Ya lo dice el proverbio: nunca es tarde si la dicha es buena. Después de 25 años de la publicación del famoso disco de PINK FLOYD, “The Wall”, la polémica llega a la actualidad. Los 23 niños que prestaron sus voces, cuales niños de San Idelfonso, para el estribillo de la canción “Another Brick in the Wall”, han unido sus fuerzas para reclamar a la banda el pago por el uso de sus coros.

Los 23 alumnos del Islington Green School de Londres registraron esa estrofa en secreto y, desde entonces, no han podido reclamar derechos de autor por ello.

El picapleitos que los representa, Peter Rowan, afirma rotundamente que les deben dinero, y que después de trabajar en el tema durante casi dos años ya ha hecho la reclamación correspondiente.