FAUNA METALICA: EL BORRACHUZO METALERO
The Metal Circus se complace en presentarles esta primera entrega de FAUNA METALICA, que tratará en esta ocasion sobre una especie que no esta precisamente en vias de extincion ya que mas bien parece crecer con el tiempo, estamos hablando de... EL BORRACHUZO METALERO.
¿Quien no ha tenido nunca un encuentro con uno de esos seres que un servidor denomina “Borrachuzo Metalero”? la verdad es que se trata de una especie única y presente en el 100% de los conciertos y no digamos ya festivales donde estos entrañables personajes se encuentran en su ecosistema natural, pero definamos antes como es este ser al que un servidor denomina como “Borrachuzo Metalero” al que a partir de ahora conoceremos como Borrachuzo a secas.
El Borrachuzo es un entrañable personaje que se encuentra en todas las concentraciones de mas de 50 heavys (no es una cifra exacta pero se acercaría bastante a la realidad) preferiblemente conciertos, y que se caracteriza por ponerse hasta las cejas de alcohol u otros sucedáneos psicotrópicos tras lo cual se dedica a dar bandazos por entre el resto de asistentes a la concentración/concierto pudiendo realizar las siguientes acciones.
- Saltar y brincar como un poseso repartiendo generosamente su melena por todas las personas que se encuentren en un radio de cinco metros a su alrededor, en el caso de que el personaje en cuestión no cuente con una melena lo suficientemente larga, se contentara con abalanzarse sobre quien tenga delante, golpear con su metalero brazo a la hora de hacer cuernos a todo despistado que se encuentre cerca o pisar al mas pintado con sus botas New Rock de 2 kilos de peso.
- Son muy peligrosos con un vaso lleno en las manos ya que tienen la extraña costumbre de derramar su contenido bien sea por el suelo (mejor de los casos) o por encima de cualquier alma desvalida que ose cruzarse en su camino, algunos de ellos tienen la costumbre de llevar el vaso alzado con lo que el derramamiento alcanza un radio mas amplio y puede llegar a duchar literalmente a cualquiera si se da la ocasión propicia para ello.
- Despiden unos inconfundibles efluvios mezcla de sudor con alcohol filtrado a la piel que los hace reconocibles a varios centímetros de distancia, se han llegado a dar casos en los que se ha visto a alguno sudando literalmente alcohol en sus múltiples variantes.
- Tienden a soltar frases lapidarias que el resto de los mortales recordamos durante el resto de nuestras vidas para sacar a colación en los momentos de mas cachondeo en una noche cualquiera de fiesta con los amigos, particularmente un servidor gusta de recordar a cierto individuo que en cierto concierto de Judas Priest en Badalona, después de pasear y golpear repetidamente con su larga melena rizada el pobre rostro del que aquí escribe, consiguió tener la delicadeza de girarse, y viendo la cara de circunstancias de un servidor solo acertó a decir… ¡Que son los Judas Tío!
Mención aparte merecen los festivales veraniegos que azotan nuestras tierras cada año, en estos lugares el Borrachuzo encuentra su Valhala particular en el que tiende a encontrarse son seres de su misma especie formando peligrosas asociaciones capaces de causar estragos tanto en medio de cualquier concierto como por la zona de acampada donde a la mas mínima ocasión aprovechara para soltar gritos y gruñidos varios impidiendo el descanso de sus vecinos o literalmente caerá sobre la pobre tienda que se cruce en su camino este ocupada o no.
Tras años de asistencia a conciertos un servidor ha tenido simpáticos o a veces desagradables encuentros con muchos de los seres que aquí se describen y la verdad tras todos estos años sigo sin entenderlos muy bien, siempre he sido de la firme creencia que una banda en directo, sea cual sea y tenga el nivel que tenga se merece un mínimo de atención que para mi sería imposible dar con cierto estado de embriaguez, ciego, globo o como quieran ustedes llamarlo, no pretendo ser aquí apóstol de la abstinencia alcohólica por que entre otras cosas no la practico y me encanta salir por ahí y tomar libremente una cerveza o un cubata sin mas preocupaciones que llegar a casa en un estado suficientemente sobrio como para no acabar con el mobiliario, pero si bien es cierto que un concierto, siempre en opinión personal, es donde una banda demuestra su grandeza, donde refrenda si esa maravillosa producción o esa fantástica canción son en realidad bien interpretadas en directo o se convierten en una enorme decepción en la que nada suena como en el disco y el vocalista supera el record mundial de numero de gallos por segundo, esa capacidad de análisis creo humildemente que es imposible tenerla tras la ingesta descontrolada de cerveza o sucedáneos.
Para ser justos diremos que si, también he pecado en alguna ocasión de sobrepasarme, curiosamente las dos únicas ocasiones que recuerdo han sido en conciertos gratuitos de Saratoga, que remedio ya que se peca alguna vez por lo menos que no sea en un lugar donde un servidor se ha dejado ese buen puñado de euros que tanto ha costado ganar.
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