Bruce Dickinson revela cómo afrontó su cáncer de garganta y su disposición a ayudar a Iron Maiden a continuar, incluso si él no podía volver a cantar.

El legendario vocalista de Iron Maiden, Bruce Dickinson, ha compartido detalles sobre los momentos más difíciles de su vida y carrera durante su reciente aparición en el podcast de Rich Roll. Durante la entrevista, Dickinson profundizó sobre el impacto de su diagnóstico de cáncer de garganta hace una década y cómo sobrellevó la posibilidad de no poder volver a cantar con la banda.

“Cuando tuve cáncer de garganta, lo último que pensé fue si podría volver a cantar. Lo primero en mi mente era si iba a superar esto y seguir vivo» explicó el vocalista. «Lo último que pensé fue si podría volver a cantar. Y pensé: ‘Bueno, llegaremos a esa etapa cuando termine y empiece a intentar cantar’. Y estaba bastante preparado para aceptar que tal vez no podría cantar con Iron Maiden otra vez”, reveló Dickinson. “Podría ser capaz de cantar, podría vocalizar, podría cantar de una manera diferente, pero si no podía cantar como debo cantar con Iron Maiden, ayudaría a encontrar un gran reemplazo. Porque la música es sagrada”.

La química de Iron Maiden

El vocalista también reflexionó sobre la química que existe entre los miembros de la banda y cómo ha sido clave para su longevidad. “Es una química extraña, porque es manufacturada — en el sentido de que nunca hubiera conocido a Steve Harris y Dave Murray en el curso normal de mi vida, nunca, si no hubieran dicho: ‘Hey, queremos un cantante para Iron Maiden’”, explicó. “Y ahora, lo que tenemos en común es Iron Maiden, es esa música. Y, por supuesto, todos llegamos a conocernos. Y una de las razones por las que creo que la banda ha sobrevivido es porque hemos crecido juntos a lo largo de los años como personas, pero al mismo tiempo la música siempre es sacrosanta”.

El tratamiento y su afectación

Dickinson, quien fue diagnosticado con un tumor de 3.5 centímetros en la garganta y otro de 2.5 en un ganglio linfático, recibió el alta en 2015 tras 33 sesiones de radiación y nueve semanas de quimioterapia. Al hablar de cómo su voz cambió después del tratamiento, Dickinson mencionó: “Dos cosas son ligeramente diferentes. Una es mi saliva, que obviamente lubrica tu garganta un poco, es un poco menos de lo que solía ser. Aunque, hace diez años, si hubiera tenido el mismo cáncer, no estaría produciendo saliva. Pero ahora, probablemente tengo un 70 por ciento, lo cual es genial. Gracias a todos allá arriba”, dijo entre risas. “Y lo otro es que creo que la forma de la parte posterior de mi lengua, que forma los sonidos de las vocales y cosas así, podría haber cambiado ligeramente, porque, obviamente, tenía un bulto grande y el bulto se fue. Así que tal vez la superficie haya cambiado de forma. Así que noto algunas diferencias. Curiosamente, la parte alta de mi voz es quizás incluso un poco mejor de lo que era antes”, añadió con humor.

“Hice 33 sesiones de radiación y nueve semanas de quimioterapia al mismo tiempo, lo cual es una terapia bastante estándar. Y se fue. Y le dije a mi oncólogo: ‘¿Qué quieres decir con que se fue? ¿A dónde se fue?’ Y él dijo: ‘Bueno, tu cuerpo simplemente se deshace de él’. El cuerpo es una cosa increíble”, concluyó Dickinson.