El vocalista de Deep Purple, Black Sabbath o The Dead Daisies celebra 25 años sin drogas ni alcohol y recuerda algunos de sus momentos más oscuros.

El clásico vocalista y bajista Glenn Hughes, quien ha formado parte de Deep Purple, Black Sabbath, la banda de Gary Moore y a día de hoy compagina una fructífera carrera en solitario con su puesto al frente de The Dead Daisies, se encuentra celebrando 25 años sin probar una gota de alcohol.

Glenn Hughes: sobrio 25 años

En una imagen colgada en sus redes sociales, Hughes, ha declarado estar “lleno de gratitud” tras 25 años viviendo limpio de alcohol y drogas. “Doy las gracias cada mañana por otro día en el planeta tierra”, posteaba el artista.

Hughes fue conocido durante años por ser uno de los cocainómanos más recalcitrantes del mundo del rock, además de sufrir numerosos problemas derivados de su adicción al alcohol. Precisamente debido a dichas adicciones, Hughes no llegaría jamás a girar con Gary Moore cuando ambos trabajaron juntos en 1985 en el disco ‘Run For Cover’.

En una entrevista del año pasado en el “Chuck Schute Podcast”, Hughes explicó que nada te puede hacer dejar las adicciones hasta que tu mismo lo decides. “Lo dejé todo cuando me cansé de levantarme cansado. Muchas veces intenté dejarlo y nunca pude. Mi sugerencia para aquellos en la misma situación que yo estaba es que se den cuenta de que el subidón no va a durar para siempre”. 

Hughes, que acudió a rehabilitación, rememoró la historia de cómo el día de navidad de 1991 bebió demasiado y acabó una vez más en las urgencias hospitalarias. “Me di cuenta de que tenía una elección: podía volver a hacerlo o meterme en un centro de rehabilitación”. Hughes acudiría al mítico Betty Ford Center en 1992 y, pese a varias recaídas a lo largo de los ’90, el artista asegura que tomó su última bebida alcohólica el 23 de noviembre de 1997, fecha que ahora conmemora. 

Desaparecido durante meses

En su libro “Deep Purple and Beyond: Scenes From the Life of a Rockstar”, una biografía editada en 2011, Hughes explicó algunos de sus momentos más bajos como adicto. En una entrevista con Faceculture alrededor de la edición del libro, Hughes explicó que durante una temporada en los años 90, decidió desaparecer completamente sin decirle nada a nadie. “Me convertí en otra persona con otro nombre y me aislé totalmente de todo y eso casi me mató. Quería viajar  bajo otro nombre y que nadie me conociese ni supiese donde estaba. Desaparecí cinco o seis veces en tres años. Estaba en mi proceso”, reflejó en la entrevista.

“Cuando dejé el alcohol decidí experimentar con otras drogas y quería ser anónimo”, añadió. “Quería probar las cosas anónimamente, sin estar en mi país ni mi ciudad. No hay mejor sitio en el mundo para irse al lado oscuro que Amsterdam. Si quieres cosas raras, ahí está todo. Y el caso es que todo se volvió tan raro que me asusté mucho. Llegué a estar el borde del precipicio de la locura. Tuve un momento de claridad en el que dije ‘bueno, puedo saltar y volverme loco del todo’, porque realmente me estaba volviendo loco, o darme media vuelta y convertirme en el hombre que soy ahora.