Varios músicos se movilizan dirigiéndose directamente al presidente del país, con intenciones de poner fin a unas ejecuciones que, por desgracia, ya han ocurrido.
Entre otros músicos de distinto renombre, el vocalista de GUNS N ROSES Axl Rose, intentó para las ejecuciones de ocho personas (los llamados los 9 de Bali, porque Mary Jane Fiesta Veloso se salvó de dicha condena al presentar nuevas pruebas) acusados de tráfico de drogas en Indonesia y sentenciados desde 2006. Su intento en última instancia fue enviar una carta abierta al presidente del país, Joko Widodo, conocido por ser seguidor de rock.

Pero por desgracia, estas palabras no han surgido efecto. El indonesio Zainal Abidin, el brasileño Rodrigo Gularte, los nigerianos Sylvester Obiekwe Nwolise, Raheem Agbaje Salami y Okwudili Oyatanze, y el ghanés Martin Anderson, ya han sido ejecutados. Esta misma mañana, se cumplió la misma ejecución para los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran.

En esta carta, Rose comenta que «Es verdad que no conozco a estas personas y nunca les he visto, pero su historia me ha tocado profundamente. Como muchos otros, podría fácilmente encontrarme en su desafortunada e incontestablamente autoinflingida posición. […] La gente comete errores, en ocasiones grandes y horriblemente lamentables errores, y a veces lo importante es que la gente aprende de ellos y para cambios positivos hacen nuevas elecciones. No ofrecer esa posibilidad parece un crimen mayor que el que ellos cometieron originalmente».

«Le pido a usted, señor presidente Joko Widodo, que use su poder para mostrar la fuerza de su país y que permita al mundo ser testigo de un extraordinario acto de humanidad». Esta carta también se la dirige al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a tres embajadores y al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en Indonesia.

Mediante cartas por separado, el guitarrista de BLACK SABBATH Tony Iommi y el frontman de NAPALM DEATH  Mark «Barney» Greenway también le remitieron cartas a Widodo, con el fin de salvar las vidas de Andrew Chan y Myuran Sukumaran.