El motivo por el que los jóvenes consumen menos alcohol en los conciertos
Los patrones de consumo han cambiado de una generación a otra. Éste es el motivo por el que los jóvenes de la Generacion Z beben menos que sus padres en los conciertos.
Según declaraciones de un CEO de música en vivo de Minneapolis, una de las razones principales por las que la Generación Z (personas nacidas entre 1997 y 2012) consume menos alcohol en conciertos en comparación con generaciones anteriores es el uso de edibles de marihuana. «Una de las grandes tendencias que estamos observando es que la Generación Z no bebe tanto. O bien consumen edibles antes de venir o hay más enfoque en la sobriedad y la salud mental… La mayor parte del precio de la entrada se destina a la banda, por lo que los locales realmente subsisten gracias a las bebidas. Esto no será un flujo de ingresos sostenible», señaló el CEO según Consequence of Sound.
El impacto de la pandemia
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el negocio de la música en vivo, transformando por completo la industria. Un profesional de la música en vivo compartió con Billboard que, tras la pandemia, todo acerca del negocio de la música en vivo fue puesto patas arriba. Además, se ha notado una diferencia del 25% de descenso en el consumo de alcohol en conciertos entre la Generación Z y generaciones anteriores como los millennials, la Generación X y los baby boomers. Ty Schepis, profesor de psicología de la Texas State University, afirmó que, aunque el consumo de alcohol está disminuyendo entre los estudiantes universitarios, el uso de marihuana ha aumentado al 37%.
Precios elevados
En X (anteriormente Twitter), varios asistentes a conciertos han destacado la tendencia señalando los altos precios de las bebidas en los locales. «Madison Square Garden me cobró $40 por un tequila sunrise», escribió un usuario, mientras que otros compartieron experiencias similares con precios exorbitantes por bebidas alcohólicas. Esto ha llevado a parte de la demografía a preferir consumir marihuana en lugar de gastar dinero en bebidas de alto precio. «Prefiero fumarme mis porros. Me ahorro una media de cien dólares por concierto», comentó otro usuario en la plataforma.
El impacto en España
Los festivales españoles se sustentan, esencialmente, en base a los ingresos de la barra, del mismo modo que los cines tradicionalmente se han sustentado sobre los ingresos de bebida y comida en el recinto. Con precios que oscilan entre los 10 y 15€ por un litro o un mini (750ml) de cerveza, según la zona del país, el consumo de bebidas es una de las bases que apuntalan el sistema de festivales español (y mundial, en esencia).
El consumo del público en barra es muy distinto en festivales de tono más clásico (como Leyendas del Rock o Barcelona Rock Fest) al que acuden generaciones más mayores, con tramos de edad comprendidos entre los 35 y 60 años mayoritariamente, con mayor poder adquisitivo y otros patrones de consumo. En otros festivales donde el público es tradicionalmente más joven, como el Resurrection Fest se ha incidido en la última década en la contratación de artistas que apelen a otros tramos de edad distintos, caso de las leyendas clásicas del rock y el heavy metal, ya que su presencia en un evento incide de manera directa en el consumo de bebidas alcohólicas.
Con salas donde la consumición oscila entre 4 o 5 € por una cerveza pequeña en salas como Razzmatazz o La Riviera, sumado a los altos costes de las entradas de conciertos, el público más jóven está mirando con lupa lo que gasta.
«Un concierto de heavy clásico con ciento cincuenta personas de cierta edad nos hace facturar más en la barra que una sala llena con personas más jóvenes» explicaba con claridad el gerente de una sala barcelonesa.
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