Un músico mundialmente conocido se ha unido a la lista de artistas que no han querido actuar en la cita futbolística de selecciones más importante del mundo (valga la redundancia) ni por una cantidad astronómica.

El Mundial de Fútbol de Catar 2022 lleva ya tiempo siendo denominado como «El mundial de la vergüenza». Entre las principales controversias, está la corrupción, los derechos de las mujeres, la libertad sexual, las condiciones de explotación laboral y otros temas muy relacionados también como el cambio climático y el uso de la energía. El circo mediático en torno al mundial ha llevado a la organización hasta a contratar «hinchas fake» para los principales países. Hasta la selección de Dinamarca ha sido penalizada por llevar una camiseta con el eslogan «Derechos Humanos para todos».

Las numerosas voces críticas contra el Mundial de Catar

Y es que cada vez hay más conciencia social sobre las implicaciones políticas, morales y económicas que suponen eventos como las Olimpiadas, Congresos mundiales o los eventos de la FIFA ; fraguados en su mayoría al amparo de cuestiones éticas. Numerosos colectivos en todo el mundo están pidiendo estos días no darle audiencia al mundial de fútbol, pero esta vez, la crítica general en todo el mundo está más generalizada que una protesta exclusiva de ONG’s y movimientos sociales.

Aún con todo ello, este próximo 20 de noviembre empieza el gran evento y las voces críticas van a seguir sucediéndose. Numerosas han sido las celebridades de todos los ámbitos que han rechazado mostrar su apoyo, como han sido aquí en España, el celebre Caso del streamer Ibai Llanos. Y muchos otros como Dua Lipa o futbolistas como David Beckham o el más reciente caso, David Bellerín, quien muestra su rechazo poniendo sobre la mesa la cifra de Amnistía Internacional de los 15.000 trabajadores fallecidos durante las obras de la Copa del Mundo.

Incluso hasta la aplicación móvil oficial del mundial está acusada de espionaje, o el himno oficial, «Hayya Hayya», que pretendía ser un canto a la unión, con voces de América, África y Medio Oriente en clave de reggae y R&B ha resultado ser un auténtico caldo de cultivo de críticas por su parecido con «Waka Waka (Esto es África)» de Shakira, artista que tras varias informaciones dudosas y cambiantes, finalmente también ha rechazado asistir.

El Mundial de Catar pretendía contar con un evento musical permanente denominado FIFA Fan Festival, con posibilidad de aforo de más de 40.000 personas. Sin embargo, el Comité organizador de espectáculos de la FIFA ha tenido que trabajar algunas horas extra de más entre tantas negociaciones con artistas que caen en saco roto.

Entre ellas ha sido sonado el caso de Rod Stewart, el nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico, a quien le pusieron sobre la mesa la (quizá no tan) desorbitada cifra de un millón de dólares por actuar en la ceremonia inaugural y que ha rechazado, como confiesa en entrevistas, entre ellas a la BBC, porque «no le parece correcto asistir». Así de seco y ambiguo ha sido el mensaje que se ha viralizado en redes estos días. En lo que no se ha profudizado es en el por qué.

Rod Stewart y su pasión por el fútbol

Es curioso su caso, ya que en el fondo es un gran hincha del fútbol; cuando estaba en las filas de seguidores del Wembley F.C. en los años 70, en cuyo estadio por supuesto ha dado numerosos shows, salvo, curiosamente, el festival Live Aid de 1985 junto a otros grandes que tampoco estuvieron presentes como Bruce Springsteen, por causas históricas en el fondo ambiguas (cagadas de su manager sin mucho glamour).

El veterano músico británico ha reaccionado también recientemente en sus redes mostrando su apoyo a la Selección Ucraniana de fútbol para esta nueva edición del mundial, a pesar de que finalmente fueran eliminados pro Gales. Mensaje que ha sido, como es habitual en él, escueto pero muy significativo en su posicionamiento (más político que deportivo).

Al músico inglés, el mejor pagado del mundo, le han llamado innumerables veces filántropo por estas cosas. Etiqueta que se ha empleado para blanquear la imagen de multimillonarios desde tiempos inmemoriales. Pero aquí el interés de Stewart son bastante claros: evitar meterse en otro entuerto, cuya evasión de ingreso puede perfectamente permitirse.

Recordemos que Stewart en 2017 ya pasó por una polémica semejante, cuando no atendió a las críticas que recibió por su actuación en Israel. Ni siquiera una multitudinaria recogida de firmas de hinchas del Celtic de Glassgow (uno de los clubs con afición más compormetida socialmente en UK) consiguieron hacerle entrar en razón o boicotearle.

Seguramente, «sir Roderick» quien en el fondo es también un gran reaccionario, ha sabido encajar todo esto en el marco de la promoción de su último disco, ‘The Tears Of Hercules’ (2021) en un mundo en el que las actitudes contracomerciales son en sí mismas un gancho.

¿Acaso no es una de las premisas de la contracultura, que «rebelarse vende»? Más aún a sus 77 años, cuando el músico ya hace mucho que no se sale del guion y apenas plantea aventuras musicales arriesgadas, o giras fuera del mundo estrictamente anglosajón (USA, UK, Canadá, Australia…), como recientemente ha anunciado para 2023, junto a Jon Stevens y Cyndi Lauper (con quien ya lleva años girando habitualmente).

Oportunistas y ‘bienquedas’

Finalmente, otros serán los artistas los encargados de comerse el «marrón» de actuar en Catar; sin ningún inconveniente en obtener esa gran rentabilidad a corto plazo. Y como buena demostración de que es una decisión realmente comprometida, un historial de confirmaciones y cancelaciones se ha venido produciendo estos días.

Primeramente se confirmaron artistas como Shakira junto a Black Eyed Peas o los príncipes del k-pop BTS  (quienes curiosamente se encuentran realizando el servicio militar en Corea del Sur tras haber intentado eludirlo por influencia pública). Pero poco a poco han ido cayendo, estos y otros casos conocidos. Los artistas hispanos confirmados en este Fifa Fan Festival que no han tenido ningún dilema moral en ello han sido el colombiano Maluma y el madrileño Omar Montes. El primero de ellos ha llegado a cancelar entrevistas cuando se le ha preguntado por esto.

La situación en suma no genera, como se comenta también, ningún tipo de «efecto dominó». Parece más bien que hay artistas dispuestos a todo, y otros no, como finalmente ha ocurrido con Chanel, que muy dignamente ha terminado por rechazar su presencia en favor del respeto a los derechos de las mujeres.

Rubén G. Herrera