Una conversación con Twisted Sister (II) – La muerte evitable de AJ Pero y el relevo generacional del rock
Segunda parte de nuestra larga charla con Jay Jay French, fundador y cerebro tras Twisted Sister. Tratamos la muerte de AJ Pero, su baterista, y como esto tuvo una influencia en la decisión de la banda de separarse. Pero eventualmente, las recientes muertes en el rock toman la conversación y nos llevan al debate del relevo generacional.
Segunda parte de nuestra larga charla con Jay Jay French, fundador y cerebro tras Twisted Sister. Tratamos la muerte de AJ Pero, su baterista, y como esto tuvo una influencia en la decisión de la banda de separarse. Pero eventualmente, las recientes muertes en el rock toman la conversación y nos llevan al debate del relevo generacional y la manera en que los adolescentes consumen música hoy en día. Una entrevista de Sergi Ramos.
Después de la muerte de AJ Pero ¿fue un poco profano salir de nuevo de gira? ¿Fue un conflicto emocional salir de nuevo a la carretera?
«No se si lo sabes, pero filmamos un DVD en memoria de AJ Pero en Las Vegas el año pasado y he recibido un email esta misma mañana confirmándome que es el número uno en la lista de Billboard. Para una banda que está retirándose, que nunca ha tenido un número uno en Billboard, no está mal».
«El año pasado fue duro. Estábamos acostumbrados a su feel tocando y la verdad es que AJ era un batería tremendo, uno de los mejores del mundo. Mike Portnoy es un gran baterista pero obviamente no es AJ de manera exacta. Fue difícil tocar de nuevo porque AJ no estaba ahí, aunque técnicamente pudiésemos hacerlo. El era como mi hermano pequeño, el único baterista con el que he tocado en directo en los últimos treinta años de mi vida. Fue extraño tocar sin él el año pasado».
«Este año está siendo más fácil. Mike ha encajado muy bien y nosotros nos lo estamos tomando como una celebración, como el adiós a nuestro público y los sentimientos son distintos».
El año pasado, durante los conciertos, incluíais un solo de batería de AJ a través de las pantallas de video. Fue muy emotivo.
«El año pasado, cuando poníamos el solo de batería y nos marchábamos del escenario, se me llenaban los ojos de lágrimas. Fue muy emotivo. El DVD lo tiene, quisimos mantenerlo todo de manera íntegra.»
«AJ era demasiado joven para morir así. No fue justo».
Dee Snider fue bastante directo a la hora de hablar de su muerte, criticando la manera en que se había despreocupado de su salud y el rompecabezas que le había dejado a su familia al no tener un testamento. ¿Crees que Dee habló demasiado?
«Mi opinión es que yo me lo habría callado. Estábamos frustrados, todos. Nadie piensa que va a morir pero si no te ocupas de tus asuntos legales antes de morir, las cosas son luego mucho más complicadas para los que se quedan aquí. No debería haber muerto, debería haberse cuidado más y eso es así».
«No se si lo sabes, pero AJ había tenido un accidente de tráfico justo un año antes de su muerte. Estaba de gira con Adrenaline Mob y el accidente no fue horrible, nadie tuvo daños serios ni tuvo que ir al hospital. Pero si se hubiese hecho un poco de año y hubiese pasado por el hospital, le habrían encontrado el problema cardíaco que le mató. Me habría gustado que se hiciese daño en aquel accidente para que le hubiesen examinado. Eso habría descubierto a tiempo su dolencia. Obviamente no le deseaba ningún mal, pero ojalá un doctor le hubiese encontrado lo que le pasaba. A tiempo».
¿No se cuidaba lo suficiente? Obviamente, ya no tenía quince años.
«No se la respuesta a eso. No era su guardián. Todo el mundo tiene pequeños problemas médicos. Todos nosotros. De hecho, ese es el problema con las bandas de metal clásico: todos tenemos sesenta años. Judas Priest, Whitesnake, Kiss, Alice Cooper, AC/DC, Def Leppard…somos todos sesentones. No va a ser más fácil. No va a ser mejor. Cada año dos o tres de nosotros moriremos de cancer, problemas cardíacos, drogas o lo que sea. No es algo de lo que nos diesemos cuenta cuando teníamos veinte años y montamos una banda. Solía ser ‘sexo, drogas y rock and roll’ y ahora es ‘sexo, medicamentos y rock n’ roll’.
«Cuando estamos en el backstage, ya nadie habla de cocaína. Todo el mundo habla de las medicinas que toma. Mira a Lemmy. Quería un montón a ese tio. Llevaba enfermo un montón de tiempo y aún así nadie creía ni esperaba que se muriese. Lo que estoy intentando es racionalizarte el porqué no vamos a seguir aquí y porqué dejamos la banda. Dee solía hacer una broma: la única manera que existe para salir de Twisted Sister es la muerte. Solía ser una broma, pero ya no lo es, es la realidad (risas)».
«Paul Stanley ha tenido un montón de problemas en su cadera y en su hombro. La mayoría de músicos tienen daños de todo tipo. El desgaste de subirse a un escenario y agitar al público durante dos horas desde hace 40 años es incalculable. La pregunta que le hago a los chicos de 25 años es ¿donde están vuestras estrellas? ¿Quienes son los nuevos Kiss o los nuevos Twisted Sister? ¿Quien nos va a sustituir cuando nos vayamos?»
No hay. No hay ningún relevo.
«¿No crees que es triste?»
Llevamos un montón de tiempo discutiendo esto en la web. No hay relevo generacional. ¿Quien va a encabezar los festivales dentro de diez años? Quizá Metallica, que aún son jóvenes en comparación. Pero la mayoría de bandas que ahora tienen 65 años, no estarán aquí en diez años.
«Exacto».
Al final, la gente se queja de que las viejas bandas no se separan y demás. Pero hace unos días, vi a Scorpions en Madrid y había doce mil personas. ¿Para qué te vas a ir si sigue habiendo 12.000 personas en cada gran ciudad dispuestas a verte?
«Eso es muy cierto. Es una afirmación muy cierta. No es mi parcela hablar sobre las decisiones de otras bandas o si deberían dejarlo o no. Lo que has dicho es correcto. Si la gente viene es por algo.»
«Si la gente está dispuesta a comprar un ticket para verte, esa es la mayor validación posible para la banda. Todos los haters pueden decir lo que quieran, que al final del día la gente paga dinero por venir a vernos».
«Mira, los Rolling Stones eran la banda de rock más buena del mundo en directo. Hoy en día son la peor banda del mundo en directo, probablemente la peor que he visto en veinte años. Los he visto desintegrarse con mis propios ojos, son terribles en directo. Y la gente sigue gastándose 500 o 600 dólares en ir a verles en directo. ¿Porqué? Porque son la última conexión que la generación Beatles tiene con su pasado y adolescencia? Pero mira, es su asunto. La gente paga por ellos. Si la gente quiere pagar por unos tipos que ya no pueden ni tocar en directo, yo no soy nadie para decir que no deben salir de gira. El público ha hablado, con su dinero. No quiero acabar en esa situación, personalmente. No quiero ser cada año peor que el anterior».
«En la generación actual están Avenged Sevenfold, Slipknot -quienes son más jovenes que Metallica- y después de eso ya pasas a Lamb of God. No hay tantas opciones. Cuando yo tenía 17 años, los Beatles, los Stones, los Who, Pink Floyd, Janis Joplin, Led Zeppelin, Jimi Hendrix, Bob Dylan, Jefferson Airplane, The Birds…todos esos músicos no tenían más de 25 años. Cuando yo tenía 17 años, ninguno de mis héroes tenía más de 25 años. Si le preguntas a los chavales que acuden a festivales cual es la media de edad de los artistas que idolatran, la respuesta será «entre 55-65″. No han sido reemplazados por los nuevos músicos de 25 años. Ese es el verdadero problema».
«Yo lo tengo fácil, porque soy un artista de classic rock, tengo una base de fans, tengo un legado y tengo unos éxitos. A la gente le gusta lo que hacemos y nosotros les mostramos mucho amor de vuelta cuando tocamos ante ellos.»
Además de lo que dices también sucede otra cosa: la música ya no es una parte tan primordial de la vida de la gente. Se oye mucha música, pero se escucha muy poca. La gente tiene acceso a más música que nunca antes, si, pero su conexión emocional con la música no es la misma que existía con las bandas que ayudaron a definir la música pop de los 60,70 y 80. Especialmente porque la gente no ha tenido tampoco el mismo tiempo de encontrar la conexión emocional con las canciones de hoy en día.
«Déjame que te pregunte una cosa. ¿Qué edad tienes?»
Tengo 32 años.
«Mira, no quiero sonar como mi padre sonaba cuando yo era un adolescente, en plan ‘es que todo suena igual’ y todo eso. A ellos les daba lo mismo, los Beatles y los Stones les sonaban igual. Qué más daba. ¿No crees que una chica de quince años, hoy en día, piensa que tiene un millón de opciones ahí fuera? Ya sabes: tiene a Rihanna, a Britney Spears, Justin Bieber, Usher…puede que no nos gusten esos artistas, pero eso no significa que no tengan derecho al éxito. Y hay muchísimas opciones, más que nunca. Lo que tengo claro es que en el mundo en el que tu y yo nos movemos están habiendo cambios y alteraciones muy sustanciales. Pero para un adolescente las opciones son infinitas y muy buenas. El rock quizá está en problemas, pero no creo que el hip hop esté en problemas, o el rap, o el country, o las vocalistas femeninas».
La semana después de vuestro show en Rock Fest, fui a ver a Rihanna, que tocaba en Barcelona. No cantaba. Le ponía el micro al público cada tres segundos. Cada vez que venía una nota algo alta, no cantaba. El show escénico, en sí mismo, no fue nada del otro mundo.
«Un show de mierda, vaya»
Correcto. Pero la gente estaba contenta. Aplaudía. Gritaba. Estaban encantados con lo que estaban viendo. ¿Crees que el estándar de lo que debe ser un show en directo de un artista ha caído en picado?
«Yo creo que la expectativa de la gente joven respecto a lo que es ‘un buen show’ está muy disminuida respecto a lo que nosotros hacemos. Nosotros no usamos samples, ni autotune ni nada por el estilo. Lo que ves es lo que hay. Creo que tienes mucha razón: quieren ver un show de televisión. Quieren ver un videoclip perfecto en directo. Les da igual que el artista les esté engañando o no».
«Mira, un amigo mio hizo una observación interesante el otro día: cuando escuches pop comercial en la radio, el 99% de lo que escuchas ya no está siendo ejecutado por seres humanos. Son maquinas. Cuando me lo dijo, lo pensé y me di cuenta de lo terrible que era: ni los humanos están haciendo música ya, está todo hecho por maquinas. Lo que los chavales tienen es un contacto superficial con la música, pero con el elemento humano ni con las emociones que hay tras ella. Es una observación muy correcta y lo que hoy se escucha es totalmente desechable. Tampoco hay mucha lealtad. Hoy en día tienes algún hit y desapareces poco después. No tienes una carrera».
La rotación es brutal. Todo lo produce la misma gente (Usher, Kanye, Timbaland, etc), el éxito tiene una vida de unos pocos meses, el artista no lo recuerda nadie y vuelta a empezar. Es como la versión musical de una fábrica de montaje. Algo que usas una vez y tiras, como comerte una hamburguesa de McDonalds cuando tienes hambre.
«Lo que pasa es que si echamos la vista atrás, las cosas eran así en los años 50 y 60, antes de los Beatles. La música pop se basaba en hits de usar y tirar. Ahora las cosas han vuelto a aquella época, salvo que los hits llegan a mucha más gente que antes».
«¿Recuerdas la canción ‘Gangnam Style’ de PSY? Eso tuvo 2.500.000.000 de visitas en YouTube. Piensa en ello. Es la canción con más plays de la historia de la música. ¿No es jodido? Tuvo una idea, la grabó sin pensar que iba a ser un éxito y la publicó. Es una estrella pasada de kilos y pasada de vueltas de Corea. Que una canción de pop coreano sea lo más escuchado de la historia de la música te da a entender como están las cosas. Lo segundo debe ser alguna canción de Justin Bieber y lo tercero, no se, ‘Blurred Lines’ o ‘All about the Bass’ o alguna mierda así. Eso te da una idea acerca de como está todo».
«La gente me dice que si tengo un problema con que se bajen nuestras canciones o se escuchen en streaming. A mi me da igual, porque quiero que las canciones lleguen a la gente. Es eso lo que me permite tener una carrera hoy en día».
Hace poco estaba mirando los más escuchados de Spotify. No conocía absolutamente nada.
«Pero cuando tenías 17 años, lo conocías todo ¿no?»
También había muchísimas menos bandas y artistas.
«Cierto, pero cuando yo tenía 17 años yo lo sabía todo. Conocía la gran mayoría de música que había ahí fuera. Ahora tienes ocho billones de elecciones. Estoy abrumado. Cuando mi hija me dice lo que está escuchando no puedo evitar poner cara de idiota».
«Lo que pasa es que ese exceso de oferta no frena a la gente a la hora de seguir haciendo bandas, aunque sepan que nunca van a tener éxito. Hay un millón de personas ahí fuera que quieren ser estrellas, aunque no tengan ni idea de como pueden llegar a ello. Un amigo mío lleva la contratación de uno de los locales de música en directo más exitosos de New York y contrata a 3.000 artistas al año. 3.000 artistas! ¿Realmente la gente quiere intentar algo en un ecosistema como ese? Madre mía!».
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