Justin Bieber deja la música

El artista canadiense se aleja por una temporada (sin especificar) de la música. Alega motivos familiares y mentales. El vacío que deja en la actualidad musical es abismal.

La retirada de Justin Bieber: una hecatombe de dimensiones bíblicas

Hemos dejado que pasaran unos días para asimilar la noticia, con la esperanza puesta en que los medios de todo el mundo se hubieran equivocado en sus titulares. Pero no; os informamos muy a nuestro pesar que Justin Bieber se retira de la música. Como no podía ser de otra manera la noticia ha caído como la bomba H o la Zar, que deja a las de Hiroshima y Nagasaki a la altura de una babucha.

Porque la retirada de Justin Bieber no solo deja huérfano, manco y cojo al mundo de la música. Provoca un vacío existencial y espiritual incomparable si es que el infinito de comparable existiese. A nivel anímico se ha hecho notar entre sus fieles seguidores, y como los motivos para tomar tan temeraria decisión son familiares y mentales, se busca a los verdaderos culpables de este holocausto musical.

Está claro que su prometida Hailey Baldwin ha conseguido que Bieber se aleje de sus alocadas fans. Pero varias fuentes apuntan que su psicólogo le ha aconsejado esta retirada (¡Por Díos, que sea temporal!), para que el cerebro le funcione unos cuantos años más. Hace unos días cumplió 25 primaveras y su nivel de madurez es preocupante. A través de Charge.org se han comenzado a recoger firmas para conocer el nombre y número de colegiado de dicho psicólogo, con afán de reclamar daños y perjuicios por este agravio universal.

En el panorama musical, la cosa no anda mucho mejor. Teniendo en cuenta que Ariana Grande no pasará por España en este año, los promotores del gremio están al borde de un ataque de nervios porque no pueden encontrar una figura tan enorme para reemplazar al cantante norteamericano. Pintan bastos en las altas esferas de los festivales, que se tiran de los pelos para encontrar cabeza de cartel con esta ausencia.

¿Dónde están los Beliebers cuando se les necesita?

Desde que anunciara su retirada, el mundo de la música no ha arropado como es debido a Justin Bieber. Ya se sabe que en los casos de emergencia es cuando se comprueba los principios y valores de cada uno, y el cantante canadiense espera el apoyo de los que se llenaron la boca con su nombre. Lars Ulrich, batería de Metallica y declarado belieber, no ha respondido a las expectativas.

Dejaremos a un lado a Behemoth, Taake, Marilyn Manson, Iron Maiden y otras cuantas bandas que se han visto beneficiadas por la publicidad gratuita proporcionada por Justin Bieber al lucir sus camisetas. Pero lo de Lars no tiene nombre. Si Metallica le dedicó “Murder One” a la figura de Lemmy Kilmister, tiene y debe componer una canción para levantarle los ánimos al chaval. Si además de abandonar la música, Bieber pierde la chaveta y el interés por el heavy metal, Lars Ulrich (como casi siempre) tendrá la culpa.