El batería de la formación británica cuenta cómo fue su tratamiento contra una de las enfermedades más complicadas y temidas por la sociedad.

El batería de Iron Maiden, Nicko McBrain, fue diagnosticado con un cáncer de laringe en etapa I (temprana posterior a la 0 con una tasa alta de supervivencia) el pasado 2020 tras someterse a una endoscopia en el Sylvester Comprehensive Cancer Center, complejo adscrito a la Universidad de Miami y al Miller School of Medicine. Aunque la noticia de padecer un cáncer nunca es plato de buen gusto, los resultados fueron bastante esperanzadores y el tratamiento quirúrgico y consecuente extirpación del tumor se puso en práctica solamente una semana después del diagnóstico con buenos resultados.

Un cáncer casi silencioso

En septiembre de 2021 Nicko McBrain, que no había hablado previamente de su dolencia, fue entrevistado en la página web oficial del mencionado Miller School of Medicine citando que decidió hacerse un chequeo médico tras notar algunos cambios en su voz a los que no encontraba explicación. «No estaba resfriado ni tenía ningún síntoma de tener alguna enfermedad. Empecé a sentir que me aclaraba la garganta mucho mientras hablaba y entonces decidí acudir al médico», confesó el percusionista.

McBrain también manifestó su recomendación para que la gente no tenga miedo a hacerse revisiones cuando nota algo raro. «Recomiendo encarecidamente que cualquier persona que pueda sentir que hay algo diferente en su voz se hace una revisión y no lo posponga. En mi caso fue genial que lo cogiese en fase I».

El también integrante de Iron Maiden y vocalista Bruce Dickinson también pasó por este mal trago en 2015 al detectársele un tumor en la parte posterior de su lengua debido, según él, a una infección por VPH (virus del papiloma humano) contraida por practicar sexo oral (hecho que posteriormente él mismo desmintió). Superó la enfermedad pocos meses después tras sesiones de quimio y radioterapia.