Parece que en los tours de las bandas todo es lujo, fiestas y buen rollo. Pues no. Así lo ha explicado el vocalista de la formación estadounidense, que ha hablado de esa parte más oscura de los artistas en la carretera.

Los compañeros del podcast «Talk Louder» han entrevistado a Todd La Torre, cantante de Queensrÿche, quien se ha pronunciado sobre los sacrificios que llevan a cabo los artistas cuando salen de gira durante semanas o incluso meses respecto a sus familias y amigos.

Los sentimientos de Todd La Torre de gira

Según cuenta La Torre, «Me acuerdo de un Día de Acción de Gracias lluvioso en el que hacía frío. Estábamos en un hotel. Recuerdo a nuestro tour manager decir: ‘hey, hay una cena de Acción de Gracias que puedes pedir dentro’. Y era algo como un poco de pavo y cosas de esas. Ese día tenía una habitación para mí solo y pensé: ‘vale, tengo que tumbarme en la cama, tengo que tener mi propio espacio’, y me fui a mi cuarto.

Allí escribí un texto a la banda y les comenté: ‘tengo hambre, voy a bajar y a comer por si alguien se apunta’. Michael Wilton es el único que respondió y dijo: «hey, me uno». Así que Michael y yo bajamos las escaleras, fuimos al hall, nos sentamos y pedimos la cena de Acción de Gracias. Nos lo comimos y después Michael se aventuró a hacer lo que fuera y yo me fui a mi habitación y vi la televisión.

Es la soledad, tío. Puede ser depresivo. Todo el mundo que va a los conciertos está feliz en ese momento y luego se va a casa, es su noche por ahí. Pero yo tengo que encontrar una ducha en la sala, vivir con una maleta, volver al bus y todo esto en bucle. Esto es lo que tengo que hacer unas seis semanas mientras todo el mundo vuelve a casa. Esos momentos…».

Todd estuvo haciendo más hincapié en lo duro que puede ser en cuanto a la salud mental el tema de las giras en términos de ansiedad, depresión y cansancio. «Una de esas cosas que me da mucha ansiedad es, como los padres se hacen mayores… cuando mi padre murió -se suicidó en 2014- y recibes esa llamada. Recuerdo esa sorpresa; yo estaba en casa. No sé si hubiera importado, pero yo estaba en casa. Pero me entra ansiedad pensando: ‘¿y si le pasa algo a mi madre? Qué pasa si me llega una llamada y me dicen que le ha sucedido lo mismo a mi madre. O mi mujer me llama y me dice que nuestro pequeño perro ha muerto o le ha dado un ataque’. Me vienen ese tipo de pensamientos oscuros.

Y con eso pienso, ‘¿y si estoy fuera empezando una gira y algo le pasa a mi hermana?’. ¿Quién sabe? ¿Qué hago? Tienes que ir a casa, tienes que ir a ver a tu madre. Pero entonces alguien te dice que todo el mundo ha pagado. No es algo bueno, pero psicológicamente no hay forma de que pudiera salir y cantar cada noche. Sería un naufragio. Ese tipo de cosas me molestan y me preocupan ya que según envejecemos suceden este tipo de situaciones. Cualquier persona de negocios que tiene que viajar estaría en el mismo barco del que estoy hablando. No es porque esté en una banda y que yo sea especial con esto».