El guitarrista de Mägo de Oz, Jorge Salán, denuncia un comportamiento totalmente inapropiado por parte de un sector del público en un reciente concierto.

Un incidente alarmante tuvo lugar durante un reciente concierto de la banda Mägo de Oz en Quart de Poblet, Valencia.

Jorge Salán, el guitarrista de Mägo de Oz, fue blanco de un ataque con piedras lanzadas desde el público, lo que ha suscitado un debate sobre el respeto hacia los artistas en los escenarios y ha ensombrecido lo que debía ser una noche de celebración de la música de la banda.

«Una piedra voladora simboliza el nivel cultural del fracaso, la podredumbre que te recuerda a una España casposa que maltrata a la cultura y a la gente del camino», expresó un visiblemente afectado Salán en redes sociales tras el incidente.

El músico detalló la odisea que implicó llegar al lugar del evento, lidiando con condiciones climáticas adversas, solo para ser recibido por piedras en la primera canción del setlist. El reciente DANA que ha asolado buena parte de España complicó notablemente los desplazamientos del grupo y su equipo, que finalmente consiguió llegar a Quart de Poblet.

Una minoría maleducada

Es fundamental recalcar que el comportamiento irrespetuoso de una minoría no representa a la mayoría del público asistente, que estaba allí para disfrutar de la música en vivo. Sin embargo, este tipo de incidentes son totalmente inaceptables y subrayan la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los eventos, así como de cultivar una cultura de respeto y aprecio por los artistas y sus equipos.

«Desgraciadamente sigue habiendo cavernícolas» explicaba un fan en los comentarios del post de Jorge Salán, aprovechando para enviar animo.

«Yo desde hace tiempo dejé de seguir a Mägo de Oz porque dejó de gustarme el grupo, pero no se me ocurriría ir a un concierto vuestro a boicotearos simplemente porque no me gustáis. Si no me gusta un grupo, yo no voy a su concierto y punto» reflexiona otro.

Retado a ir al backstage

Jorge Salán, quien retó al agresor a enfrentarle en el backstage, señaló que el suceso socava no solo el espíritu del concierto, sino que daña la imagen de una cultura que debería valorar y respetar a los artistas. «Qué pena que para tres canciones que pudimos tocar no pudiste ni siquiera dar en el tiro, cabrón», escribió el guitarrista.

El concierto tuvo que interrumpirse tras tres canciones debido a las condiciones climáticas.

La indignación ante este incidente se ha extendido más allá de los seguidores de Mägo de Oz, despertando la solidaridad y el apoyo de una buena cantidad de usuarios de Facebook que claman por un mayor respeto en cómo se trata a los artistas en los escenarios. Este evento, aunque aislado, no deja de ser un recordatorio de la poca empatía de un sector del público que acude a algunos conciertos, especialmente aquellos gratuitos en contextos de festejos locales.

La Policía Local de Quart identificó a un grupo de jóvenes por el lanzamiento de las piedras. El ayuntamiento de Quart de Poblet condenó los hechos públicamente.