Cada vez los grupos venden una cantidad considerable menos de sus discos publicados. Y viene a ser independiente de su promoción y/o calidad. Saquen sus propias conclusiones.

Es una realidad que la venta de discos cae estrepitosamente cada año más. Hay grupos y discográficas que buscan alternativas, pero este es un tema muy amplio que darían a cientos de artículos de opinión.

Nos vamos a basar en la realidad y en datos numéricos para ponernos en situación.

«Siren Charms», el último y undécimo trabajo de los suecos IN FLAMES, ha vendido sobre 9.000 copias en Estados Unidos en su primera semana de puesta a la venta. Esto les ha llevado al puesto número 26 de las listas de ventas de Billboard.

Pero vamos a seguir con la comparación, dejando de lado si el disco tiene más o menos calidad que sus predecesores o la campaña de promoción ha sido mayor en esta ocasión.

Su anterior trabajo «Sounds Of A Playground Fading» de 2011, abrió su primera semana de ventas despachando 14.000 unidades, entrando en el puesto número 27 de estas mismas listas.  Y si nos remontamos a los datos de 2008, «A Sense of Purpose” en esa primera semana vendieron 20.000 copias, y entraron en el puesto 28.

Hagan sus cuentas.Pero tomemos otro ejemplo. Un guitarrista norteamericano con un público más amplio que los de Goteborg.

Se estima (y suelen equivocarse poco) que el tercer trabajo de Slash, “World On Fire», tendrá unas ventas de entre 25.000 y 28.000 copias en su primera semana de estreno en Estados Unidos, según apunta las estadísticas de la web Hits Daily Double.

«World On Fire» es el segundo disco de Slash con su banda MYLES KENNEDY & THE CONSPIRATORS. Su predecesor “Apocalyptic Love», de 2012, despachó 38.000 copias en la primera semana de puesta a la venta,. Entrando en el puesto número 4 de las listas Billboard.

Su debut bajo en nombre de Slash (con esa multitud de invitados, como recordaréis) entró en los puestos más latos de estas listas en abril de 2010, ya que se vendieron 60.000 copias en los primeros 7 días de estreno.