No le salen las cuentas al vocalista de la banda de hard rock cristiana. Y no es el único que habla de esta cuestión.

El guitarrista y vocalista de STRYPER, Michael Sweet, afirma estar «profundamente perplejo» por el hecho de que las ventas de discos de la mayoría de las bandas siguen disminuyendo, aunque su presencia en las redes sociales sigue creciendo.

Aun así, STRYPER, visto lo visto, no pueden quejarse en demasía. Su último trabajo de estudio «No More Hell To Pay», vendió alrededor de 9.600 copias en los Estados Unidos en su primera semana de puesta a la venta y debutó en el puesto 35 de las listas de ventas Billboard 200. Esto fue más del doble de la cifra de ventas de la primera semana de su anterior lanzamiento «»Second Coming» una colección de versiones regrabadas de canciones clásicas de STRYPER, que abrió con 4.400 copias vendidas en sus primeros siete días a la venta en mayo de 2013. Tampoco salió muy bien parado su disco de versiones “The Covering», con 4.600 unidades vendidas en su primera semana.

Algo mejor fueron las ventas de su anterior trabajo de estudio de 2009 “Murder By Pride”, que despachó 5.900 copias en su primera semana, y logró colarse en el puesto 73 de estas listas de ventas estadounidenses.

Durante la promoción del último lanzamiento de STRYPER, el CD / DVD en directo titulado «Live At The Whisky», Sweet en una entrevista con «Totally Driven Radio» comentaba que «Creo que a la única cosa en este mundo, que cada banda se enfrenta – y sé que Sebastian Bach ha hablado recientemente – es que el número de copias vendidas no equivalen a los seguidores de Facebook y Twitter. Si tiens un millón de seguidores en Facebook y vendes diez mil copias de un álbum, hay algo que es raro, algo que está mal, no sé lo que es, y no creo que nadie llegue a descubrirlo. Quiero decir, hay toda una serie de razones en juego, obviamente. Ya sabes, como que la gente simplemente no compra música. En estos días, la gente se descarga la música, la gente con esta economía no tienen dinero… bla, bla, bla … ya sabes, sigue y sigue y sigue, pero todavía hay algo desconcertante acerca de eso. […] ¿Qué está pasando? Y parece ser que las ventas siguen bajando. Quiero decir, no importa qué género de música, las ventas acaban disminuyendo. Por la razón que sea, las personas no quieren comprar música nunca más. «