Tomas Haake habla sobre el papel de Meshuggah en la historia del metal

Visionarios musicales, padres de una gran cantidad de los subgéneros de metal surgidos en el s.XXI: Meshuggah son, probablemente, la banda de metal más influyente de los últimos veinte años. Tomas declara: "Nos vemos como propulsores en gran medida del "djent", pero no nos consideramos parte de ello. A veces tengo la sensación de estar escuchando ejercicios en lugar de canciones con esas bandas."

Visionarios musicales, padres de una gran cantidad de los subgéneros de metal surgidos en el s.XXI: Meshuggah son, probablemente, la banda de metal más influyente de los últimos veinte años. Confirmados como primer cabeza de cartel para la próxima edición del festival Be Prog! My Friend en Barcelona y ofreciendo un show único en nuestro país en 2015 motivado por el 25 aniversario de la banda, los suecos están el punto más alto de su impresionante carrera. Esteban Portero entrevista a Tomas Haake, baterista de la banda, sobre este cuarto de siglo en la música y la publicación de su nuevo álbum y DVD en directo, «The Ophidian Trek», un lanzamiento muy distanciado del tradicional vídeo en vivo de una sola actuación completa.

«No es un concierto de principio a fin, no es un producto natural porque no pretendíamos que lo fuese. La prioridad es presentar un buen producto, y eso en este caso pasa por poder elegir el audio del DVD entre varios conciertos, pese a que la imagen sea mayormente del show de Londres. No se trata de mostrar un concierto tal y como fue exactamente una noche concreta… si te gastas todo el presupuesto en una superproducción de una sola noche corres el riesgo de meter una cagada y entonces tener que arreglarlo re-grabando a posteriori y ese tipo de cosas. O podrías mostrarlo, depende de lo que pretendas con ese proyecto, no tiene nada de malo mostrarle al público que tú también te equivocas, pero para nosotros el objetivo es tener un documento sólido y representativo de la experiencia de Meshuggah en directo.»

Como ya contamos a finales de 2012 con motivo de su última visita a nuestro país, la calidad de esta agrupación sobre un escenario es absolutamente abrumadora. Este nuevo DVD refleja el gran espectáculo que llevaban en aquella misma gira. «Han pasado cuatro años desde el lanzamiento de “Alive”, y desde hace un tiempo hemos estado trabajando muchísimo en el apartado de luces de nuestro espectáculo. Supongo que tampoco era estrictamente necesario un nuevo DVD en tan poco tiempo, pero creo que tiene mucho que ofrecer en comparación con el anterior. Evidentemente nunca va a ser como en vivo, porque creo que proporcionamos una experiencia única, pero sigue siendo interesante.»

En efecto, el apartado de luces fue una de las grandes mejoras entre la gira de «Koloss» y sus predecesoras. Le preguntamos a Tomas por la importancia de este elemento en su puesta en escena y por qué se decantaron por algo tan «sencillo» pero efectivo. «Muchas bandas deciden simplemente utilizar pantallas con proyecciones para enriquecer su show, pero opino que realmente esto no tiene mucho sentido a menos que seas capaz de ofrecer un producto visual que esté verdaderamente vinculado con tu música y tus letras. Por eso mismo nosotros decidimos recurrir a las herramientas de la vieja escuela, en definitiva a explotar algo que sabemos que pega con nuestra propuesta.»

Haake hace especial énfasis en lo importante que es ser consciente de cómo vas dirigir la mirada de los presentes: «La ventaja que tienen las luces es que no requieren tu atención completa, como público puedes estar concentrado en la banda y que estas hagan un rol complementario, algo que raramente sucede con las proyecciones.» Pese a esto, no cierra ninguna puerta de cara al futuro, aclarando «no te diré que nunca vayamos a hacer algo distinto, pero creo que ahora mismo lo que funciona y lo que nos ha hecho subir a un nuevo nivel en vivo es ese planteamiento.»

Al mismo tiempo, no sólo el apartado visual está adaptado como un guante a la propuesta musical de la banda, sino también el sonido. Algo verdaderamente curioso de Meshuggah en vivo es que, mientras que muchos podríamos esperar un sonido enorme y ensordecedor, que causase dolor de cabeza tras su hora y media de repertorio, la realidad es que han sido mucho más inteligentes y racionales a la hora de configurar sus volúmenes que la mayoría de bandas de metal hoy día. «Nuestro técnico de sonido lleva prácticamente quince años con la banda, y sabe exactamente no sólo cómo debemos sonar sino también cuándo el volumen es adecuado.»

«Hay mucha gente que se vuelve loca con eso, y personalmente creo que ponerlo demasiado alto es sencillamente estúpido. Recuerdo ver a Pantera en Génova y encontrarme mal físicamente tras unas cuantas canciones. Tuve que marcharme porque lo estaba pasando realmente mal, no estaba disfrutando del concierto. No quiero que a la gente le pase eso en un concierto de Meshuggah, quiero que el volumen sea el adecuado para que todo el mundo pueda entender qué está sucediendo con cada instrumento. Si lo subes todo, al final generas una bola de sonido ininteligible.»

La publicación de «The Ophidian Trek» está acompañada por el relanzamiento del EP «I» de 2004, completamente remasterizado y en nuevos formatos como el vinilo naranja. Sobre el propósito de este movimiento, Tomas comenta: «El remastering de “I” no es algo que sintiéramos que teníamos que hacer obligatoriamente, simplemente fue para darle un valor añadido que le diese una distinción respecto al original. Cuando publicamos ese EP en su día fue para ayudar a un amigo que inauguraba una discográfica, y lo que empezó siendo una canción normal acabó desarrollándose de una manera espectacular. Siempre hemos estado muy orgullosos de ese tema y lo que queríamos hacer ahora era darle el alcance que se merece, a través de Nuclear Blast, ya que en su momento sólo estuvo disponible en muy pocos puntos de venta dada la limitada capacidad de distribución del sello. Queríamos facilitarles el acceso a los fans.»

Dado que el conjunto se encuentra actualmente en su gira 25 aniversario, interpretando como mínimo una canción de cada trabajo, nos pica la curiosidad sobre si habría alguna posibilidad de escuchar ese mastodóntico tema de más de veinte minutos en directo. «Esa posibilidad es altamente improbable. La mayoría de nuestras canciones, aunque puedan parecer caóticas desde fuera, se basan en la repetición de ciertos ciclos en los riffs y los ritmos. Para “I” la composición fue totalmente aleatoria e improvisada, a la hora de grabar baterías simplemente tenía un tipo de estilo en mente y jugaba sobre ello. Nos llevaría muchísimo tiempo memorizar todo eso, porque realmente no hay ningún patrón a seguir.»

Haake recuerda con una sonrisa la singularidad de la composición de aquella obra: «Cuando lo grabamos elegimos las pistas de batería que más nos convencían y construimos las guitarras en base a lo que había tocado, lo íbamos anotando a medida que escuchábamos para ver qué podíamos hacer encima. Era algo así como un código morse (risas). Como banda nunca hemos tocado esa canción, fue prácticamente un experimento de estudio, grabando el resto de instrumentos compás por compás. No creo que sea imposible, pero llegar a tocar ese tema todos juntos de una forma sólida, al mismo nivel que el resto de nuestro repertorio, nos llevaría qué sé yo, medio año, quizá un año entero. No saldría a cuenta.»

Si bien la creación de una canción como «I» fue algo verdaderamente excepcional y verdaderamente interesante, lo cierto es que los seguidores de Meshuggah estamos ansiosos por nuevas canciones… de las «convencionales», si verdaderamente se les puede aplicar ese adjetivo. Sobre la composición de su octavo larga duración, sucesor del aclamado «Koloss» de 2012, declara: «Estamos componiendo ahora mismo, pero el material se encuentra todavía en un estadio muy temprano. Creo que a nivel creativo hace tiempo que estamos en un punto en el que no queremos variar nuestro núcleo de personalidad, tenemos una firma inconfundible y eso no va a cambiar, pero sí creo que dentro de lo posible intentamos que cada trabajo plantee un ligero desplazamiento respecto al anterior.»

Uno de los puntos más controvertidos y a la vez relevantes de la banda es el inmenso impacto que han tenido en toda una generación de jóvenes músicos que han creado nuevos estilos como el djent. Ante la pregunta de cómo se siente ante semejante legado, Tomas se pone cómodo y explica con todo lujo de detalles aquello que pasa por su cabeza en cuanto a este tipo de conjuntos… «En cierto grado está claro que puedo ver un reflejo de nuestra música en una parte de los estilos de metal que se producen hoy día, sobretodo en cuanto a ideas rítmicas. Para nosotros el mero hecho de que esto suceda es genial, porque indica que nuestro trabajo ha tenido un gran impacto para una nueva generación de músicos. Al mismo tiempo esto nos crea nuevos seguidores indirectamente, porque muchos de esos chavales aficionados al djent probablemente no nos conocían en primera instancia y a través de esas otras bandas nos han descubierto. Todo se resume en que sí, nos vemos como propulsores en gran medida de ese “género” o como se le quiera llamar, pero no nos consideramos parte de ello.»

«Como en cualquier estilo, hay de todo: desde bandas que descaradamente imitan paso por paso lo que nosotros u otras bandas técnicas de la época hacíamos hasta otras que simplemente nos han tomado como referencia y han desarrollado un sonido único. Sea como sea, hay algo que me fascina de este movimiento, y es la calidad técnica de los miembros de la mayoría de esas bandas. Quiero decir, la mayoría son chavales de veintipocos años, incluso menos, con un dominio instrumental asombroso. Y creo que su juventud a la vez es lo que hace que muchas de estas bandas no sean… “escuchables”, por decirlo de algún modo. Me refiero a que, desde mi punto de vista, en muchas ocasiones con ese tipo de grupos da la sensación de que tan sólo se están centrando en ser técnicamente perfectos y hacer los ritmos más difíciles que puedan. Parecen más ejercicios que canciones. Es un género que todavía está verde, creo que hay buenas bandas, pero la mayoría necesitarán más tiempo para llegar a componer grandes álbumes.»

El uso de sendas polimetrías es probablemente el sello característico de Tomas, algo que ha llevado a un nivel espectacular. ¿Qué fue lo que le influenciaría para desarrollar un estilo así? «Hubo dos pilares fundamentales a nivel musical en mi juventud: el thrash de la Bay Area, con bandas como Metal Church o Metallica, y el progresivo de Rush y Marillion. Pese a esto, te diré que lo que me llevó a tocar la batería de ese modo no fue ninguna banda anterior, sino los propios miembros de Meshuggah cuando entré en el grupo. Las ideas que tenían eran muy singulares y eso fue lo que me hizo desarrollar mi estilo personal, más que bandas ajenas. El primer año con ellos fue duro, porque nunca me había planteado tocar ese tipo de ritmos, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que nos forjábamos a nosotros mismos. Los instrumentos de cuerda en Meshuggah me han perfilado a mí como baterista tanto como yo a ellos como guitarristas o bajistas.»

Finalizamos la entrevista hablando de sus mayores referentes tras las baquetas, tarea para la cual muestra un amplio abanico… con alguna que otra sorpresa para muchos. «Si tuviera que decir nombres, el primero que se me viene a la cabeza es Neil Peart, aunque no se parezca en nada a como toco. Por ese motivo no diría que me haya influenciado como músico, pero sí que me inspiró enormemente a tocar. Cuando eres joven eres altamente impresionable, y probablemente lo que escuches en esa época será lo que empiece a definirte como artista, ya que hasta entonces no sabías hacia dónde querías ir. Por ese motivo no creo que desde entonces haya habido otro baterista que me haya llamado tanto la atención como él. Quizá Vinnie Colaiuta o Dave Weckl, incluso Dave Grohl. No me tiembla el pulso al decir que su trabajo en “Songs for the Deaf” es una de las interpretaciones de batería más musicales en el mundo. No es algo espectacular, es sencillamente perfecto para la música de la banda.»

«Cuanto más viejo me hago menos me interesan los bateristas pomposos o ultra técnicos, me gusta más fijarme en gente que tenga buen groove y sea capaz de mantenerlo interesante y sólido. Si buscas eso, ese álbum será probablemente de los mejores que hayas escuchado nunca. Está claro que en el mundo de la batería hay muchos aspectos distintos y ese no es el único que hay que tener en cuenta, por poner un ejemplo también tengo gran respeto y admiración por alguien como George Kollias, que ha conseguido una ejecución simplemente impresionante a nivel de velocidad y precisión gracias al trabajo constante año tras año. ¡Hay maestros de la batería en cada uno de sus campos, me costaría mencionarlos a todos!»