Aunque el "matrimonio" del guitarrista con la banda lleva más de dos décadas en vigor, en el primer momento en el que se le planteó la posibilidad de tocar con la formación de Iowa la respuesta fue negativa.

Jim Root es un gran aficionado a las motos. Por ello, el guitarrista de Slipknot ha estado hablando con Prism Supply acerca de diversos temas y, entre ellos, el músico comentó cómo fue el momento en el que le propusieron pasar a ser miembro de la formación de Iowa.

La entrada de Jim Root en Slipknot

En el momento en el que Slipknot estaba grabando su debut homónimo en California allá por 1999, Jim Root formaba parte del grupo Deadfront. En esa coyuntura, quien era guitarrista de Slipknot en aquella época, Josh Brainard, dejó la banda y por ello, había una plaza vacante en dicho puesto. A partir de ahí empezó el proceso para que Root entrara en el grupo, y así es como lo recuerda el músico:

«Después de que Corey Taylor se uniese a Slipknot, yo estaba en un grupo llamado Deadfront que tuvo mucho éxito en Des Moines. Recibí una llamada de Clown, Joey Jordison y el productor Ross Robinson y querían que me uniese a Slipknot. Se lo dije a los chicos de mi grupo y también que no lo haría y que si me volvieran a llamar volvería a decir que no. Creo que lo dije porque pensaba que no me volverían a llamar jamás.

Pero tampoco quería sentir que era algo que me estaban dando, quería sentir que lo había hecho por mi cuenta, que había hecho ese trabajo para merecerlo. Total que fui y dije: ‘¿sabéis?, me han llamado para que entre en Slipknot’. Mi colega Zack me dijo: ‘¿por qué eres tan jodidamente estúpido? ¿Por qué decir que no? Tío, has estado trabajando y moviendo el culo desde que tenías 16 años tocando en grupos y en salas y has tocado con esos tíos en bandas y en clubs.

Muy pocas veces en la vida puedes tener la oportunidad de un enorme salto hacia delante. No le llega a veces a todo el mundo’. Así que inmediatamente me levanté de la mesa e hice una llamada de pago a Clown. ‘¿Habéis encontrado guitarrista’ le pregunté, y me respondió: ‘Nope’. Era un sábado por la noche y decidí que ‘a la mierda’, así que literalmente me fui de mi trabajo ese lunes y ensayé con Slipknot el martes, miércoles, jueces, viernes, sábado y el domingo me metí en un coche con Mick Thompson y condujimos a Los Angeles para trabajar en el resto del primer disco debut».