En una entrevista se le preguntó sobre si se arrepiente de la forma en la que sucedió todo

Hace unos días publicábamos una noticia en la que Andreas Kisser, en el nuevo número de Guitar World, recordaba su audición para entrar a METALLICA. En la misma revista se le ha preguntado sobre si se siente arrepentido sobre la manera en la que Max Cavalera dejó SEPULTURA.

«Hablar de arrepentimientos es raro. Hay que aprender de todo lo que te sucede en la vida, sobre todo de los errores y de las cosas jodidas que te pasan. Hay que dejar ir a la ira y pensar razonablemente para resolver todo y salir adelante. Así que no me arrepiento.

En aquel momento era muy difícil mantener todo en su lugar. Nos estaban pasando un montón de cosas, crecimos muy rápido, Max y Gloria se habían casado, tenían niños y ella estaba siempre con nosotros en gira. Era más una tour manager que una manager normal, y chocó con lo que había sido el grupo siempre: cuatro tíos que van por todo el mundo haciendo nuestras cosas. Nunca tuvimos problemas en el escenario o en el local, porque no había nadie allí excepto nosotros cuatro. Era nuestro lugar sagrado, donde lográbamos arreglar cualquier problema, ensayábamos y disfrutábamos. Así que todo se lió, dijimos que queríamos cambiar de manager, Max básicamente lo mandó todo a la mierda. Formó SOULFLY, con la misma estructura que nos había llevado diez años crear, grabando en el mismo estudio donde hicimos ‘Roots’, con el mismo productor… todo igual. 

No teníamos otra opción más que empezar de cero, encontrar un nuevo manager y otro cantante. Pero como he dicho, hay que aprender de esos malos momentos y luchar. Ahora tenemos una gran formación, con grandes personas que trabajan con nosotros. Un gran sello, y un gran disco. Cuando una puerta se cierra, diez se abren. Y ¿tocar con ellos otra vez? No entra en mis planes, y no parece que estemos en situación de que suceda».

Max Cavalera habló del mismo asunto hace unas semanas para RockMusicStar.

«En ese momento, mis opciones eran quedarme con ellos haciendo lo que querían que hiciera, que era echar a Gloria (era lo peor que podía hacer), o irme del grupo. Como me quedé sin opciones, acabé marchándome. Tenía fe en mí mismo. No sabía lo que iba a hacer, pero lo iba a hacer de inmediato. Tuvieron que pasar seis meses para que empezara SOULFLY. Sabía, en mi corazón, que quería seguir haciendo música, e iba a hacer todo lo posible para hacer el mejor disco que fuera posible. Estoy realmente feliz, porque pienso que si me hubiera quedado en SEPULTURA, no me hubiera ido tan bien. Tal vez hubiera sido difícil mantener el nivel tan alto que teníamos y a lo que estábamos acostumbrados. Y SOULFLY es grande para mí, porque es una banda donde tengo libertad para hacer todo tipo de cosas diferentes en el metal. Me gusta llegar a los límites de la música, me gusta tener invitados a las canciones, y es un grupo que me permite hacer todo eso. Así que, en cierto modo, fue una especie de bendición que dejara SEPULTURA».