Según un rotativo británico, Glyn Wilkinson ha sido despedido por ir a un concierto de su banda favorita.

Todo fue culpa de su hija Kerry, la cual obsequió a su padre, un carpintero llamado Glyn Wilkinson, con entradas para él y para el resto de la familia para presenciar la actuación de DEF LEPPARD en Sheffield.

El amigo trabajaba en Londres y decidió plegar antes para poder ir a buscar a su mujer Pauline y a su hijo Glyn Jr. en South Yorkshire, para así poder llegar a tiempo al recinto.

Total, que al currante, de 44 años de edad, lo botaron del curro y, claro, no tardó en denunciar tal injusticia ante los tribunales reclamando que se considerara su caso como despido improcedente. Al final, nuestro protagonista aventurero fue obsequiado con el pago de 2000 libras.

Glen es fan de DEF LEPPARD desde los 15 años y, según palabras textuales, está muy contento de haber podido ver el grupo por octava vez en directo y además cobrar una pasta.