El baterista de la mítica banda americana no ha podido superar un agresivo cancer y una serie de problemas de salud añadidos.

Frankie Banali, batería de Quiet Riot e histórico del hard rock ochentero ha muerto tras una batalla con el cáncer pancreático. Tras 16 meses luchando contra la enfermedad el músico falleció en la tarde del 20 de agosto a la edad de 68 años.

Un luchador incansable

Diagnosticado en abril de 2019 de un cáncer en estadio IV, Banali tuvo una esperanza de vida de seis meses que luchó por alargar a través de tratamientos habituales y ensayos clínicos una vez la quimioterápia dejó de tener el efecto deseado. Mientras tanto, el músico siguió tocando todo el tiempo y se ocupó de informar a sus seguidores de sus progresos. Finalmente, una reciente serie de infartos le dejaron en una posición vulnerable como para poder seguir participando en el ensayo clínico que le había ayudado hasta la fecha.

Frankie deja tras de sí un legado de más de 40 años dedicados a la música rock tanto tanto como baterista  histórico de Quiet Riot como en otras bandas míticas de la talla de WASP.

Descanse en paz.

En ampliación.