La vuelta a la actividad del que fuera vocalista de SANGRE AZUL, Tony, ha pillado a todo el mundo por sorpresa. Quizá incluso a el mismo. Hasta hace unos años se le había perdido la pista, aunque el estaba involucrado en varios proyectos docentes. Pero fue de la mano de los productores Joaquín Padilla y Jacobo García, con quienes trabajó en el disco sobre Edgar Allan Poe “Legado de una Tragedia”, que Tony comenzó a recuperar ideas añejas y otras no tan añejas de cara a la preparación de un disco en solitario, el recién estrenado “Las Fases de la Luna”. Nos sentamos con Tony en la recepción del hotel Pere IV de Barcelona durante una gira promocional del artista que le ha llevado por varias capitales españolas haciendo firmas de discos y entrevistas con toda la prensa. Tony, que esta en buena forma, muy animado y con ganas de responder a todas las dudas de la prensa, se pasa una hora hablando con Sergi Ramos, sin pelos en la lengua. Ni en la cabeza de ninguno de los dos, seamos sinceros.

¿Por qué vuelves ahora?

“Pues porque se han dado todas las circunstancias para hacerlo y previamente no se habían dado. Cuando me llamaron para la colaboración en “Legado de una Tragedia”, dedicado a la vida de Edgar Allan Poe, en el que Joaquín Padilla y Jacobo García estaban haciendo la dirección y la producción musical, entablé una buena relación con ellos, con muy buen rollo. Cuando acabamos de grabar me dijeron “oye, tío, que estás muy bien, no has perdido nada de calidad con los años”. Me preguntaron que qué estaba haciendo y les dije que tenía un montón de material, material que he ido preparando en estos últimos años, ya que he ido haciendo canciones. Me dijeron si podían escucharlo, así que vinieron a casa y estuvieron escuchándolo. Y me dijeron “esto hay que sacarlo, es material muy bueno, muy fresco”.

“El hard rock, tal y como yo lo entiendo es atemporal, no es una moda ni una tendencia. Es como el AOR, es algo que existe desde los 70 y sigue habiendo mogollón de bandas de AOR. La música que a mi me gusta dentro del rock no es relativa a modas, sino que son estilos muy consolidados y asentados. Dentro de lo que yo había ido componiendo había frescura, pero también un enfoque nuevo de letras y demás. Me dijeron de grabar, pero claro, para mi era toda una movida. Me dijeron que no me preocupara, que ellos buscaban los músicos, que montaban los temas. Claro, mis versiones de los temas eran muy básicas, porque yo no soy músico en sí: no toco la batería, ni la guitarra, ni el bajo ni las teclas. Lo hago todo en casa con maquinas y creo lo que es la esencia de los temas. Ellos buscaron a la gente que le diera a cada instrumento su lenguaje, que hicieran sonar los temas como una banda, buscaron el estudio… Claro, si me lo ponen tan fácil, habrá que hacerlo ¿no? (Risas). También encontraron a una gente que hizo una mezcla y una masterización muy potente, lo que hace que el disco tenga mucha pegada. Y finalmente aparecen los señores que lo sacan, ya que se trata de una co-producción entre Leyenda Records y Odín Producciones. Ellos están dispuestos a sacar el disco como merece, con el método tradicional y apoyándolo con promo y demás. Claro, no seré yo quien diga que no si me dan tantas facilidades”.

¿Te daba cierto palo editar el disco en formato digital y esa clase de cosas? ¿Querías un producto más de la vieja escuela, por así decirlo?

“Es que para volver de cualquier manera, no lo hago. Y eso es algo que hago también por respeto a…bueno, es obvio que el punto de partida de todo esto es SANGRE AZUL. SANGRE AZUL para mí merecen todo el respeto del mundo y yo no soy quien para hacer una chapuza. Sería una falta de respeto. La gente tiene un concepto de aquella banda que es súper mágico y no puedes aparecer haciendo cualquier cosa. Has de hacer algo mínimamente decente”.

Has estado desaparecido de los ojos del público durante mucho tiempo. ¿Te sentías confiado a la hora de volver al asunto cantando? ¿Dudabas de tus propias capacidades tras tantos años?

“No, la verdad es que no.  Cuando sopesas el hacer esto o no, comienzas a pensar: ¿le gustará a los fans de SANGRE AZUL? ¿Y a los no-fans de SANGRE AZUL? ¿Y a las nuevas generaciones? ¿Y los músicos que pensarán? ¿Y al crítica? Al final has de pensar: ¿quiero hacerlo? ¿Estoy convencido de que es un trabajo sincero, honesto y creo en él? ¿Si? Pues a hacer puñetas todo lo demás”.

“Claro que pasas por momentos de duda, especialmente porque tienes un pasado que debes tomar en consideración. Habrá gente que te recuerde para bien y gente que te recuerde para mal, pero hay gente que te recuerda y lo que hagas ha de estar a la altura. Si pones de tu parte, con ilusión y con honestidad, consigues conectar con la gente. Si no conectas, mala suerte. Pero al menos lo has intentado y lo has hecho creyendo en ello.”

“Antes hablaba con una compañera tuya de otro medio y me decía que se notaba que el disco está hecho con el corazón, porque a ella le había llegado al corazón. Y de eso se trata, de llegar a la gente. Si no lo consigues, mala suerte. Pero has de estar convencido de lo que haces”.

Me comentabas que hay canciones que datan de hace años, igual que hay otras de composición más reciente.

“Si, hay canciones que datan incluso de principios de los ‘90”.

¿Hay alguna que estuviera pensada para SANGRE AZUL?

“No. De los temas que teníamos SANGRE AZUL para lo que habría sido el cuarto disco no he tirado de ninguno, aunque me gustaran mucho, porque creo que pertenecen a la banda SANGRE AZUL. Si algún día salen, saldrán de la mano de SANGRE AZUL (lo cual es bastante improbable que ocurra). Pero todo el material es mío, en cuanto a música y letra. Si que hay cosas que son inmediatamente post-SANGRE AZUL, porque aunque la banda se acabara, uno sigue trabajando por inercia. Hay temas de 1992 o 1993, y otros de 2008 o 2009”.

En la época en la que SANGRE AZUL desaparecieron, el grunge comenzaba a hacer acto de aparición en otros mercados. De hecho, el fin de SANGRE AZUL nunca vino motivado por un conflicto interno entre los miembros de la banda, sino con la discográfica, que rechazó vuestros temas del cuarto disco. ¿Qué color estaban tomando esos temas del cuarto disco?

“Lo que estábamos haciendo tenía más que ver con AEROSMITH de la última época, los de “Pump” o “Get a Grip”…o con el AOR. Yo siempre he hecho temas AOR, porque es material que me llena mucho, especialmente el de bandas como JOURNEY, TOTO y otras mucho menos conocidas. No dejo de sorprenderme de que haya tantas bandas haciendo ese estilo de música”.

“Hay unos tíos que a mi me apasionan que son los LAST AUTUMN’s DREAM. Me parecen un grupazo, con unos temazos. Yo siempre me he mantenido en esos terrenos, siempre he hecho baladas, siempre he hecho cosas de ese tipo. Pero en la vertiente más rockera, lo que estábamos haciendo iba más por esos derroteros, más rocanrolero, más sureño quizá, con mucho riff de guitarra”.

“Hay un tema en el nuevo disco, titulado “Mejor Que Nadie”, que tiene mucho que ver con lo que en aquella época estaba yo haciendo. Luego hay canciones de siempre, con estribillos con gancho, con el concepto típico de tema de directo, con coros para cantar bien alto…”

Es que hoy en día es realmente aburrido pararse a escuchar a algunas bandas. Son musicazos, vale, pero es que no hay nada en sus canciones. Absolutamente nada.

“Yo creo que la mayor diferencia entre lo que se hizo antes y lo que se ha hecho después, con todos mis respetos hacia lo que se ha hecho después y lo que se hará, es que ahora no hay canciones. Hay grupos que suenan tremendos. Grupos que son de cualquier pueblo y suenan de la hostia, una pasada. Los medios hoy en día son muy buenos, ya que en tu casa puedes tener un equipo y unos plug-ins que te mueres y sonar cañón. Pero…el problema es que no se te queda ni una sola canción. Todas son iguales, todas están en el mismo tono. Es aburrido! No soy quien para criticar, pero a menudo pasa que escuchas a un tío que toca muy bien o que canta muy bien…pero no hay canciones. Y eso es lo más importante. Lo echo de menos, el hecho de escuchar a una banda con canciones que puedas recordar y cantar. No es algo malo! Que una canción se te quede metida en la cabeza y la puedas cantar a la mañana siguiente no es malo, es bueno. Es música, joder! (Risas)”.

Tu disco tiene dinámica: no suena saturando todo el rato, que es el gran problema de muchas bandas hoy en día.

“Claro, es que lo suyo es que haya climas distintos, que las partes de la canción se distingan y te lleven de un sitio a otro.”

¿Influye en ello que tengas un sentido más crítico de tu propia música en lugar de dejarte caer en las manos del productor y poco más?

“No, pero yo también me he sometido al criterio de Joaquín y de Jacobo, porque ellos eran super fans de SANGRE AZUL y conocían perfectamente mi voz. Ellos han sabido, en todo momento, como sacar el máximo partido de mi. Cuando trabajas con gente y delegas responsabilidades es para que hagan su trabajo. Si alguien me produce, pues me someto a su criterio. Ellos querían que mi voz estuviera en cada canción dando lo necesario, con todos sus matices y sus colores. Como yo si que creo que dentro de las fortalezas de mi manera de cantar, una de ellas es que me adapto bien a las canciones, pues ellos han sabido sacarle partido.”

“Cuando me meto en el estudio no intento dirigirme a mi mismo, dejo que ese trabajo lo hagan otros. El oído externo siempre va a ser más exigente, va a escuchar cosas que yo no puedo escuchar y va a tomar decisiones que yo no puedo tomar por que yo no puedo ser objetivo. En SANGRE AZUL siempre había al menos tres personas de la banda en el estudio en todo momento, opinando y demás, porque ellos sabían lo que queríamos decir en la canción y como debíamos llegar hasta ahí. Cuando uno se escucha a si mismo está más limitado, por eso siempre me ha interesado más ser dirigido a la hora de cantar.”

¿Te ha supuesto alguna dificultad mantener el tono de voz de hace veinte años en los temas actuales? Es obvio que con el tiempo la voz de cambia y se va haciendo más grave. ¿Te ha afectado eso de algún modo?

“No particularmente. No me he notado con especiales problemas de esa índole. Tampoco he sido nunca una persona con un registro altísimo. Mis virtudes son más bien el feeling, la vocalización, en hacerme entender bien, en el sello personal que pongo…pero no en dar notas altísimas. Nunca ha sido mi fuerte ni falta que hace. Cada uno tiene el registro que Dios le da y los dos o tres tonos que consigues subir con los años y con la técnica, pero de ahí es muy difícil pasar…”

“Soy consciente de que lo que hago bien lo puedo hacer muy bien, y en ello me centro. Pero no, no me he visto con problemas para llegar a las notas que llegaba cuando era más joven, dentro de que nunca he tenido un registro espectacularmente amplio”.

Yo, como seguidor de SANGRE AZUL, tengo tu voz grabada en mi cabeza como algo familiar, habitual. Me hizo especial ilusión ver que la voz seguía ahí intacta. Hay muchos cantantes a los que veo sufrir muchísimo para replicar las tonalidades de sus “buenos años”. Ayer, justamente, entrevistaba a David Coverdale y hablábamos del asunto, pues tuvo que cancelar una gira en Estados Unidos porque su voz dijo “basta”.

“Es que yo tampoco he hecho las barbaridades que hacen otros, en todos los sentidos. Yo no me he castigado, eso por un lado. Por otro lado, no he tenido hábitos especialmente dañinos para la voz. No soy bebedor. En cuanto a fumar, he tenido etapas en las que he fumado y otras que no. El tabaco no me ha hecho especial daño nunca a la hora de cantar. Es más, en ocasiones incluso me ayudaba a que mi voz fuera más desgarrada. Lo que si que no he hecho es berrear. No soy de ir a garitos porque salgo afónico. Al volumen al que está la música, si hablas con la gente has de gritar. Tienes dos opciones: o no hablas con nadie (entonces ¿para que vas?) o acabas con la voz hecha polvo. Eso si que me hace daño. Entre que las copas están frías, que hablas a mucho volumen y demás…te haces daño en la voz. Por eso, procuro no ir. Es un precio que he de pagar por conservar la voz”.

“Otra diferencia fundamental que noto respecto a aquella época es que, aunque la voz es la misma, si que ha ganado más cuerpo. Está más enriquecida, es más ancha. Aquella voz de antaño era más aguda. Ahora es la misma, pero más madura”.

Una de las cosas que siempre me ha provocado dudas es el uso de los coros super-agudos que poblaban la música de SANGRE AZUL. ¿Eran naturales o había alteraciones de pitch para conseguir esos tonos similares a los que empleaban STRYPER o DEF LEPPARD en sus canciones?

“No, no se alteraba nada. Había gente que tenía la facilidad para alcanzar tonos muy altos. Martin, por ejemplo. El tenía un registro curioso, porque no tenía tonos medios pero tenía uso agudos brutales y unos graves muy buenos. Con eso nos apañábamos. No tuvimos que emplear el truco nunca. Carlos Raya también subía bastante y Juanjo, cuando se incorporó, también llegaba con facilidad.”

En “Las Fases de la Luna” colaboran todos tus ex –compañeros de SANGRE AZUL, aunque por separado, en temas distintos. ¿Era vital para ti que hubiera ese nexo de unión nuevamente?

“Si, era uno de los objetivos que tenía para éste disco. Por un lado quería la colaboración de alguien como Sherpa, que era muy importante para un super fan de BARON ROJO como yo. Y por otro lado quería la colaboración de mis antiguos compañeros de SANGRE AZUL, aunque repartidos. Quería que fuera así porque no quería confundir a nadie. No quería que hubiera indicios de reunión de la banda ni nada por el estilo. Esto es un proyecto en solitario pero quería contar con mis amigos en él.”

Volviendo a lo que comentaba hace un rato, el asunto es ese: que el mal rollo nunca vino entre los miembros de la banda, sino con la compañía discográfica.

“No, claro. Nosotros tuvimos una evolución del 89 al 91 hacía un estilo distinto de música, de imagen y de letras. Cambió mucho el concepto de SANGRE AZUL y cuando le presentamos el material a la compañía no entendían el cambio, querían más de lo mismo. Querían el mismo tipo de canciones, con orientación a las radiofórmulas y demás. Nosotros no queríamos seguir haciendo esas canciones, no porque no nos gusten las que ya habíamos hecho, sino porque las nuevas queríamos que fueran diferentes. Además estábamos en otra etapa y ya éramos más mayores. El primer disco lo grabamos Carlos Raya y yo, que éramos los más jóvenes, con solo 22 años. Por aquel entonces ya estábamos en torno a los 27, habíamos vivido otras cosas, teníamos otra mentalidad y queríamos hacer y cantar cosas distintas. Pero la compañía no estaba por la labor y como aun quedaban dos discos en nuestro contrato, entramos en un círculo vicioso de “tráeme más temas” y “pues no me da la gana” (risas). Entonces ni nos grababan ni nos libraban del compromiso, hasta que ya nos separamos y desaparecimos.”

Si se diera una hipotética reunión de la banda ¿estaríais aún atados a alguna clase de obligación contractual con EMI pese al paso de los años?

“La propiedad de los tres discos que hicimos está en manos de EMI pero, fuera de eso, no tendríamos ataduras de ningún tipo”.

¿Sigue habiendo contacto con la compañía? Hace unos años se reeditaron los discos de SANGRE AZUL de manera un poco sorpresiva.

“No, las hicieron totalmente a su bola, sin consultarnos nada y sin pedirnos ninguna opinión”.

Me extrañaron un poco esas reediciones, especialmente teniendo en cuenta que las multinacionales, a menudo, tienen productos de fondo de catálogo que no saben ni qué son.

“Mira, el ‘Platinum Collection’ es un engendro raro que sacaron, donde reunían lo tres discos más una serie de canciones que hicimos cuando estábamos empezando, para el programa del Pirata y tal. Imagino que lo habrás escuchado.”

Si.

“Pues eso es un engendro total. Son dos discos pero están metidos dentro de los tres, todo mezclado…un engendro de la hostia. Eso salió y nadie nos dio un toque para avisarnos de ello. Podríamos haber remasterizado y haber aportado algo. Carlos Raya tiene un estudio en su casa y podría haber hecho cosas y las habría hecho encantado pero es que nos enteramos porque se editó. Imagínate que un día vas a determinada tienda a comprarte una tostadora y te encuentras con la recopilación y dices “¿pero esto que es?”. O te llama un amigo diciéndote “eh tío, que he visto que habéis sacao una recopilación ahí de puta madre” y tu dices “¿cómo?”. Luego lo escuchamos y sonaba saturado y todo… dijimos “¿pero esto que es?”. Que poca vergüenza!”.

“Aún así, los tipos han vendido cinco mil copias de esto. Sin ninguna promo de ningún tipo. Ahí tienes. No deja de sorprender”.

Al menos os sirve como indicativo de que hay mucha hambre por ver a SANGRE AZUL reunidos.

“Eso parece…”

¿Cómo veis ese asunto a día de hoy? Podríais dar el paso, claro, pero Carlos está liado con FITO Y FITIPALDIS y con M-CLAN, tu con el disco en solitario, los demás exmiembros también tienen sus cosas… Mira lo que ha sido la famosa y esperadísima reunión de BARON ROJO. No han pasado de tocar en La Riviera en Madrid. ¿Hasta que punto tendría lógica hacer una reunión de la banda y hasta que punto lo que pasa es que hay cien tíos muy ruidosos pidiendo que os reunáis en foros de internet?

“Yo he comentado por activa y por pasiva que no puedo decir que sea imposible la reunión. Nunca puedes decir que algo no va a ocurrir. Cosas más raras se han visto. Pero es “altamente improbable” que hagamos una reunión, in un tour ni nada. Si se dan las circunstancias como el día de la presentación del disco “Filosofía Doméstica” de Juanjo Melero en la Heineken, que nos llamaron, todos podíamos, fuimos a ensayar un par de días y nos lo pasamos pipa…  Aquel día, nos pusimos a tocar y dijimos “no veas, esto aun suena como antes” y nos lo pasamos bien. Fuimos, tocamos un par de temas con el amigo Juanjo el día de su presentación, que era un día muy importante para él, le acompañamos y…nos fuimos para casa, ya está. Quiero decir… ¿puede volver a ocurrir? Si, puede volver a ocurrir, pero de esa manera. No nos vamos a liar a montar la banda, a meternos en un local dos meses, a preparar un directo para hacer un tour… eso no va a pasar, para nada. Lo veo muy, muy, muy difícil. Influyen las agendas, las vidas de cada uno, Carlos está metido en mil historias, Juanjo también es director musical de varios espectáculos musicales además de trabajar con otros artistas, Luís tiene una empresa que le absorbe mucho tiempo, yo estoy metido en muchos temas de docencia… lo veo muy complicado. Es muy difícil que demos el paso”.

“No es tanto por un tema económico como por encajar eso dentro de nuestra vida tal y como la tenemos montada.”

¿Te llenaría hacerlo?

“Si has visto el video en YouTube de la actuación con Juanjo, verás que nos lo pasamos pipa, que disfrutamos como enanos en todo momento. Fue superdivertido volver a hacer y tocar esas canciones. ¿Por qué no? Desde el punto de vista emocional, estoy seguro de que nos lo pasaríamos genial”.

Uno de los que más suele pinchar a las bandas para que se reúnan es Marcos Rubio, el organizador del Leyendas del Rock Festival de Murcia. Imagino que intenta cada año que os reunáis.

“Si, aunque no cada año. Ha habido varias ocasiones.”

¿Y no veis factible un festival, que es algo puntual? Ya sabes, ensayáis una semanita o diez días y tocáis en un Leyendas como cabezas de cartel.

“No, de una semanita o diez días nada. Eso no entra dentro de la filosofía de SANGRE AZUL. Nunca hemos ensayado una semanita o diez días. Siempre hemos ensayado un huevo”.

Pero claro, no tiene sentido hacer tanto esfuerzo para un solo show.

“Claro, ya que te metes a montar un show en directo intentas hacer muchos, no uno solo. Ya que te pones, aprovechas. Lo que pasa es que nuestra filosofía no es la de “me repaso las canciones, salgo y toco”. Nosotros tenemos que ponernos a un nivel adecuado todos juntos, ensayar muchas horas, trabajar mucho y arreglar los temas para directo. No es que te escuches el disco un par de veces y te vayas a hacer un concierto precisamente”.

Antes me comentabas tu fanatismo por BARON, quienes se reunieron tras un montón de años. ¿Entiendes el amplio deseo de una gran parte del público por ver a SANGRE AZUL en directo? ¿Te pones en su lugar?

“Yo puedo entender a la gente y puedo entender que les apetezca, pero también estoy seguro de que la gente entiende que estamos en otra etapa. Cada uno hace otras cosas. Estoy seguro de que la gente respetará y entenderá nuestra decisión. Pero nunca se sabe. Yo tampoco puedo decirte con rotundidad “No va a ocurrir”. Si que te puedo decir que es altamente improbable.”

“Hace cinco años ninguno de nosotros podría haber asegurado que íbamos a tocar dos temas ese día con Juanjo. O si me hubieras preguntado por la posibilidad de editar un disco en solitario, yo te habría dicho que no. ¿Por qué? Porque no se daban las circunstancias. No te puedo decir que no vaya a suceder, pero si que es altamente improbable”.

En estos años, aunque no hayas estado muy visible para el público, tampoco te has ido a vivir a la Luna. ¿Cuáles son los mayores cambios que te has encontrado al volver al negocio?

“El modelo de distribución, por ejemplo, que ha cambiado mucho. Por otro lado, la cantidad de medios que hay ahora. Internet abre una puerta grandísima, aunque sea una puerta que no tiene filtro. Hay mucha información en la red, pero no toda sirve ni tiene la calidad deseable. Pero hay mucha gente haciendo webs y programas de radio a través de internet. Otra cosa que me ha llamado poderosamente la atención es ser consciente de lo mucho que la gente te aprecia. En los foros lees cosas, pero es muy distinto a salir ahí fuera  y hacer una firma de discos o abrirte un perfil en Facebook, donde la gente te explica el recuerdo que tiene de ti. Hay gente que te dice que la influencia que has tenido en su vida es bestial. Gente que te dice que conoció a su mujer escuchando una canción tuya. Todo eso te llega muy adentro”.

“Respecto a la industria, me ha agradado ver que muchos de los de entonces han podido seguir y siguen ahí. La mayoría tienen su posición y siguen funcionando. Es grato ver a gente que comenzó contigo y que aún se puede dedicar a esto en los medios de comunicación. Ahí están todos, salvo alguno que ha desaparecido últimamente”.

“Cuando ya estás metido y ves como está la industria es cuando te sorprendes de verdad. Alguien me viene y me dice que ahora, para tocar has de pagarle entre 300 y 400 euros al de la sala. Y uno dice “joder, que fuerte”. O que para tocar con no se quién he de hacer una compra anticipada de entradas del concierto. Son cosas que te hacen exclamar  “¿pero que ha pasado aquí?”.”

Pasa que antes había pocas bandas y mucha demanda por ellas y ahora hay bandas para parar un tren deseando tocar en cualquier sitio de cualquier manera.

“Antes había más demanda que oferta y ahora la cosa es justamente al revés. Ahora, con todos los respetos, cuanto más aceptemos los músicos esta clase de juego, peor nos irá. Si te piden 300 euros por tocar Y LOS PAGAS, pues tu verás, pero estamos fabricando un escenario en el que al final nadie va a poder vivir de esto. Si no puedes vivir de esto y has de dedicar ocho o diez horas al día a trabajar de otra cosa para pagarte el piso y la comida, nunca vas a ser igual de bueno que el tío que puede dedicarse todo el día a tocar y a ensayar como es debido. Quizá deberíamos replantearnos un poco lo que está pasando. Estamos condenando a un montón de gente que podría aportar cosas a la música a tener otro trabajo para poder vivir. Si tu puedes estar diez horas al día tocando la guitarra, serás mejor músico y harás mejores temas que si solo puedes dedicarle una hora a ese asunto porque estás otras diez trabajando en otro sitio. Eso es lo que me preocupa sobre la industria hoy en día”.

Bueno, también hay que tener en cuenta que antes eran “los elegidos” quienes entraban a grabar un disco. Vamos, quien tenía un buen productor o un manager influyente. Ahora puede hacerlo cualquiera. Ha habido una democratización del proceso.

“Pero es que eso también servía de filtro, ¿no crees?”

Claro, pero mira que ha habido bodrios. Está claro que muchas bandas aparecidas en el 81, si comenzaran hoy no recibirían la menor atención, porque estarían en medio de una enorme nebulosa de bandas donde se distingue una cosa de otra.

“El otro día leí que en MySpace hay cuatro millones de grupos (risas).”

Yo mismo tengo en casa unas pilas de discos que me llegan, en formato físico o digital, que asustan. No hay tiempo.

“Claro, es que se han perdido las escuchas de calidad de los discos. Lo de devorar los discos. Lo de coger la portada, darle varias veces la vuelta, leerte los créditos, mirarlo todo… En aquellos tiempos tenían mil pesetas, con las que te comprabas un disco que era todo lo que ibas a tener ese mes. En primer lugar, más te valía acertar con el disco. Pero es que luego, escuchabas el disco tres o cuatro veces al dia, porque tampoco tenías la posibilidad de comprarte otro. No tenías la pasta ni había tantos lanzamientos a la vez. Devorabas el disco. Al final sabías hasta quien era la gente que aparecía en los agradecimientos del disco, quien había hecho la foto de portada y demás… Acababas diciendo ‘uy mira, en el minuto 1:16 hay una cosa que hace el bajo…”. Ibas adelante y hacia atrás con la aguja, o rebobinabas la cinta. Ahora la gente se baja los discos de ocho en ocho o de nueve en nueve. Hacen escuchas en las que van saltando de canción en canción. Etc… Ya no se hacen escuchas en las que se emplea el sentido crítico para saber si el trabajo es bueno o no”.

En “Las Fases de La Luna” se nota que ha habido mucho tacto con los arreglos y con los detalles.

“Es un disco con recorrido. Es un disco que está hecho como a mi me gusta, de modo que siempre que lo escuches, encuentres cosas. A mi me gusta mucho hacer escuchas selectivas, donde presto especial atención a la guitarra, o al bajo  o a lo que sea. Al final encuentras un montón de matices y detalles, arreglitos, pequeñas cosas… Es un disco muy grato de llevar en el coche y de no sacarlo en una temporada. Es un disco que, por la variedad, es apropiado para cualquier estado de ánimo. Estés como estés siempre habrá algo que te encaje.”

“Si te apetece diversión hay temas como ‘Unidos para Siempre’, que es más divertido y desenfadado. Si te  apetecen letras más profundas y con más mensaje tienes temas como “Las Fases de la Luna” o “Rumbo a Ningún Lugar”. Son temas con más contenidos. Si quieres una balada desgarradora, también la tienes. Si te apetece un tema rápido como “Malo del Cuento” también lo tienes. Según tengas el día, algún tema te va a entrar bien. Ese era otro de los pilares que me planteaba a la hora de hacer éste disco. Quería que el oyente se diera cuenta al cambiar de canción, que pasara de un tema profundo a uno más divertido. Quería hacer un disco entretenido. Hoy en día, me encuentro con discos que, si no miro el display, no se si han cambiado de tema.”.

¿Qué vas a hacer en lo que respecta a la actividad en directo?

“En eso estamos trabajando ahora. Lo primero es saber con qué banda tocaríamos. La banda que ha grabado el disco es una banda de músicos de sesión, que tocan con otros artistas y que hacen muchas cosas. Es complicado conseguir que esa gente se comprometa a trabajar solo contigo, de manera exclusiva. Lo veo muy complicado en ese sentido. Veremos con quien se puede contar y con quien no. Con qué medios y que infraestructura se podría salir a tocar. En lo que no estamos interesados es en hacer cualquier cosa. Si salimos queremos hacer algo que tenga una cierta calidad, que haya espectáculo y un equipo profesional de músicos, técnicos y demás. Igual que pensamos que el trabajo discográfico es muy digno y hay un gran nivel, en directo hemos de seguir esa línea. Sino, no tiene sentido volver. Para hacerlo peor que en aquellos tiempos, mejor que te quedes en casa y recuerdes lo maravilloso que fue”.

¿Qué opinión te merece lo que hizo Lili “reuniendo” a SANGRE AZUL hace unos años en una formación donde sólo estaba él y unos cuantos músicos que no tenían nada que ver con la banda clásica? Técnicamente, el nombre es suyo, ¿no?

“Si, el registró el nombre de SANGRE AZUL”.

Es decir, que si le da por hacer una banda de rancheras llamada SANGRE AZUL, puede hacerlo perfectamente.

“¿Es legítimo que use el nombre? Si, porque es suyo. ¿Es legítimo que pretenda hacer ver que eso es SANGRE AZUL? No tanto. Lili es un gran tipo, es un amigo. Yo no tuve nada que ver con que él dejara de estar en el grupo, aunque entrara sustituyéndole. Pero no hay ningún rencor ni problema. Yo creo que el estuvo mal aconsejado. Alguien le debió hacer ver que eso era apropiado. Si el lo hubiera reflexionado más, se habría dado cuenta de que no es apropiado. Otra cosa habría sido que el hiciera su banda y que hubiera tocado algunas canciones de SANGRE AZUL, las que hubiera querido, las del Villa de Madrid, donde el era co-autor. Y si quieres tocar alguna más, que la toque. Cualquiera puede hacer un cover. Pero poner el nombre del grupo genera una expectativa en la gente que obviamente luego no se va a cumplir. Pero es eso, creo que estuvo mal aconsejado. Todos podemos tomar decisiones erróneas en la vida, y eso fue lo que pasó. El que no se haya equivocado nunca que tire la primera piedra. No hay rencor ninguno. Si me lo encuentro, le doy un abrazo. Hay que ser permisivo cuando la gente se equivoca, porque si yo me equivocara me gustaría que la gente lo fuera conmigo”.

Si hubiera reunión ¿peluca o gorro?

(Risas) “O nada! Como el día que tocamos con Juanjo. Unas veces me pongo gorro, otras me pongo sombrero pero otras veces voy sin nada. A mi me da igual eso!”.

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)