Michael Romeo es un tipo imponente, tanto por su estilo tocando la guitarra, como por sus aptitudes compositivas como por su físico. Han pasado ya once años desde que le viéramos conquistando el escenario del Rock Machina en Moncofa en aquel lejano verano del 2000. Ahora, once años después, SYMPHONY X se enfrentan a la edición de un disco clave, “Iconoclast”, un doble trabajo que versa sobre la eterna batalla entre el hombre y la tecnología, aunque sin adentrarse en jardines conceptuales. Romeo llama a Sergi Ramos (que romántico todo) y le cuenta cosas interesantes.

Han pasado prácticamente cuatro años entre “Paradise Lost” e “Iconoclast”, vuestro nuevo disco. ¿Os ha costado dar por finalizado este trabajo?

“Siempre son varias cosas las que influyen en esto. Uno de los aspectos principales es que no comenzamos a componer hasta que no hemos dejado atrás las giras. En el pasado hemos intentado hacerlo mientras estamos de gira, en el backstage, en el bus, en aeropuertos…pero es muy complicado. Comienzas y paras todo el rato y es complicado estar centrado para hacer un buen disco de ese modo.”

“Hasta que no terminamos de verdad la gira de “Paradise Lost” no nos pusimos a trabajar en el nuevo disco. “Paradise Lost” salió en el 2007 y estuvimos girando hasta marzo del 2009 aproximadamente. Fue en verano de ese año cuando nos comenzamos a plantear las nuevas composiciones. Por otra parte, has de tener en cuenta que es un doble disco, que es como si me hablas de grabar dos discos completos. Hemos metido más música que nunca en esos dos discos. Si juntas esas dos cosas (falta de tiempo y duración de éste trabajo) tienes la respuesta a la pregunta”.

“Comenzamos a mezclar alrededor de finales de 2010 y en enero de 2011. Por entonces, todavía quedaban muchos detalles pendientes, como hacer un diseño apto y bueno para el CD. También comenzamos las conversaciones con Nuclear Blast para editar el trabajo como doble CD, aunque ellos querían que tuviéramos en mente una edición sencilla también, con un packaging distinto. Todas estas cosas se juntan y hacen que el tiempo vaya pasando casi sin darte cuenta. En febrero, además, nos lanzamos a hacer la gira “Power of Metal” cuando el disco aún no tenía fecha de edición. Las cosas son como son.”

Dada la situación de las cosas en el negocio discográfico ¿pusieron muchas pegas los mandamases de Nuclear Blast cuando expresasteis vuestro deseo de hacer un doble CD?

“Um…es algo que no pensamos demasiado porque lo que compusimos es lo que compusimos. No fue hasta que todo estaba acabado cuando nos dimos cuenta de que aquello iba a tener que ser un doble CD. Llamamos a Nuclear Blast y les dijimos ‘mirad, tenemos toda esta música y queremos editarla’.  No eran temas extra ni nada por el estilo, era todo parte del trabajo. Y les gustó la idea, aunque quisieron que tuviéramos en mente una versión sencilla del disco, porque hay territorios que quizá están más inclinados a comprar un único CD en lugar de uno doble. No tuvimos problemas con ello, mientras existiera la versión doble donde se pudiera escuchar el trabajo completo”.

¿De que modo habéis encajado el doble disco en un cd sencillo?

“En la versión doble CD nos costó un tiempo encontrar el orden correcto en el que las canciones cobraban sentido e iban a alguna parte. En el caso del disco sencillo, la cosa fue incluso más difícil, porque no sabes que canciones sacar del orden final. Al final pensamos que, si la versión doble tenía tres canciones largas, quizá podíamos dejarlo solo en una, y en su lugar podíamos mantener los cuatro temas más heavies, o la balada, para que hubiera cierta diversidad de estilos. Así que quitamos un par de temas largos y tuvimos que reordenar un poco las canciones para que el disco no perdiera fluidez”.

El disco no es totalmente conceptual, pero tiene un tema recurrente, el de las maquinas y la tecnología tomando el mando de nuestras vidas.  ¿Queríais un disco más fácil de entender desde un punto de vista letrístico?

“No queríamos explicar una historia o un concepto real. Pero para mi, a la hora de componer música, tener un tema o una cierta dirección a seguir, me ayuda a saber mejor hacia donde voy. Para mi es un plus que todo tenga sentido. Siempre me gusta darle un significado adicional a las canciones. En éste disco tenemos temas, pero no historias. Al principio estaba buscando algo bueno de lo que hablar o un buen sonido que condujera el disco. Compuse cuatro canciones con ideas muy parecidas a las de “Paradise Lost”, con guitarras muy heavies y muchos riffs. Luego nos llegó la idea del hombre versus maquina, así que cogí las primeras ideas que ya había compuesto y comencé a experimentar con distintos efectos de sonido y sonidos de teclados más artificiales, así como sonidos de     percusión mecánicos. Preparé algunas demos para los chicos y decidimos que era un buen camino a seguir. Seguiría siendo SYMPHONY X pero con un enfoque y sonido distinto”.

“Las letras seguían esa idea: cualquier tema que lidiara con e hombre, la maquina, la tecnología, ficcional o no ficcional…nos servía. Pero todo comienza siempre con la música y luego siempre es cuando encontramos algún elemento que nos hace presentarla ligeramente distinta a como la presentábamos en discos anteriores. El punto de partida siempre es ese: encontrar la idea fresca”.

¿Hubo algo que hiciera aparecer esa idea en vuestra mente? ¿Alguna película o libro?

“Hmm…bueno, yo escucho muchos tipos de música. Desde metal a bandas sonoras de películas. Al principio tenía un montón de ideas y, durante un día de descanso en el estudio, me encontraba limpiando y poniendo las cosas en orden. Tenía mi media player en función aleatoria e iba escuchando cosas sin prestar demasiada atención. Y me di cuenta de  que en un par de bandas sonoras (particulamente la de “Matrix”) había ese toque que hemos acabado replicando en el disco. Son tremendamente duras, pero muy mecánicas y tecnológicas. Eso influyó en la idea original pero, una vez tuve mis composiciones fluyendo, lo que hice fue ir tonteando con distintas variaciones en el sonido así como efectos. Fue cuando encontré esos sonidos más artificiales de teclado cuando todo comenzó a tomar forma”.

SYMPHONY X nunca van a hacer un disco sobre grandes tetas y coches rápidos al estilo MOTLEY CRUE. Pero ¿te apetece de vez en cuando hacer un tema simplón, fácil de ejecutar, sin cambios de ritmo y mucho minutaje?

“Hacemos lo que sentimos que debemos hacer. Si eso fuera lo que queremos hacer en un momento determinado, lo haríamos, créeme. Claro que podríamos sacar unos cuantos riffs ochenteros y hacer algo así, pero no sería interesante para nosotros. A día de hoy, aun tenemos la pasión necesaria para hacer lo que hacemos y no creo que la perdamos a corto plazo. Cada disco es distinto y el próximo será muy distinto a “Iconoclast”.

Como compositor ¿has de mantener la canción como un reto para que te motive? Si compones, casualmente, un tema simple y fácil, lo complicas conscientemente para que case con tu idea de lo que son SYMPHONY X?

“No creo que pensemos en esos términos. En el pasado si que hemos intentado forzar los limites de lo que podemos hacer. Pero creo que en los últimos dos discos simplemente hemos hecho lo que hemos querido, lo que nos ha salido. Siempre hemos puesto la canción por delante de todo. Quizá hacemos una demo, la ponemos a sonar por los altavoces y nos preguntamos “¿patea culos?” “¿mantiene nuestro interés durante toda la duración de la canción?”. No nos importa si es complicado o simple, rápido o lento…ha de ser un buen tema.”

“En “Iconoclast” hay algunos temas complicados, pero también hay riffs simples y estribillos pegadizos. Hacemos lo que sienta bien, lo que encaja en la historia que explicamos, sin pensar “ah, deberíamos poner más de esto o más de aquello”. Somos constructores de canciones, nos gusta encontrar buenos arreglos, crear buenos momentos, encontrar ese gran riff de guitarra, esa buena melodía, aquel gran estribillo”.

Las últimas dos giras que habéis realizado estos meses, la europea y la americana, han sido algo agridulces y no precisamente por vuestra culpa.

“Nosotros vamos a lo nuestro, sinceramente. En la gira ‘Power of Metal’, nos vinieron con la idea de juntar a cuatro bandas y hacer una especie de pequeño festival itinerante por Europa. Nos gustó la idea, aunque sabíamos que el disco no iba a estar editado por entonces. Pero llevábamos mucho tiempo metidos en el estudio y dijimos “¿qué demonios?” y nos lanzamos a hacerlo. Nos gusta la carretera y tocar en directo. La gira estuvo plagada de problemas de enrutamiento y, obviamente, había ciertos problemas en NEVERMORE. Conocemos a esos chicos desde hace años y son buenos amigos, por lo que duele ver como las cosas se resquebrajan. Pero conseguimos salir indemnes de esa gira y nos lanzamos a la gira americana. En esa gira íbamos a tocar nosotros, SOILWORK y NEVERMORE, como un pack de tres bandas. SOILWORK se cayeron de la gira al principio por razones desconocidas y después de haber hecho la gira de “Power of Metal” con ellos, teníamos la sensación de que NEVERMORE no iban a sobrevivir tanto tiempo. Y exacto: la semana antes de comenzar la gira anunciaron que Jeff se iba de la banda, de modo que no iban a girar este año. Podríamos haber dicho “a la mierda” y dejar correr esa gira, pero ensayamos algo más de material para poder tocar más tiempo y salimos adelante. La asistencia estuvo muy bien incluso sin esas otras bandas, así que no nos podemos quejar en absoluto”.

 

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)