaron de fábula. Fuese la hora que fuese y tanto si era la Rock Tent como en los dos escenarios principales, o incluso si las actuaciones en ambos sitios se solapaban, no solo no interferían sino que gozaban de un sonido excelente. En algunos casos sí hubo problemas con la sonoridad del show, pero gran parte, por no decir toda la responsabilidad, recaía en la misma banda o en su personal. Aparte de eso, la disposición del recinto, la localización o el equipo empleado creó una acústica envidiable.
- Dentro de la fauna festivalera que uno se puede llegar a encontrar en festivales que abarcan tanto personal y de tan distinta índole, es de valorar el buen ambiente que se vivió en cada jornada. No hubo altercados entre los aficionados al heavy metal que acudieron a Santa Coloma de Gramenet, y ese es un punto muy positivo que habla muy bien de la escena.
- Relacionado con el punto anterior, un factor muy positivo fue la seguridad. Dispersados por todo Can Zam, controlaron precisamente que no hubiera incidentes ni situaciones molestas para nadie. Esto se suma al buen trato dado en los controles de entrada, amigable y rápido, y que evitó que se formaran colas interminables.
- Como punto fuerte del festival no podemos olvidarnos de los protagonistas: las bandas. El Rock Fest Barcelona desde siempre ha apostado por el heavy metal clásico o el hard rock más auténtico, lo que ha hecho traer por tierras barcelonesas desde bandas muy cotizadas hasta otras para un público más purista. Este año, por ejemplo, algunos de los protagonistas fueron King Diamond o Def Leppard como cabezas de cartel, pero también a Thunder o Gun, grupos más difíciles de ver y que para los fans, o artistas que brillaron con luz propia como los Combichrist, Dream Theater, Avatar, Hammerfall, Beast In Black, Michael Monroe, Saxon, Arch Enemy y otros nacionales de la talla de Angelus Apatrida u Obús (estos últimos sorprendieron a muchos por su buen estado de forma) que pusieron la guinda del pastel.
- Un elemento que no podemos pasar por alto es el buen acondicionamiento de la zona: el césped artificial en sustitución de la pista arenosa con la que se estrenó el festival; los varios ventiladores de agua situados en la entrada, en los laterales de las barras y los que adornaban la Rock Tent de lado a lado que en horas de más calor estos fueron salvavidas para muchos; las zonas que disponían de sombra gracias a los árboles, como en la Motörtent y los baños… ¡Qué maravilla! Siempre limpios.
- La localización del recinto es algo que destaca mucho. Dentro de la red de metro de Barcelona, con autobuses y transporte público habilitado para llegar hasta Santa Coloma de Gramenet, el Rock Fest es el festival probablemente mejor situado estratégicamente de la península, y eso ha hecho que hayan acudido aficionados de todas partes del mundo (sobre todo alemanes, cuya devoción por Böhse Onkelz fue abrumadora).
- Por último pero no menos importante, durante el festival pudimos ver al staff deambulando por Can Zam haciendo encuestas a quien se prestara a opinar. Queremos resaltar la preocupación de los organizadores por saber la opinión de los asistentes, tanto en los aspectos positivos como aquellos que, a su parecer, deberían mejorar.
Lo peor del Rock Fest Barcelona 2019:
- La ubicación es uno de esos puntos que se encuentran entre lo positivo y lo negativo. A favor, Barcelona es una capital mundial, conocida y con un atractivo turístico innegable. El hecho de llevar a cabo un festival en Santa Coloma de Gramenet, muy próxima a la ciudad condal y en medio de zona urbana puede resultar muy llamativo para el público foráneo, y un ejemplo de ello es la oleada de extranjeros que invadieron festivamente el Rock Fest Bcn. Por otro lado, desgraciadamente, se formó el caos por un inconveniente incontrolable para la organización: la L1 de metro de Barcelona está cerrada en el tramo más importante para acceder al festival. Esto generó el aumento del tráfico, que junto a la dificultad para encontrar aparcamiento, todo quedaba a rebosar al poco de abrir y obligaba a rebuscar un huequecito entre las pendientes calles más próximas.
- Más de uno perdió la paciencia en las barras. Mientras los pobres camareros hacían lo que podían, la cerveza salía a cuentagotas mientras la gente se amontonaba e impacientaba ante la lentitud de la situación. De todos modos, servir el agua a un euro es un detallazo y un punto muy favorable para aquellos que acudían a hidratarse con regularidad.
- Pensando ahora en la prensa, hubiera estado bien una zona de prensa un poco más amplia dada la cantidad que éramos, junto a una mesa más larga donde caber y poder escribir y editar fotos tranquilamente.
- Los baños estaban limpios, pero una distinción entre los de adultos y los de los más pequeños no hubiera estado mal. Es algo fácil de solucionar y que facilitaría mucho las cosas a todas las familias que acuden al festival, que son muchas.
A pesar de todo nos quedamos con lo bueno, que no es poco. Coronado como uno de los festivales más punteros a nivel nacional, el Rock Fest Barcelona va en línea ascendente y focalizado no solo en convertirse en un festival de condiciones inmejorables trabajando edición a edición sus potencialidades, sino también en exportar su calidad a nivel internacional.
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