El artista de 79 años hizo un concierto impecable en la ciudad condal en términos musicales, pero no todo lo que sucedió en su transcurso terminó de convencer al público.

El concierto de Roger Waters en Barcelona tuvo su clásica puesta en escena espectacular que dejó de nuevo la sensación de que no hay muchos shows de esta índole y dimensión en el panorama internacional (de la mano de la fantástica obra del músico a lo largo de su carrera con el repertorio de Pink Floyd como estandarte).

El público pita a Roger Waters en Barcelona

A pesar del excelente sonido y el montaje y producción visual para los aficionados, hubo una parte del show de Roger Waters que no convenció del mismo modo al respetable. Los momentos en los que Waters empezaba a hablar y se extendía (quizás más de la cuenta para una parte de los fans) generó que en la primera ocasión no, pero que justo antes de tocar uno de sus últimos temas del concierto en Barcelona, «Two Suns In The Sunset», se escucharan cuantiosos pitidos al artista británico (no todo el mundo, sea dicho).

Ya fuera por el hecho de hablar demasiado cuando la gente puede considerar que ha pagado por ver su música y lo que hay a su alrededor o por quienes podrían tener prisa por marcharse puesto que el concierto terminó a las doce de la noche aproximadamente -y el transporte público deja de funcionar por la noche, como el metro que empieza a clausurar su servicio a la medianoche-, Roger Waters fue silbado en Barcelona.

Lo que está claro es que, pueda gustar más o menos sus enormes discursos (que el propio músico dijo que eran largos en su actuación), Roger Waters cuando hace un concierto como en el que hizo a sus 79 años decide lo que quiere hacer en cada momento. No tiene ninguna necesidad de girar a día de hoy, y lo hace porque quiere y para hacer el espectáculo que le apetece. Y no solo se paga por ir a ver canciones de Pink Floyd, sino también, como se indicó en las pantallas, por sus mensajes políticos y por compartir un rato con las reflexiones o palabras de Waters. El hecho de que sea pitado en Barcelona como anoche no va a cambiar nada. A ver qué sucede en Madrid mañana y pasado.