Todo el mundo se quedó ayer patidifuso al ver el cartel de Hellfest 2022. No es para menos. La salvajada que anunciaron es un hito sin precedentes -sobre todo recientes-, pero hubo ciertos factores que hacen que esto sea algo más trascendente de lo que pensamos.

Obviamente, como cualquier persona, al ver los siete días de festival repartidos en un periodo de diez (17, 18, 19, 23, 24, 25 y 26 de junio de 2022), la cabeza no conseguía asimilar un line-up de esas dimensiones -y más mientras estamos viviendo el segundo año consecutivo sin festivales-. No obstante, lo que ha generado que Hellfest se haya elevado “al nivel definitivo” si se puede llamar así fue otra cosa.

Claro que es una pasada que bandas como Airbourne o Megadeth vayan a hacer doblete tocando en dos ocasiones (una en cada semana de las que se celebrará el festival. Claro que es impresionante ver que Helloween, que sería cabeza de cartel sin lugar a dudas en cualquier evento de metal del mundo, esté en segunda línea (un poco extraño que esté debajo de Wardruna, pero ese es otro tema). Claro que el hecho de siete días con un roster de bandas de ese calibre está al nivel -al margen de que es en otros estilos- de Primavera Sound, Glastonbury o Coachella. Está claro que todo eso es una burrada, pero hubo un momento en el que un click llegó a mi cabeza y me dijo: lo han conseguido.

No te importará, pero para mí fue el punto en el que lo entendí todo. Anoche estaba hablando por un grupo de WhatsApp con unos amigos después de la vorágine de información recibida unas horas antes con el anuncio del festival galo. Un chat en el que mandamos memes, hablamos de fútbol, de lo pésima que es la selección española en esta Eurocopa, de que Zidane y Ramos se han ido porque les tocaba… Somos tres personas y yo soy la única a la que le gusta el metal y sigue la actualidad (por la cuenta que me trae). Ellos son más afines a la electrónica y al rap respectivamente, y Víctor, este último, de repente dijo: “Oye, está muy flama el Hellfest, no? Hay nombres muy gordos. Ya en la parte baja me pierdo más, pero hay cositas”.

En ese momento le confirmé que sí, que es una locura, pero entonces entré en razón: uno de mis mejores amigos, que no está puesto nada en los festivales de esta esfera, me está hablando de Hellfest. Lo han logrado. “Encima la gente lo va a pillar con ganas. Me animaría hasta yo, así que fíjate. Pero estoy pelao xD”, añadió después Víctor. “Jajaja lo he pensado hasta yo, y no es mucho mi rollo”, comentó tras un rato (cuando lo leyó) Rubén, mi otro amigo aficionado de la música electrónica.

Cuando dos personas que están tan apartadas de un mundo como el rock y el metal se enteran de un evento tan masivo e incluso tienen ganas de ir sin que ese tipo de música le llame es que el festival lo ha conseguido. Hellfest, lo habéis conseguido, enhorabuena. Habéis hecho que un evento de metal traspase fronteras sin precedentes y, también, habéis conformado el que probablemente sea el festival más grande de este género de la historia -o, al menos, a un nivel similar al de aquellos míticos Monsters Of Rock-. Todavía no se han puesto a la venta las entradas para los cuatro nuevos días de festival, pero si esto está sucediendo aquí en España, felicidades por el sold out que vais a conseguir en cuestión de minutos. Os lo merecéis.

Ah, y gracias por organizar algo así, después de todo lo que estamos pasando toda la población de todo el mundo. Hellfest 2022 va a ser legendario.

Dani Bueno