El plan de desescalada del Gobierno arroja más sombras que luces a la industria de la música en directo.

El ejecutivo de Pedro Sánchez ha anunciado en la tarde del martes el plan de desescalada del confinamiento que tiene previsto el Gobierno, siempre desde una perspectiva asimétrica y diferenciada por provincias (o islas en el caso de Canarias y Baleares). Dentro del plan, dividido en cinco fases, de la 0 actual a la 4, se estipula el momento en el que se podrán llevar a cabo actividades como el deporte individual, acudir a restaurantes, peluquerías o participar en actos culturales. Las fases están sujetas a una progresión positiva de los datos sanitarios y siempre con una duración mínima de dos semanas.

La fase uno de la desescalada (a partir del 11 de mayo) permite la celebración de “actos y espectáculos culturales” con la condición de que tengan menos de 30 personas y un tercio del aforo en espacios cerrados y menos de 200 cuando sea al aire libre, con asiento obligatorio y manteniendo las distancias de seguridad. Sin embargo no será hasta la fase dos (a partir del 25 de mayo) que los teatros y cines podrán reabrir con un tercio de los espectadores permitidos según el aforo y con butacas preasignadas.  Más adelante, en la fase tres, el aforo quedará limitado a la mitad.

En el caso de las salas de conciertos, la normativa desgranada ayer indica que a partir de la fase 2 (25 de mayo) quedará autorizada la apertura de “auditorios y espacios similares” con un tercio del aforo permitido normalmente (con un máximo de 30 personas en espacios cerrados y 200 en abiertos) y butaca preasignada. Sin embargo, las salas de conciertos no podrán abrir sus puertas hasta el inicio de la fase tres (8 de Junio como mínimo) y con un tercio de su aforo (aunque el público permitido sube a un máximo de 50 personas en espacios cerrados y 400 en espacios abiertos con públicos sentado). No será hasta el 22 de junio en que se suavizarán un poco más las normas de asistencia a espectáculos culturales en recintos cerrados, con un máximo de 80 personas o la mitad del aforo, y 800 personas en espacios abiertos. No obstante, la norma hace hincapié en que se deben seguir manteniendo las distancias y la vigilancia epidemiológica a falta de una vacuna efectiva o tratamiento para el Covid-19. Será lo que desde el ejecutivo bautizan como “nueva normalidad”.

Huelga decir que hasta el final del plan no se permite la movilidad entre provincias salvo en supuestos de fuerza mayor (trabajo, velatorios, etc). Algo que afecta directamente a festivales que se nutren de público de otras zonas del país y del mundo.

La cuestión de la rentabilidad

Pese a la prontitud con la que se están efectuando las distintas fases de la desescalada, eso no quiere decir que vayamos a poder volver a corto plazo a eventos de mediano aforo en salas de conciertos. Si bien a partir del 22 de Junio se podría acudir a conciertos con aforos reducidos, queda en el aire la pregunta de si esto es viable desde el punto de vista económico. Aunque en un primer momento se puede pensar en que conciertos propios de salas medianas como Mon o Razzmatazz 2 se pudiesen celebrar en salas de mayor aforo para cumplir con la norma, falta ver si es viable desde el punto de vista económico para los promotores.

Recordemos que muchas giras y conciertos, además de los grandes festivales, no están oficialmente cancelados a falta de una normativa y prohibición clara por parte del gobierno. Las fases de desescalada arrojan todavía más incerteza a unos promotores de conciertos que se podrían ver autorizados a realizar eventos a partir de finales de junio pero sin la capacidad para hacerlos debido a las múltiples cancelaciones de giras que se han llevado a cabo en las últimas semanas y que diezman irremediablemente sus carteles.

“Lo que espera ahora mismo todo el sector es una fecha que marque hasta cuándo no se van a poder hacer conciertos y festivales para que así, con esa situación de fuerza mayor, podamos empezar a trabajar y poner un punto de salida a cancelaciones y aplazamientos y comunicarlo al público” ha expresado un representante de la Asociación de Promotores Musicales a la agencia Efe.

Con unos promotores que están vendiendo ínfimas cantidades de entradas anticipadas debido a la situación actual, la nueva normativa hace todavía más compleja la situación. “No se puede realizar un concierto de 16.000 personas a un tercio de su capacidad” explica un promotor. “Hace falta que las autoridades establezcan una fecha real de vuelta a la actividad con la que poder trabajar desde la seguridad y siempre teniendo en cuenta la prioridad que es la salud de todos los implicados”.