La investigación contra Till Lindemann de Rammstein llega a su fin y la Fiscalía declara no tener pruebas que sustenten las acusaciones de abuso sexual.

Después de meses de ruido y presión mediática y en las redes sociales, la Fiscalía de Berlín comunicó que no proseguirá con las investigaciones iniciadas de oficio en contra de Till Lindemann, frontman de Rammstein. Lindemann había sido objeto de intensa atención mediática en medio de acusaciones de abuso sexual, violaciones y distribución de narcóticos.

La saga comenzó en junio, cuando Shelby Lynn, una joven irlandesa de 24 años, denunció públicamente que había sido drogada en una de las habituales pre-partys que Rammstein y Till Lindemann realizan en el marco de sus conciertos.

Lynn declaró que Lindemann habría intentado tener sexo con ella en el transcurso de un concierto de Rammstein en Vilna, capital de Lituania, pero que ante su negativa no prosiguió con sus intenciones. Esta afirmación se vio respaldada por testimonios de otras mujeres que contaron experiencias similares, revelando que durante los conciertos, Lindemann seleccionaba mujeres jóvenes de las primeras filas para posteriormente invitarlas a fiestas privadas, en lo que se denominó el sistema de la «Row 0» (fila cero).

Presión pública

Estas denuncias causaron una gran controversia, desencadenando una ola de críticas y presión pública hacia la banda a lo largo de toda su gira europea de estadios. Hubo manifestaciones a la puerta de los estadios, peticiones de cancelación de conciertos y posicionamientos políticos de todo tipo. En respuesta, Lindemann y sus compañeros se armaron con un equipo legal para combatir las acusaciones.

Según los informes de la fiscalía, pese a los múltiples testimonios proporcionados a los medios de comunicación, no se presentó ninguna evidencia sólida ni se formalizó ninguna acusación directa por parte de las supuestas víctimas ante las autoridades competentes. Previamente, las autoridades lituanas ya habían rechazado anteriormente la solicitud de investigación basándose en la falta de pruebas sobre las denuncias relacionadas con el concierto en Vilna.

El bufete Schertz Bergmann, encargado de representar a Lindemann, expresó su satisfacción por la decisión, declarando: «La rápida conclusión de la investigación por parte de la fiscalía de Berlín demuestra que no hay pruebas suficientes de que nuestro cliente haya presuntamente cometido delitos sexuales». Se prevé que el equipo legal emprenderá acciones civiles contra quienes hayan realizado «declaraciones inadmisibles» en detrimento de Lindemann.

Ante estas circunstancias, se alzaron dudas sobre la motivación detrás de las denuncias. Las supuestas víctimas optaron por contactar a periodistas en lugar de presentar directamente sus acusaciones ante las autoridades.

La fiscalía hizo hincapié en ese hecho en su informe: «Las presuntas víctimas no se dirigieron a las autoridades encargadas de las investigaciones penales sino únicamente a periodistas».

El cierre de este caso resalta la importancia de la presunción de inocencia y la necesidad de que todas las acusaciones de este tipo sean tratadas con el mayor cuidado y rigor posible. La carrera y reputación de individuos pueden verse gravemente afectadas, y es imperativo que se maneje con responsabilidad y seriedad cualquier acusación.

Shelby Lynn: «No os saldréis con la vuestra»

La fan de Rammstein que inició toda la controversia, Shelby Lynn, ha compartido una publicación en la que insta a otras víctimas a enviar sus historias por e-mail, remachándolo con un «no os saldréis con la vuestra».

En las redes existe una gran variedad de opiniones acerca de los motivos por los que las presuntas víctimas no habrían denunciado los hechos formalmente. Entre otros motivos por el miedo a ser señaladas públicamente y sentir la presión de la comunidad de fans de Rammstein.