EL OTRO METALWAY

Como muchas veces ocurre en este tipo de macrofestivales, hay cosas que todo el mundo ve y otras que quedan reservadas para los ojos de unos pocos, que por suerte o por estar en el sitio y momento adecuado, ven una cara diferente de gente, que en otras circunstancias, da una imagen bien distinta.

Ocurren además un sinfín de anécdotas, y es que en tres días da tiempo prácticamente a todo. En la mayoría de casos no dejan de ser detalles curiosos, sin la menor importancia o incluso meras anécdotas. Pero como no todo ha de ser seriedad y crónicas, así que aquí os traemos otra visión del festival Metalway edición Gernika, desde dentro.

Siguiendo
un orden más o menos cronológico, empezaremos por el Jueves. En ese día la única
idea que rondó las mentes de muchos fue si se llevaría a cabo el festival sin
problemas. Las vallas de contención del recinto principal habían volado literalmente,
y el viento y la lluvia no ayudaban mucho a la hora de encontrar una solución
para esta adversidad. Una vez llegados a la zona de acampada, la pregunta era
– una vez ya  instalados por supuesto – el cómo se las arreglarían las personas
que llegaban a media tarde para montar la tienda con una lluvia bastante importante.
Y sin ánimos de mostrar un “hijoputismo” de alto grado, el saber
que otros entrarían a la tienda totalmente mojados y se las estarían viendo
moradas para plantar su residencia provisional, mientras que
tu único dilema pasaba por adivinar cuándo pararía la lluvia para poder tomarte
una cerveza, ayudaba en aquellas circunstancias. Esa noche, como en todo buen
festival, los cánticos del personal no se hicieron de rogar. Se notó eso sí,
un descenso de popularidad de clásicos de estas ocasiones como la de los “dioses”
GIGATRÓN. No me produjo ningún tipo de nostalgia, por otra parte. A la mañana
siguiente, un espontáneo cantaba a grito pelado la canción del “Barquito
chiquitito” por toda la zona de tiendas. Ni que decir tiene que automáticamente
se ganó la enemistad de prácticamente la totalidad de los allí presentes, y
las ganas de ejecutarle no fueron pocas.

Llegábamos
al Viernes, y con todo el ajetreo del festival no fue hasta por la tarde hasta
cuando pudimos saludar algunos amigos. Siguiendo las directrices de la organización,
fuimos acompañados por una de las dos personas asignadas para esta labor, ambas 
encantadoras, por cierto, y saludamos a nuestros amigos de FINNTROLL. Tenían
ganas de
todo, menos de hacer entrevistas, así que estuvimos charlando y nos transmitieron
sus buenas sensaciones en el festival; y es que tras haber pasado por cierto
festival italiano en el que su abastecimiento para tres días consistió en seis
latas de cerveza y dos botellas de agua, aquello les parecía jauja. No sería
la última vez que les veríamos, y es que los finlandeses se tiraron todo el
sábado practicando la barra fija. Nos cruzamos en aquel momento con la cantante
de BENEDICTUM, que parece la versión masculina de Tina Turner pero que mostró
su amabilidad y su cara de gente de buena gente. Por otro lado, la acompañante
de Molly de HAMLET lucía un más que llamativo vestido rojo que acaparó muchas
miradas. Me consta que muchos incluso pidieron hacerse fotos con ella e incluso
lo consiguieron. Ente tanto Andy, cantante de BRAINSTORM, abría la lista de
personas que fueron cogiendo de forma disimulada carteles del festival, apilados
en una mesa. A partir de ese momento todo aquel músico que pasaba junto al montón,
parecía obligado a coger un cartel. Y si no que se lo digan a los de BENEDICTUM
que parecían necesitar papel en cantidades industriales para forrar sus casas.
Poco después teníamos
la suerte de ser recibidos por la gente de THE GATHERING. Prefirieron estar
cómodos y por ello la entrevista se llevó a cabo dentro de los “contenedores”
que cada banda tenía asignado. Marjolein fue la más lista de todas y se hizo
con el sillón. A la salida, Anneke y los Rutten disfrutaban de unas cervezas
sentados alrededor de una mesa, como si de turistas se tratase. Poca gente más
se dejó ver en ese día. Salvo las bandas que accedieron a firmar y algún que
otro despistado que salió a dar una vuelta por las carpas del festival. En una
de ellas estaba el incombustible Javi Metal, junto a si no recuerdo mal, Carlos
de Mephisto. Fue curioso ver su evolución a lo largo de los tres días del festival.
Me sumo a su paciencia, tras haber recibido cientos de peticiones para que pinchasen
el “Hail And Kill” de  MANOWAR. Mientras tanto, el señor Ramos deambulada
de un lado a otro con su estrés habitual y portando una mochila que parecía
el gran bazar de unos chinos, por lo abultado de la misma. Fue momento para
saludar a algunos viejos conocidos, como Oskar “Terramortis” de
La Estadea, que compartía charla con Pilar de Deathlight promotion, a la que
mando también un
saludo al igual que a toda la gente que pudimos saludar en los tres días. Gente
de Avulsed, Autumnal, Crystalmoors, Last Deception, Rancor, Embellish, Westfallenpark…muchos
miembros de bandas nacionales se dieron cita en el festival, lo cual me reafirma
en la idea de que la propia escena realimenta el movimiento musical de este
país. 

Llegaba el Sábado y con él, alguno de los mejores momentos del festival. ARCH
ENEMY acapararon muchas miradas, y como no, la Gossow que consiguió más de un
giro de cabeza; y creo que no debo explicar el por qué de esta frase. Una vez
desayunados y descansados, en la medida de lo posible, nos reunimos con el señor
Penumbra que recorría una y otra vez el camino hacia el escenario para poder
traernos las fotos. Le cedimos amablemente
el ordenador para que se pusiese a escribir como un loco y hay documentos gráficos
que lo atestiguan. Mientras tanto Ramos iba y venía en su particular peregrinaje.
Este hombre tiene estrella, y fue así como consiguió taxis improvisados que
le salvaron en más de una ocasión para llegar al lugar donde pernoctaba. Llegaban
entonces los miembros de AXXIS, que se lo habían pasado tan bien en su actuación
que cambiaron una previsible rueda de preguntas por unas fotos con la gente.
Majos los alemanes. Teníamos hora con MY DYING BRIDE y allá que nos fuimos.
De primeras John, batería de THE PROPHECY y que sustituía a Shaun por problemas
físicos, se quedó con ojos a cuadros al verme con una camiseta de su banda,
que adquirí en la gira itinerante del Doomination Of Europe, en el que para
que os hagáis una idea, la media de asistentes en cada concierto no debió superar
las 50 personas. Saludos y algunas bromas y nos pusimos manos a la obra con
las preguntas a Andrew  y a Ade. ¡Chapeu por los británicos! Antes de salir
de la zona de backstage tuvimos tiempo para ver las habilidades de los FINNTROLL
a los dardos, que en aquel momento ya eran dueños y señores de toda el área
recreativa y su nivel de alcohol aumentaba por momentos. Sentados de nuevo frente
al ordenador, pudimos ver el fugaz paso de la gente de MINISTRY, que llevaba
un auténtico séquito de personas a su alrededor. Joey Jordison, batería de SLIPKNOT,
ponía el punto a la figurada “i” personificada en Alain Jourgensen,
que no deja de ser un maromo de dimensiones importantes. Llegaba el momento
de retirarse, y como no, había que hacer una nueva visita al puesto de Javi
Metal. Efectivamente, el nivel de fuerzas había disminuido después de pinchar
una noche entera Heavy Metal. Y lo que le faltaba. Fuimos testigos
de cómo un espontáneo le pedía STRYPER si no recuerdo mal, mientras sonaba DIMMU
BORGIR. Mala combinación.

Domingo. El indiscutible líder de la jornada en cuanto a espectáculo se refiere:
Brigui de KOMA. Dio mucho juego, y se lo agradecemos. No creo que piense de
esta manera la camarera del área de prensa, que poco menos que tuvo que huir
mientras el cantante de los navarros se metía dentro de la barra para hacer
efectiva la opción de autoservicio a la vez que preguntaba a la chiquilla si
tenía novio. Esta vez sólo teníamos pactado un encuentro con Fernando Ribeiro
de MOONSPELL. Antes de que nos recogiese, vimos cómo las chiqas de CRUCIFIED
BARBARA cruzaban toda la zona de backstage, toallas en ristre, tras la ducha.
Desde nuestra mesa, veíamos como de nuevo Sergi Ramos desplegaba sus mil y un
aparatos que consiguieron las efectivas actualizaciones en directo. Este hombre
tiene de todo; aunque vio con sorpresa como nosotros no nos quedábamos a la
zaga y llevábamos hasta multiplicadores de enchufe, que al final fueron incluso
útiles. Vuelta a la zona de prensa y allí que nos encontramos a ….efectivamente,
a los FINNTROLL bebiendo cerveza y demás espirituosos. Mikael fue el primero
en quedarse observando el abanico de Katia,y le faltó tiempo para pedírselo
prestado. Al final éste dio una vuelta completa, y todo el mundo quedó encantado
con el simple pero efectivo artilugio. WITHIN TEMPTATION pasaban en ese
momento como una exhalación por delante, para dirigirse a la carpa de firmas
y no nos dieron tiempo ni siquiera para sacarnos una foto. Hora de cenar, o
al menos para nosotros lo era, y a las 12 de la noche visitábamos la zona de
catering no sin antes presencial la llegada de Mustaine, que echó una mirada
por el escenario siempre rodeado de tres personas de seguridad. Entre tanto,
a Brigui de KOMA se le unían compañeros de la banda y algún que otro amigo.
Espectacular ese amago de jota aragonesa sosteniendo dos minis en la mano ante
la mirada de muchos, entre los que se encontraban miembros de SU TA GAR que
se dieron una vuelta por el festival. Quedaban ya pocas horas de festival y
fue entonces cuando decidimos que era momento para dar una última vuelta por
las tiendas por aquello de pillar las últimas gangas. Poca cosa encontramos.
Lo que sí pudimos ver fue al señor Javi Metal de nuevo, cuyos dos días de música
non-stop habían conseguido que éste se plantease echarse a dormir ¡debajo de
la propia mesa de mezclas! Esta claro que gente de la pasta de Javi hay poca,
y si puedes dormir sonando a todo trapo TWISTED SISTER, eso quiere decir que
ya no das más de sí. Como tampoco daba para más el festival. Así que con esta
última visita daba por concluida nuestra visita a la segunda edición del Metalway.

La jornada del Lunes transcurrió entre las idas y venidas de la gente transportando
macutos, tiendas, mesas, auténticos búnkeres de lona y demás equipaje. Por nuestra
parte, y tras un merecido desayuno con café y bollo incluido, nos dirigimos
de vuelta hacia nuestro destino.

A buen seguro que este festival dejará muchos recuerdos, quizá buenos o por
el contrario malos. De cualquier manera, desde aquí podemos decir que tenemos
ganas de volver el próximo año si el cartel y las circunstancias animan a ello.
Los tres días de festival han dejado un particular buen sabor de boca y desde
aquí, aprovechamos para mandar saludos a todos los amigos que vimos en Gernika
y en general a toda la gente que asistió a esta segunda edición del Metalway!

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