No te tomes este artículo muy en serio. Creo que es tan importante señalar esto antes de que sigas leyendo, así como que, pese a mis observaciones, me encantan todos y cada uno de los temas que recopilo aquí.

No es una lista muy seria, pero eh, San Valentín tampoco es un festivo de verdad. Pero si estás cansado de las parejitas poniendo “Still Loving You” a toda ostia y subiendo trescientas fotos por byte de memoria de Instagram, esta lista es para ti.

Queensrÿche – I Don’t Believe In Love

Estaba claro que esta canción iba a salir tarde o temprano. Es más, es posible que, a estas alturas de San Valentín, el metalero solterón de tu grupo de amigos ya la haya compartido, no sin antes una larga disertación sobre cómo las empresas, sus equipos de marketing y el hombre que huele a cebolla en el metro inventaron la celebración para enriquecerse y propiciar la extinción de la tortuga mordedora.

Pese a todo, las cosas como son: «I Don’t Believe In Love» es un temazo. ¿La parte más floja de ‘Operation Mindcrime’? Probablemente, pero la peor parte de ese disco de Queensrÿche sigue siendo muy buena. Si, las letras son un tropo tras otro, y bien podrían haber sido escritos por un chaval de sexto de primaria al que su crush le ha rechazado después incluso de haberle regalado su colección de tazos de Pokémon, y se entremezclan torpemente con la compleja trama político/policíaca del resto del álbum. Sin duda te ayudará a convencerte de que tu noche de Netflix y palomitas es mejor que la que está pasando tu ex en el jacuzzi de algún hotel.

Megadeth – In My Darkest Hour

Por supuesto, no podía faltar una canción compuesta por Dave Mustaine en este top, quiero decir, el pelirrojo parece haberse roto el corazón más veces que el aficionado promedio del Atlético de Madrid. “Trust”, “She Wolf”, “The Mechanix” … La lista de canciones de Megadeth que lidian con problemas para congeniar con el sexo opuesto es larga, si bien tampoco monopolizan su discografía. “You just laughed, ha ha, bitch!” Por favor, que alguien envíe a Mustaine a mediar los conflictos fronterizos de la franja de Gaza.

Realmente «In My Darkest Hour» siempre me ha parecido bastante triste. Logra capturar los pensamientos de alguien que trata de dejar sus propios problemas atrás para estar bien en su relación actual. Por supuesto fracasa estrepitosamente, porqué ella, igual que tu ex, es una mala persona, y en vez de agradecer que te esfuerzas por dejar tu oscuro pasado atrás, se horroriza por los cinco cadáveres de niños que tienes enterrados en tu jardín. En fin, la hipocresía…

Iron Maiden – Wasting Love

También conocida como la balada menos buena de Maiden o como la canción que Steve Harris le dejó escribir a Bruce Dickinson -a ver si rajando de su ex mujer que le engañó con Nikki Sixx se descargaba un poco y se quedaba en Maiden sin dar muchos problemas-. El videoclip de «Wasting Love» en sí es un poco raro, hasta difícil de ver si eres fan de la doncella. Quiero decir, se pasó de la divertida extravagancia con cuatro cucharadas de humor inglés de “The Number Of The Beast” a un Sturm und Drung de antorchas, medias luces y miradas lacónicas que soltaba un poco tufo a dramón preadolescente. Que, a ver, eran los ’90.

El tema realmente no está mal, y realmente habla de cómo el pobre Bruce aparentemente se regodeaba en los frívolos placeres del sexo casual, todo como consecuencia de su pobre experiencia con la monogamia contractual estándar que coloquialmente llamamos matrimonio. Emocionalmente no estaba en su mejor momento, pero tampoco lo estaba Iron Maiden, así que, hasta cierto punto, una canción así resulta coherente. También puedes ponértela para convencerte de que los cinco años que pasaste con ella, viajando por el mundo y creciendo como persona fueron un desperdicio que te impidieron seguir tu verdadera vocación: insultar a desconocidos por Twitter.

Mötley Crüe – Too Young To Fall In Love

¿Recordáis que antes decía que la mujer de Bruce Dickinson le engañó con Nikki Sixx? Pues realmente la culpa fue suya por hacerse ilusiones, pues el bajista de Mötley Crüe deja bien claro lo que sucede si le pides su amor. Por supuesto, lo que ocurre es que es demasiado joven para enamorarse, aunque tenga casi sesenta años, igual que tu amigo que estudia ingeniera informática es aún demasiado joven como para que su madre deje de limpiarle sus sábanas de Naruto.

Si, «Too Young To Fall In Love» ha envejecido tan bien como aquel “No perdonarán mi pecado original, de ser joven y rockero”, pero la verdad es que transmite un buen rollo y una calidez que aquellos que hemos de pasar estas fechas aprovechando el premium gratis de PornHub agradecemos enardecidamente. También puedes ponerla a toda hostia mientras das una vuelta en coche con tus amigos solteros (si aún te quedan, claro).

Slipknot – Snuff

Aún recuerdo la sorpresa que me llevé con 14 años cuando me enteré de que los mismos tíos de las máscaras terroríficas, los monos de Chernobyl y canciones que equiparaban a la gente con heces tuvieran una balada tan tranquila. Una balada que, por cierto, probablemente tenga una de las letras más devastadoramente hermosas jamás escritas. Una balada que pese a ser de Slipknot, suena mucho mejor cuándo Corey Taylor la canta solo con su voz y una guitarra. Pero eh, esto sigue siendo una lista de metal, que somos tíos duros.

«Snuff» es preciosa de una forma extraña, poseyendo la clase de belleza que un T-Rex observó en el meteorito que estaba a punto de estrellarse contra la Tierra. Sigue la clásica estructura de Kübler – Ross para lidiar con el duelo, solo que da un salto un poco abrupto de la divinización del amor perdido al rechazo más absoluto. Casi tan abrupto como el cambio que hizo tu ex al dejarte por el colega más guapo, divertido y que si creía que buscar un trabajo era una prioridad.

Steve Wilson – Drive Home

No podía faltar el señor Steven Wilson en una lista tan vivaracha como esta, y es que el otrora frontman de Porcupine Tree, es a tu depresión lo que Hans Zimmer a las películas de Cristopher Nolan. Dicen que cada vez que escribe una canción feliz, un trapero deja los porros, y aunque perder a una novia es una jodienda, no es el tema más oscuro del que ha cantado. Ya sabéis: suicidios, asesinos, bandazas que jamás se van a reunir…

En algún momento todos hemos cogido nuestro coche, moto u otra montura de confianza para hacer un viaje que no deberíamos haber hecho, probablemente con el corazón galopándonos en el pecho y a las ignotas horas en las que tu vecino suele poner reggaetón a toda ostia. “Drive Home” captura la perfección la sensación de fracaso fútil, de fallar aun cuándo lo haces todo bien, de querer hacerte uno con tu coche y fundirte en un éxodo perpetuo entre los tenues pliegues de niebla de alguna oscura autopista.

Sonata Arctica – Tallulah

Otro que no podía fallar en esta lista es el señor Tony Kakko, también conocido como el adalid de los corazones rotos y de los estudiantes de oposiciones. El éxito de Sonata Arctica parece que es directamente proporcional a lo mal que le vaya a su pobre cantante en el amor, y es que cuándo mejores discos han sacado ha sido cuándo más hecho polvo estaba. Porque seamos sinceros, a nadie le gusta los Sonata felices y optimistas, del mismo modo que a nadie le gusta ir a la boda de alguien del grupito de amigos del cole. Cuando quieres a alguien, lo último que deseas es que sea feliz.

“Tallulah” es especialmente dramática, pues presenta a un terrible ser al que el metalero promedio se ha de enfrentar en algún momento: el batería melenas y sexy de tu banda. Ósea, siempre jode que tu novia se vaya con otro miembro de tu banda, pero venga ya, ¿con el batería? Para empezar, nunca sale en las fotos porqué está detrás de ti en los conciertos, pero es que aparte solo es más agradable, inteligente y ambicioso que tú. En fin, ya vivirá para arrepentirse de sus errores.

Tool – Schism

Parece que cuándo Maynard James Keenan no va hasta las cejas, bien podría abrir su propia clínica de terapia de parejas. La letra de «Schism» es sorprendentemente madura y compleja, aunque claro, la ha escrito la misma banda que habla de Carl Jung, de la apoteosis del tercer ojo o que recrea la secuencia de Fivonacci con su música. Tool habla del deterioro de una relación, pero no desde una tristeza primeriza, sino desde la impotente desesperación del que ha visto cómo algo así ocurría anteriormente.

Al final todas las relaciones son iguales, ¿no lo ves? ¿Para qué detenerte a analizar qué hiciste mal y qué te convertiría en mejor persona? Es mucho mejor obcecarse en el cómodo convencimiento de que todo está escrito y que tartar de zafarle la última palabra al destino es un ejercicio de futilidad. Que no haya nadie a quién culpar no significa que no desees extender el dedo, culpar al otro, deleitarse con el derrumbe del templo y embriagarte del abrasador fuego que su día inundó vuestros corazones.

Porcupine Tree – The Start Of Something Beautiful

¡Tú otra vez! Ya os he advertido de que el señor Wilson tiene una retorcida y morbosa obsesión con romperte el corazón. Esta vez lo hace acompañado de algunos de los mejores músicos que se hayan juntado jamás, aunque no están ahí para alegrarte el día, sino no serían Porcupine Tree. «The Start Of Something Beautiful» es tan misteriosa como inocente, y pronto convierte la ilusión de algo que comienza como una dulce promesa en la agonía que siente el que le es privado de algo que nunca supo que necesitaba en primer lugar.

¿Pero sabéis a quién se le arrebató algo que no sabía que necesitaba? ¡A mí! Y ese algo se llama Porcupine Tree. Sí, la carrera en solitario de Wilson está muy bien, pero venga ya, ¿habéis escuchado ‘In Absentia? Una banda así no puede simplemente no volver a juntarse. ¿Qué se creen, que son Led Zeppelin? Las parejas pueden ir y venir, pero definitivamente todo sería más fácil de superar en un mundo en el que Porcupine Tree se han reunido.

Judas Priest – Victim Of Changes

Otro clásico que no podia faltar es «Victim Of Changes» de Judas Priest. Siempre ha habido cierto misterio alrededor del tema exacto de esta canción, pese a que la propia letra lo deja bastante claro. Habla sobre une entrañable señorita que, tras un minucioso cálculo hedonista, decide que trabajar 40 horas a la semana es indigno de ella, y que alguien de su hermosura se lo merece todo sin tener que hacer mucho más que existir. Pese a todo, el tiempo no perdona, y cabe recordar que en los felices años ’70 no existía OnlyFans, y que para ser una trepa tocaba practicar la caza mayor en los bares más exclusivos al norte del Mississipi.

Si escuchas esta canción probablemente sea para convencerte de que el tiempo no pasa en balde, y que de uno u otro modo, a todo cerdo le llega su San Martín. Si, es persona que te hizo tanto daño se está echando a perder, y es que, a diferencia de ti, no tiene ese carisma o esa extraordinaria inteligencia que hace que cualquiera olvide los insidiosos michelines o el hecho de tener más entradas que una filial de Ticketmaster.

Manowar – Pleasure Slave

«Pleasure Slave» es un poco comodín dentro de la cohesión temática de las que gozan todas las anteriores, pero creedme cuándo digo que tiene todo el sentido del mundo. Te reto a que en una fecha tan señalada como la de San Valentín, hagas lo siguiente: ten una entrañable cita con alguna señorita, súbela a tu sucio apartamento y a continuación procede a ponerle esta canción. Tardará menos en huir de tus garras que un youtuber de la presión fiscal española. ¿Pero cómo es posible que Manowar haga una canción machista? ¿Qué será lo próximo, una canción de Sabaton sobre la II Guerra mundial?

El Bueno de Joey DeMaio siempre se ha defendido diciendo que la canción es su guiño al BDSM, no a las mujeres en general. Menudo susto, ¿eh? Si en realidad Manowar siempre han sido unos avanzados a su tiempo, y ya allá por el ’88 anticiparon el auge de 50 Sombras de Grey, novela cúspide en la disertación sobre los derechos y libertades de la mujer en el s. XXI.

Beast In Black – Sweet True Lies

Ah, las mentiras, la forma más rápida de derrocar la confianza en otra persona y a la vez la mejor a la hora de convencer a un tercero de que es especial, de que vuestra relación no responde a la necesidad patológica de estar con alguien, independientemente de quién sea el ser en cuestión. Como diría Homer Simpson. “Por las mentiras, causa y a la vez solución de todas las relaciones”. Por supuesto, todo suena mejor al ritmo cañero de ese ritmo 50% pop ochentero 50% power metal que da poder a Beast In Black.

«Sweet True Lies» es bastante chula, y más animada que la mayoría de baladas deprimentes conforman esta lista, aunque siendo Beast In Black, la canción no habla de aquella vez que tu ex te dijo que iba a estudiar a casa de una amiga a las 3 de la mañana de un sábado, sino del capítulo 27 de Besrerk, concretamente de cuándo Luffy descubre que Mikasa es un clon de su difunta madre. Aun así sigue siendo un temazo, y de paso ayuda a convencernos de que nunca hemos mentido y de que siempre hemos sido unas víctimas.

Sabaton – The Final Solution

¿Crees que tienes problemas? Si, estás pasando San Valentín solo y sin perspectivas de mejora a la vista, y todo en el contexto de una pandemia mundial que ha convertido a nuestros padres en las personas más paranoicas de la historia, pero podría ser mucho peor. Cuando sientas que la vida es dura e injusta piensa que entre 1936 y 1945, millones de hombres, mujeres y niños fueron trasladados a un sistema de campos de concentración distribuido por el centro de Europa, en el que eran tratados poco mejor que animales y en el que eran ejecutados por su origen étnico y sus creencias.

Creo que cualquiera de estas personas habría preferido pasar el peor San Valentín de la historia en el contexto de la sociedad capitalista en la que vivimos, construida sobre la sangre y los huesos de jóvenes que murieron en los campos de batalla alrededor del globo, que un solo segundo al abrigo de uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad. Vamos, que no estamos tan mal en comparación a lo que se plasma en «The Final Solution» de Sabaton.

Marc Fernández