JUDAS PRIEST -ESCUCHA EXCLUSIVA DE «NOSTRADAMUS»
El pasado martes 20 de Mayo www.themetalcircus.com tuvo el placer de escuchar íntegramente la nueva obra de JUDAS PRIEST titulada "Nostradamus", estas fueron nuestras conclusiones.
No voy a negarles que aún no siendo JUDAS PRIEST una de mis bandas favoritas, he disfrutado como un enano en algunos momentos de mi vida con discos como “Painkiller”, “British Steel”, “Screaming For Vengeance”, “Ram It Down” o incluso “Jugulator”. Por otro lado, su anterior “Angel Of Retribution” me parecido un disco bastante noble, pero previsible en todos los aspectos. Llegados a este punto, supongo que JUDAS PRIEST debían encontrarse en una situación peliaguda; ¿Repetir la fórmula fácil de “Angel Of Retribution” o innovar de nuevo?. Tras la escucha íntegra de “Nostradamus” queda claro que los británicos han tirado por lo segundo.
A diferencia de muchos otros grupos tipo AC/DC, MANOWAR, RUNNING WILD o IRON MAIDEN –anclados todos ellos dentro de un mismo sonido distintivo y presente en todos sus discos de estudio- JUDAS PRIEST siempre han sabido adaptarse al paso de los tiempos. Desde los aires psicodélicos y pinkfloydianos de “Rocka Rolla” o “Sad Wings Of Destiny”, los toques NWOBHM de “British Steel” y “Screaming For Vengeance”, hasta los descaradamente comerciales “Turbo” y “Ram It Down” o los más modernos “Jugulator” y “Demolition”, cada disco de JUDAS PRIEST se enmarca dentro de una etapa claramente definida y diferente del resto. Con “Nostradamus”, no sabemos si JUDAS PRIEST abrirán un nuevo capítulo o lo cerrarán para inaugurar otro en el futuro. Lo que sí está más que claro es que “Nostradamus” no tiene nada que ver con todo lo hecho por JUDAS PRIEST hasta la fecha. Y eso –para una banda que ha vendido 35 millones de discos, que vive una segunda juventud y que llena pabellones- es digno de elogio en tanto que es bastante arriesgado y en absoluto muestra una necesidad por tirar de la vía fácil y cómoda. Solo por este hecho, por echarle cojones al asunto y no dormirse en los laureles sino dar un paso adelante, JUDAS PRIEST y “Nostradamus” ya merecen un amplio respeto por parte de la comunidad metálica.
A media mañana del pasado martes 20 de Febrero, un servidor y el impresentable, inefable e impuntual Sergi Ramos nos plantamos en las oficinas de Sony BMG en Barcelona para escuchar en primicia y de forma íntegra “Nostradamus”. Lo cierto es que tras haber escuchado “Nostradamus” y “Visions” –sendos cortes disponibles para ser escuchados en la página web del grupo- no esperaba en absoluto encontrarme con un disco como éste.
Ante todo, hay que matizar que “Nostradamus” es un trabajo que requiere de una, o mejor dicho, varias escuchas, detenidas y relajadas. Si esperas encontrarte con una segunda parte del “Painkiller” o un trabajo al uso cualquiera con 8 o 9 cortes directos y 100 % JUDAS PRIEST, aléjate de “Nostradamus” porque por ahí no van los tiros.
La nueva entrega de los británicos alcanza la hora y 3 cuartos de duración contando con 23 cortes, 12 de los cuales son introducciones o interludios cortos que enlazan unos temas con otros. Todas las piezas del disco fluyen una tras otra, sin espacio entre ellas por lo que es evidente que la sensación de unidad conceptual es más que evidente, provocando que el oyente por momentos no sepa muy bien qué tema está escuchando. De cualquier forma, esto sucede en la inmensa mayoría de discos conceptuales editados hasta la fecha.
Por norma general, JUDAS PRIEST tiran de medios tiempos épicos y dramáticos, cargados de arreglos sinfónicos, grandes coros y capas y más capas de teclados. El disco, en mi opinión, está enfocado hacia el lucimiento principalmente de Rob Halford. Las guitarras, casi siempre –y esto seguramente decepcionará a los fans más acérrimos de los JUDAS PRIEST convencionales- permanecen en un segundo plano ejerciendo básicamente su función rítmica. Muy pocas son las veces que oirás un riff marca de la casa; El peso de las composiciones recae sobre Rob Halford y las grandes orquestaciones que adornan los temas. Lo que no quita, sin embargo, que tanto Glen Tipton como K.K. Downing se luzcan con un surtido de solos magistrales, muchísimos de ellos de corte neoclásico.
Para Rob Halford, los años también pasan factura, es evidente. No esperes oír agudos espeluznantes –he logrado divisar unos 4 o 5 en todo el disco-. En su lugar, Halford tira más de sus registros medios –que no por ello peores- demostrando que la edad pasa factura, pero que a pesar de ello, sigue siendo un portento de voz. En vez de tirar de sus clásicas interpretaciones, Rob ejerce más como un narrador de una historia que como un cantante en sí. El dramatismo que adquieren los temas a través de su voz en algunos momentos es espeluznante, sobretodo en muchos de los interludios en los que se queda solo acompañado únicamente de la orquesta y las abundantes guitarras acústicas que adornan “Nostradamus”.
“Prophecy” es un magnífico tema para abrir el disco. Heavy, denso y repleto de arreglos sinfónicos, este primer corte nos muestra la tónica general que el disco seguirá a lo largo de los siguientes 100 minutos. “Revelations” prosigue en unas coordenadas similares, con un precioso solo de corte neoclásico y un muy buen riff principal. Con “War”, JUDAS PRIEST bajan el pie del acelerador siendo éste una especie de marcha de guerra con samplers de batallas, grandes coros y una percusión muy marcada. “Pestilence and Plague” no difiere mucho de lo oído hasta ahora, aunque quizá es algo menos oscura que el resto del disco. Con “Death”, los fans de BLACK SABBATH, CANDLEMASS y el Doom Metal en general alucinarán. Yo, desde luego, nunca habría imaginado a JUDAS PRIEST haciendo un tema como éste. “Nostradamus” prosigue con “Conquest”, otro medio tiempo con buen estribillo e incluso algún que otro aire rockero (¡Sí, los toques rockeros en este disco brillan por su ausencia!). “Lost Love” es una balada creo que algo floja que podría bien haberse dejado fuera. No obstante, con “Persecution”, no cabe sino quitarse el sombrero. JUDAS PRIEST vuelven con el tema quizá más heavy del disco, con un Halford que tira de agudos, una orquesta menos omnipresente y unos muy buenos solos heavies. “Exiled” y “Alone” nos devuelven de nuevo a la calma, siendo ambas muy buenos temas cargados de sentimiento y densidad sonora bien entendida. A partir de aquí, el disco entra en un tramo un tanto soso con “Visions” y “New Beginnings”, 2 cortes bastante prescindibles. Para el final, eso sí, la banda se guarda 2 ases en la manga; “Nostradamus”, un corte que seguramente todos habréis ya escuchado y que engancha con cada escucha y la apoteósica “Future Of Mankind”, donde el Heavy Metal, los riffs asesinos y los agudos de Rob Halford predominan y cierran en disco por todo lo alto.
Prácticamente todos los cortes instrumentales e interludios están muy logrados, aunque sí es cierto que se parecen mucho entre ellos repitiéndose siempre la misma fórmula: Voz de Halford + teclados + guitarra acústica.
El disco en general desprende un sentimiento único que encaja perfectamente con la historia que éste narra; Las profecías y la vida en general del famoso Michel de Nostradame, más conocido como Nostradamus.
“Nostradamus” es un disco notable, y no roza el excelente quizá porque es demasiado extenso. Seguramente, de haber contado con unos 20 o 30 minutos menos de música, habría quedado más compacto y digerible. De cualquier modo, los fans de la música disfrutarán de una obra así donde se nota muy claramente la de meses de curro que hay detrás, tanto en la complejidad de las composiciones como en la fabulosa producción, donde destaca una batería con una profundidad típica de las grandes producciones de los 80 así como un tratamiento de la voz de Rob Halford perfecto e impoluto.
Ardo en deseos de ver las reacciones que un disco como éste provocará entre los seguidores de JUDAS PRIEST y el Heavy Metal en general. Estoy convencido que la inmensa mayoría de gente aplaudirá una obra como ésta. Pero de la misma forma, habrá un buen puñado de acérrimos que no entenderán que a estas alturas JUDAS PRIEST desean hacer algo diferente a lo que se presupone que deben hacer. “Nostradamus” es una obra compleja y notable, pero merece de varias escuchas. Por lo tanto, antes de juzgarlo, párate a analizarlo como es debido, dudo que te arrepientas.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.