El líder de la banda canadiense rememora un par de historias de su carrera en la que el protagonista fue el fallecido vocalista Randy Rampage.

En estos largos meses de parón de conciertos en directo, muchas bandas están aprovechando para tener más contacto con sus seguidores y desempolvar el cajón de las anécdotas. Es el caso de Jeff Waters de los canadienses Annihilator, siempre muy activos a través de las redes sociales.

Una fuga a Canadá

A través de sus redes sociales, el líder de Annihilator relata algunas historias de la longeva carrera de banda norteamericana. Recuerda Waters que en 1989 la formación canadiense fue la banda invitada de la gira de ‘Practice What You Preach’ de Testament por Estados Unidos. Era una excelente oportunidad para Annihilator, ya que su recién estrenado ‘Alice In Hell’ había tenido una gran acogida.

Pero no todo fue tan bueno como se esperaba, ya que “Annihilator hizo la mayor parte de la gira, pero no las últimas fechas en California”. El motivo fue que su cantante Randy Rampage se fue a Canadá, y fue el conductor del bus de gira quien le informó a la banda que había dejado al vocalista en el aeropuerto.

“En la cima del mundo, de gira con nuestros ídolos, después escuchamos que Alice In Hell fue  un éxito en todo el mundo”, explica Waters. “Todo iba muy bien, pero parece que Randy sabía que iba para dejarnos en esa fecha específica. Nos dijo más tarde que era para mantener la  «antigüedad» en su trabajo. Nunca volví a hablar con Randy hasta 1999, cuando traté de organizar una reunión”.

Una expulsión por seguridad

En este punto, Waters retoma otra “fatídica historia” que ocurrió una mañana en el autobús de la gira con Overkill, ya que Randy que “no estaba, digamos, «limpio» se despertó gritando, violentamente, que estaba buscando al guitarrista Dave Davis, para «apuñalarlo». El técnico de iluminación de Overkill lo abordó, mientras el conductor intentaba detener el autobús, ¡a 80 km por hora!”.

Por la seguridad de todos los que viajan en el autobús, “cuando regresó a un estado más «normal», lo dejamos en la estación de tren más cercana, con dinero, un billete para llegar a Frankfurt y luego un vuelo a casa, a Vancouver”. Para cumplir con los compromisos de gira, fue Jeff Waters quien se encargó de las voces, y gajes del oficio, el guitarrista de Overkill, Joe Comeau, se unió a Annihilator para unos cuantos discos.

A pesar de estas historias, la banda recuerda con cariño a Randy Rampage, y “junto con John Bates, Paul Malek y Ray Hartmann hicieron que Alice In Hell fuera uno de los discos de metal independientes más grandes de 1989, RIP Randy”.