Una ex asistente personal del músico estadounidense ha presentado una demanda por discriminación sexual, acoso y agresión sexual, y unos cuantos cargos más.

Los escándalos de abusos sexuales acompañados de sus respectivas demandas siguen marcando la actualidad de Marilyn Manson. Todo comenzó a comienzos de este mismo año, cuando el artista estadounidense recibió serias acusaciones públicas de varias mujeres, entre ellas su expareja y actriz Evan Rachel Wood, y aunque algunos artistas han apoyado la inocencia de Manson como su ex pareja Dita Von Teese (con la que mantuvo una relación durante 7 años), hace unas semanas, la actriz Esmé Bianco, conocida por su participación en la serie ‘Juego de Tronos’, presentaba otra demanda por violación y acoso. Ahora se suma otra demanda por parte de Ashley Walters, ex asistente personal del artista estadounidense.

Ashley Walters presenta demanda contra Marilyn Manson

Ashley Walters, ex asistente personal de Marilyn Manson, ha presentado una demanda contra el músico estadounidense por discriminación sexual, acoso sexual, agresión sexual, interferencia en el ejercicio de los derechos civiles en violación de la Ley Bane, agresión sexual e infligir intencionalmente angustia emocional. En la demanda de 16 páginas presentada se describen en detalles situaciones gráficas e inquietantes para apoyar el abuso físico y verbal por parte de Manson.

Ambos comenzaron a trabajar en 2010 cuando Marilyn Manson se puso en contacto con Walters para preguntarle sobre una futura colaboración por su arte fotográfico. Durante el primer encuentro dentro de la casa de cantante, fue Manson quien inició una sesión fotográfica con Walters posando. Según se describe en la demanda, le pidió que se quitara la camisa, a lo que ella accedió a pesar de que «la forma en que insistió el acusado hizo que se detuviera». La demanda señala que ella mantuvo su sostén durante el encuentro y luego Manson la empujó a su cama, le inmovilizó los brazos y trató de besar a Walters a pesar de su resistencia. La demanda afirma que luego le mordió la oreja y colocó su mano dentro de su ropa interior.

También se desarrolla en la demanda los actos tras una petición de Manson a Walters para protagonizar una sesión de video. «Durante el rodaje, el acusado le dijo a Walters que ‘le encantaba cuando las niñas parecían haber sido violadas’ y le dijo que usara una chaqueta nazi, que se cepillara el cabello con agua, se pusiera un delineador de ojos negro y que usara lápiz labial rojo ligeramente manchado», según se publica en varios periódicos, entre otros actos de acosos sexual. Se describe en la demanda que Manson ofreció constantemente a Walters a otros amigos y conocidos para que la manosearan o iniciaran otras formas de contacto sexual.

Coincide con otras demandas contra el vocalista estadounidense en que Marilyn Manson destruía muebles en ataques de ira y que ella a menudo actuaba por temor a provocar más actos de violencia o destrucción verbal y física. «El acusado solía enredarse en ataques de rabia inducidos por las drogas hacia la demandante. Durante estos atracones de drogas, arrojó platos a Walters, amenazó con suicidarse e incluso la empujó contra una pared», se alega en la demanda. Otra línea de la denuncia explica que «Warner (refiriéndose a su nombre de nacimiento, Brian Warner) también se jactó de que se había salido con la suya violando mujeres».

Otras acusaciones extras

Después de señalar dos incidentes específicos en septiembre y octubre de 2010, la demanda afirma que «Durante este período, el acusado le mostró por primera vez a la demandante un video que grabó en el que mostraba a una joven fan, y donde aparecía el acusado desnudándola y azotándola hasta que gritó. También apuntó con un arma a la chica del video. El acusado reprodujo repetidamente el video para la demandante al máximo volumen».

Además, agrega la demanda, «la demandante se enteró más tarde de que la chica del video era una presunta menor en el momento en que se hizo el video». Walters también afirma que Manson «habló abiertamente sobre afiliaciones a pandillas y su capacidad para ‘destruir vidas’ e incluso hacer que mataran a personas si así lo deseaba».