Slash y su ex-mujer Perla Ferrer cierran un acuerdo de divorcio astronómico con muchos ceros. Por suerte para él, la gira de reunión de Guns N'Roses está fuera de alcance y no entra en los cálculos.

El guitarrista de Guns N’Roses, Slash, ha finalizado su acuerdo de divorcio con la que fuese su mujer y madre de sus hijos, Perla Ferrar. Un divorcio que lleva en preparación varios años y que finalmente ahora ha alcanzado su dimensión económica final. Y no son buenas noticias para Slash.

Según ha podido saber la web TMZ el acuerdo incluye un pago en efectivo a su ex-mujer por importe de 6.6 millones de dólares. Adicionalmente, su ex-mujer recibirá 100.000 dólares al mes en concepto de pensión personal y 39.000 dólares mensuales en concepto de pensión para sus hijos.

Slash tendrá derecho a mantener sus guitarras y todas las composiciones musicales que posee, incluido todos los futuros beneficios que de ellas deriven. Así mismo, se quedará un Ford F-150 del año 2011 y la casa que posee en Beverly Hills. Perla, por su parte, se llevará una casa en Los Ángeles un Range Rover del año 2014, un Mercedes AMG de 2015 y un Mercedes GL 450 de 2015.

Como puntilla final, Perla mantendrá la custodia física primaria de los hijos, London y Cash, y cada niño recibirá un 0,09% de los ingresos de Slash durante los próximos veinte años.

Un divorcio controvertido

El divorcio fue solicitado en el año 2014 y la ex-pareja ha tardado cuatro años en llegar a un acuerdo final. Aparentemente, la pareja no firmó ningún compromiso pre-nupcial cuando se casó en el año 2001, por lo que Perla puede recibir la mitad de los beneficios de Slash del año 2001 al año 2014. No obstante, y por suerte para Slash, su ex-mujer no podrá recibir nada de lo que Slash ha generado con la mega-gira de reunión de Guns N’ Roses, en marcha desde el año 2016. Una gira que ha recaudado aproximadamente 500 millones de dólares y que aún no ha finalizado.

El divorcio no ha llegado sin controversia: Slash aseguró en 2016 que él y Perla nunca estuvieron legalmente casados, ya que el matrimonio de un mes de duración que Perla mantuvo en 1993 con Carlos Marty nunca finalizó propiamente, ya que no llegaron a depositarse los documentos de divorcio efectivamente. El error fue descubierto cuando Slash y Perla solicitaron la doble nacionalidad para su hijo Cash.

Finalmente, Perla consiguió efectuar legalmente el divorcio de Carlos y Perla con fecha retroactiva de 1994.