La profesión que abandonó Wolf Hoffman (Accept)
Wolf Hoffmann ha hablado de cómo el heavy metal le hizo estar desilusionado hace 25 años y por qué siguió otro tipo de intereses o motivaciones personales como la que fue su trabajo por aquel entonces hasta que el grupo cambió de dinámica.
Wolf Hoffman, ex-fotógrafo
Tanto recientemente en una entrevista con «The Ron Keel Podcast» como el pasado verano con Vinyl Writer Music el guitarrista de Accept habló de su etapa como fotógrafo: «Si te soy sincero, me he retirado de ser fotógrafo. Lo disfruté durante muchos años, especialmente cuando Accept no estaba en activo. Me lo pasé muy bien siendo fotógrafo porque era un trabajo muy creativo en diversos aspectos y me encantaba.
Siempre fue el segundo amor de mi vida por extraño que parezca. Nunca sentí la misma pasión y satisfacción de lo que hago que cuando estoy en el escenario, grabando discos o similar. Pero en ese periodo, Accept estaba en un parón y supuse que era la segunda mejor cosa que podía hacer en la vida. Y lo disfruté», dijo Wolf en la primera de las entrevistas mencionadas.
En la segunda de ellas, Wolf Hoffmann comentó al respecto que «empecé a hacer fotos en la carretera cuando estábamos girando mucho y comencé a ver el mundo. Al principio fueron fotos turísticas como cualquier persona, y desde ahí fue evolucionando en una pasión y casi hasta una obsesión. Me fascinaba el proceso. Empecé con mi habitación oscura y mejorando mis propio revelado y me metí mucho en eso.
Un día en los ’90, cuando el grupo tocó a su fin, pensé para mí mismo ‘¿por qué no me doy una segunda oportunidad en serio? ¿por qué no le doy una oportunidad y veo qué puedo hacer con ello?’. Estaba un poco cansado del negocio de la música en ese punto y me convertí en fotógrafo profesional todos esos años. Lo pasé muy bien, pero sinceramente, ¿me da la misma satisfacción que tocar música sobre un escenario? Diablos, ¡no! I no creo que haya nada en la vida que pueda hacerlo. Por eso dicen ‘una vez eres músico, siempre eres músico’. Porque es casi como una droga -la quieres una y otra vez-. No he encontrado nada en la vida que se le acerque».
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