Un técnico de guitarra explica toda la verdad sobre la pelea de Jane’s Addiction
Dan Cleary y Todd Newman revelan nuevos detalles sobre la pelea entre Perry Farrell y Dave Navarro que puso en jaque a Jane’s Addiction. ¿Qué pasará con la banda?
La reciente crisis de Jane’s Addiction ha sido la comidilla del mundo del rock. Lo que muchos vieron como un video viral, donde Perry Farrell intentaba sin éxito golpear a su guitarrista Dave Navarro sobre el escenario en plano de concierto, parece haber sido solo una parte del incidente. Dan Cleary, quien ha trabajado como técnico de guitarra y bajo para la banda durante 17 años, ha revelado que la pelea continuó tras bastidores, donde Farrell logró conectar un segundo golpe, esta vez en el rostro de Navarro.
Lo que sucedió tras el escenario
En un nuevo episodio de su podcast Rare Form Radio, Cleary habló con Todd Newman, el mejor amigo de Navarro, sobre lo que realmente ocurrió en el altercado. Según ambos, la situación escaló aún más tras el escenario. A pesar de tratar de entender la posición de Farrell, tanto Cleary como Newman se mostraron claramente más del lado de Navarro y el resto del grupo.
La noticia del segundo golpe parece confirmar los temores de que la banda, que ya ha pasado por múltiples separaciones y reuniones, podría no recuperarse fácilmente de esta nueva crisis.
El comienzo del colapso: tensiones durante la gira
Según Cleary, las tensiones dentro de Jane’s Addiction se venían acumulando desde el inicio de la gira por Estados Unidos. Farrell, quien siempre había priorizado los aspectos visuales y de producción del show, estaba en desacuerdo con el resto de la banda, especialmente en lo referente a la inclusión de bailarinas en el escenario. Eti Farrell, esposa de Perry, también fue una figura clave en este conflicto, ya que era una de las bailarinas que Perry quería incluir, a pesar de la negativa del resto de los miembros. “La banda había decidido desde el principio que querían centrarse en la música y volver a las raíces, sin bailarinas ni elementos visuales innecesarios”, explicó Cleary.
El conflicto por la producción escénica venía arrastrándose desde el inicio de la gira europea. Dave Navarro, quien estuvo ausente en gran parte de esa etapa debido a los efectos del COVID prolongado, se había esforzado al máximo para regresar a la banda. “Dave luchó mucho para poder volver a tocar. Hizo todo lo posible por recuperarse físicamente, incluso cambió su dieta y tomó medidas drásticas para estar en forma”, comentó Cleary. Sin embargo, cuando finalmente regresó, las tensiones ya estaban a punto de estallar.
La pelea en Boston: lo que sucedió realmente en el escenario
La noche del 13 de septiembre de 2024, en Boston, el colapso de la banda se hizo visible. En medio de una actuación ya caótica, Farrell perdió el control durante la interpretación de “Ocean Size”. Según Newman, ya desde el principio del concierto se podía notar que algo no iba bien. “Perry estaba desorientado. Se adelantaba o retrasaba en las canciones, no sabía en qué parte estaba y la banda estaba intentando ayudarle, pero él no lo veía así”, explicó Newman.
El momento clave llegó cuando Perry, frustrado, empezó a insultar a sus compañeros. “Desde el escenario, Perry comenzó a gritar ‘¡Que se jodan estos hijos de puta!’ mientras señalaba a Eric Avery y a Dave”, relató Cleary. A continuación, Farrell empujó a Navarro, quien, sorprendentemente, siguió tocando. “Fue doloroso verlo. Dave estaba ahí, haciendo su trabajo, y Perry simplemente lo agredió”, añadió.
Lo que millones de fans vieron en ese video fue solo el inicio de la confrontación. Según Cleary, lo peor sucedió detrás del escenario. “Después de la pelea en el escenario, Perry golpeó a Dave de nuevo. Esta vez fue un puñetazo directo a la cara”, reveló Cleary, quien intentó intervenir para evitar que las cosas se salieran de control. “Ver a Perry actuar de esa manera fue desconcertante. No era él. Era como ver a alguien que había perdido totalmente el control”, comentó Cleary, visiblemente afectado por lo sucedido.
La influencia de Eti Farrell en el conflicto
Uno de los aspectos más delicados de la situación fue el papel de Eti Farrell, quien, según Newman y Cleary, influyó en gran medida en la postura de Perry durante la gira. “Eti ha estado muy involucrada en las decisiones de producción del show, y creo que eso generó muchos problemas. Había una presión constante para incluir bailarinas, y cuando el resto de la banda se negó, la situación se volvió insostenible”, explicó Cleary.
Newman recordó una conversación tensa que tuvo lugar justo antes del primer concierto de la gira en Las Vegas, donde Eti entró en la sala de ensayos enfurecida. “Uno de los miembros de la banda le recordó que habían acordado que todo se haría por consenso democrático. A lo que Eti gritó: ‘Esto no es una democracia, al menos no en esto’. Fue un momento realmente tenso”, relató Newman. Este desacuerdo sobre la producción, sumado a la presión personal que Perry estaba sintiendo, parece haber sido uno de los factores clave que llevó a la explosión en Boston.
Perry Farrell: un estado mental frágil
Tanto Cleary como Newman coincidieron en que lo ocurrido no fue simplemente el resultado de diferencias creativas. “Perry no estaba bien”, señaló Newman. “Dave me dijo que, cuando Perry le lanzó el primer golpe, no fue el golpe lo que lo sorprendió, sino la mirada de Perry. Me dijo que nunca había visto esa expresión en su rostro, como si estuviera fuera de sí, completamente descontrolado”.
Durante la gira, según Cleary, hubo varios episodios en los que Farrell parecía estar luchando consigo mismo. “Hubo momentos en los que Perry no sabía ni en qué canción estaba. En Nueva York, tuvimos una de las peores actuaciones que he visto en mi vida. Perry estaba completamente desorientado, no sabía si estaba adelantado o atrasado en las canciones, y la banda trataba de seguirle el ritmo como podía”, relató Cleary.
Newman también mencionó que había recibido mensajes de amigos que asistieron a los conciertos en Nueva York, preocupados por el comportamiento errático de Farrell. “Me enviaron videos diciéndome: ‘Perry está fuera de control’. No parecía él mismo”, añadió.
Un futuro incierto para Jane’s Addiction
Tras la pelea en Boston, Jane’s Addiction emitió un comunicado en el que expresaban su esperanza de que Perry recibiera la ayuda que necesitaba. Sin embargo, tanto Cleary como Newman son escépticos sobre el futuro de la banda. “Yo creo que esto ya terminó”, afirmó Cleary. “Es muy triste, porque esta banda merece un final mejor que este. Deberían haber tenido un último concierto en el que se despidieran del público y de sí mismos con orgullo, no con una pelea en el escenario”.
A pesar de lo sucedido, tanto Cleary como Newman expresaron su preocupación por Farrell. “Perry ha sido generoso con la banda y el equipo durante muchos años. No quiero demonizarlo”, dijo Cleary. “Pero lo que sucedió esa noche no se puede ignorar. No fue solo una discusión. Fue una ruptura total. Y creo que todos estamos de acuerdo en que necesita ayuda”.
Newman, por su parte, fue más allá al expresar su tristeza por lo que sucedió. “Lo que más me duele es que Perry era una parte fundamental de Jane’s Addiction. Verlo actuar de esa manera fue devastador. Pero también estoy preocupado por Dave. Esto lo ha dejado realmente afectado”, confesó.
¿Un posible regreso?
Aunque el futuro de Jane’s Addiction parece incierto, Newman destacó que las reuniones y separaciones en el mundo del rock son impredecibles. “Siempre digo que si The Misfits pudieron reunirse después de 33 años de demandas y peleas, cualquier banda puede hacerlo”, comentó con una mezcla de optimismo y realismo. Sin embargo, tanto él como Cleary creen que, si alguna vez hay una reunión, podría pasar mucho tiempo antes de que veamos a Farrell y Navarro compartir escenario de nuevo. “Y en cuanto a Eric Avery”, añadió Cleary, “es probable que pasen aún más años antes de que quiera volver a tocar con ellos”.
Para muchos fans, este incidente marca el fin de una era para Jane’s Addiction, una banda que ha dejado una huella imborrable en la historia del rock alternativo. Solo el tiempo dirá si alguna vez podremos ver a Perry Farrell, Dave Navarro, Stephen Perkins y Eric Avery juntos de nuevo sobre el escenario. Pero, por ahora, la pelea de Boston parece haber sellado el destino de una de las bandas más influyentes de su generación.
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