Con motivo de la salida de Insurgentes en edición sencilla pudimos charlar un rato con el alma mater de Porcupine Tree, que en su carrera en solitario sabe triunfar tan bien como con sus múltiples proyectos.

¿Cuáles son tus expectativas respecto a esta edición después de la gran acogida que tuvo la edición de lujo hace ya varios meses?

Bueno, con Insurgentes mi principal reto artísticamente ha sido tratar de expresar algo muy personal, intentar por primera vez hacer un disco que tratara de representar todos mis estilos musicales: industrial, ambient, progresivo, psicodélico, que esté todo dentro de un mismo disco. En términos de lo que espero de él, me gustaría que fuera un disco atractivo para gente que quizá no sepa nada de mi música, ni de Porcupine Tree ni nada de eso. Creo que tiene un toque alternativo contemporáneo, algo cercano a Radiohead, a Nine Inch Nails, es una aproximación post-moderna a la música rock. Me gustaría que fuera un puente a nuevas audiencias, no me sentiría tan feliz si sólo lo compraran fans de Porcupine Tree, aunque creo que a ellos les gustará también, pero sí, estaría bien llegar a nuevas audiencias.

Es un disco más variado que otras cosas que has hecho.

Sí, es más variado, y además es más oscuro y retorcido, con un toque alternativo. Estoy seguro de que habrá gente que responda bien al disco sin saber nada de mi música.

Dijiste que la edición especial no volvería a ser editada de forma definitiva después de la controversia que se desató hace un tiempo.

Sí, principalmente por el hecho de que fuera vendida en eBay, que me sentó bastante mal. Por supuesto aquello fue mi culpa, ya que subestimé el interés que habría por el disco.

¿Y ahora que sale esta edición normal ves la posibilidad de sacar esa edición especial o, si no la misma, una similar?

Sí, estoy pensando hacerlo. Me gustaría hacerla disponible de nuevo porque hay unas cuantas canciones extra que la gente no podría conseguir ahora. Respecto al libro…¿habéis visto el libro?

No.

En este momento Steven se levanta entusiasmado y va a por un ejemplar de promo del libro que acompaña la edición especial de Insurgentes. Se le ilumina la cara y nos lo empieza a enseñar. Se le ve muy entusiasmado y orgulloso.

El problema con el libro es que es muy caro de hacer. Muy caro. El Euro ahora está tan fuerte respecto a la Libra…apesta vivir en Inglaterra ahora mismo, y esto fue tan caro de hacer que probablemente he perdido dinero con cada uno de los que he hecho y vendido, porque no los quería vender por una cantidad absurda, pero en el momento en el que tuve que pagarlos la Libra estaba tan floja que he perdí dinero con esto. Es una cosa muy ingrata, pero bueno, no creo que haga esto de nuevo nunca. Me gustó mucho la idea, ha sido algo muy especial, se han hecho 400 copias…

¿Dónde lo hiciste?

Se imprimió en Holanda. No pude encontrar ningún sitio en el Reino Unido donde lo hicieran, y para cuando lo pagué el tema del cambio de divisa ya estaba desequilibrado.

Y ahora que Insurgentes lleva tiempo terminado, después de todo este tiempo, ¿es exactamente lo que querías hacer? ¿Cambiarías algo ahora?

No, es exactamente lo que quería hacer. Si lo hiciera de nuevo ahora, un año más tarde, seguro que sería diferente, pero estoy muy orgulloso del disco. Para mí es la primera vez que me siento seguro al poner mi propio nombre a algo, es un auténtico intento de hacer algo que sea imposible de categorizar. No puedes decir (no creo que puedas) que este disco es de tal tipo de música, es algo que realmente está más allá de un género. Eso, para mí, es el mayor cumplido que alguien podría hacerme: "no puedo clasificar tu disco". Y realmente es algo difícil, es difícil hacer un disco que no pueda ser catalogado y me ha llevado veinte años haciendo discos para llegar al punto en el que he tenido la confianza suficiente como para hacer un disco tan libre de otras formas musicales.

Bueno, creo que en eso han ayudado mucho tus influencias, que son muy variadas. Suelo echarle un vistazo a tu lista de reproducción en tu página web (http://www.swhq.co.uk) y bueno, no conozco a la mitad de los grupos que mencionas y cuando investigo sobre ellos veo que hay una variedad enorme, creo que en ese sentido escuchas muchísimo más de lo que finalmente ve la luz en cualquiera de tus grupos.

Totalmente, y por eso esta vez, con algo en solitario, he tratado de capturar algo más de todas esas cosas que adoro escuchar. Particularmente en este disco hago uso del sonido drone, de música noise extrema, hay grandes muros de sonido en algunos temas. Eso no es algo que oirías en Porcupine Tree y desde luego que no en Blackfield o en No Man, y es algo con lo que ninguno de mis compañeros en esas bandas se sentiría relacionado. Hacer este disco en solitario me ha dado la libertad de explorar esa parte de mí, la música drone, industrial…pero sí, incluso ahora, no puedo poner todo lo que escucho en un disco. Hay algunas cosas que escucho sencillamente porque las disfruto: me gusta la música electrónica, por ejemplo, y no hago muchas cosas electrónicas. Escucho algunas cosas de death metal, pero no creo que nunca me sienta interesado en hacer un disco de death metal.

No, no tienes pinta.

(Risas) Bueno, ya no es que tenga pinta o no, sencillamente es que ya hay mucha gente que lo hace bien, creo que no tengo nada que aportar al género. Hago mi tipo de discos, y uso el metal como uno de sus aspectos, pero no, la idea es que tengo unos gustos musicales que quiero expresar pero no son todo lo que yo escucho, y esta vez he dado un paso más para incorporar unos cuantos nuevos.

¿Crees que el valor de tu música por ejemplo está en hacer eso, en fusionar todos estos estilos?

Bueno, sí, pero no por el mero hecho de hacerlo. No quiero sentarme y pensar "voy a hacer un disco que sea diez por ciento industrial, diez por ciento death metal…", sencillamente es algo que ocurre de una manera muy orgánica y natural, no estoy pensando en ello. Me gusta ir a donde la música me lleve, pero para responder tu pregunta, es algo muy importante para mí el hacer música que no sea fácilmente clasificable. Creo, quizá me equivoque, que la música que estaremos escuchando en veinte, cien, doscientos, quinientos años será la música que de alguna manera trascienda géneros, que esté por encima de cosas como metal, brit pop, hip hop…que los artistas y músicos tengan la visión de hacer música más allá de ser genérica. Es por eso por lo que creo que la gente escuchará a los Beatles y Frank Zappa dentro de cincuenta años pero no cosas como Slipknot. Puede que esté equivocado en esto, pero es lo que a mí me parece.

Como has dicho antes, este disco sale bajo tu propio nombre, pero tomas parte en otros muchos proyectos, algunas veces muy distintos unos de otros. ¿Cómo enfocas tu proceso creativo, compones algo y luego ves en qué proyecto encajaría, por ejemplo?

Esos proyectos son muchas veces la colaboración con otros músicos, por lo que, por ejemplo en Porcupine Tree o No Man o Blackfield, estoy escribiendo con otras personas o escribo a sabiendas de qué podría gustarle o no a esa gente. Porcupine Tree es un buen ejemplo: todavía escribo gran parte de la música del grupo, pero soy consciente cuando lo hago de dónde vamos a coincidir todos. Si te imaginas que Porcupine Tree son cuatro círculos, representando a cada uno de nosotros cuatro con nuestras influencias y gustos, podríamos decir que el grupo es la intersección entre los cuatro. Por lo tanto, hay mucho que se queda fuera en lo que no coincidimos: Colin por ejemplo escucha mucha world music, mucha música étnica, que definitivamente no pega con Porcupine Tree, yo escucho mucho drone y noise, Gavin escucha mucho jazz…por lo que el punto en el que coincidimos todos es lo que hace el grupo, su sonido. Soy consciente de qué sonido es ese cuando escribo, y eso no quiere decir que no intente forzarlo e innovar y evolucionar la música, pero sé lo que puedo y no puedo poner en esa conexión entre nosotros. Por lo tanto, y respondiendo a tu pregunta, es más fácil dividir mi trabajo de lo que podrías pensar, sé cómo las cosas deben sonar y qué encaja en qué proyecto y qué puede gustar a los otros músicos o hacer que se sientan identificados con ello.

¿Pero qué viene antes? ¿Sacas algo y luego ves dónde encajaría, o te paras a pensar para qué vas a componer primero?

Ambas cosas: unas veces sé específicamente para quién estoy escribiendo, y otras estoy con una parte para un grupo y con el tiempo me doy cuenta de que encaja mejor en otro.

Por lo que no es algo exactamente deliberado…

Claro. Hay canciones de Porcupine Tree que han terminado siendo de Blackfield y viceversa, canciones de Steven Wilson que han terminado siendo de No Man, por lo que sí, hay ese tipo de sorpresas. En cualquier caso diría que un 70% del tiempo sé para lo que estoy escribiendo.

Es importante enfocarse un poco, supongo.

Sí, tengo que estar enfocado. Sé en qué proyecto estoy trabajando en cada momento. Ahora mismo sé que estoy trabajando para Porcupine Tree, y cuando estoy escribiendo no pienso "vaya, no sé para qué es lo siguiente que voy a componer, si para Steven Wilson, si para Porcupine Tree", sino que sé en que estoy y ahora por ejemplo es Porcupine Tree y por lo tanto es para lo que escribo en este momento.

En estos proyectos siempre estás con muchos músicos de gran talento, y me pregunto cómo lo haces. ¿Son gente que conoces de antemano en persona o tal vez hay gente de la que tengas buenas referencias y quedas, tocáis un rato y véis si se puede hacer algo?

Oooh, no, no, por ejemplo en este disco todo es gente que conocía de antes, amigos, personas a las que he conocido en los últimos años, con las que en muchos casos he querido colaborar desde hace años. Conozco a algunos desde hace años, por ejemplo a Jordan Rudess desde hace siete años, de cuando fuimos de gira con Dream Theater en 2001. Nos hicimos buenos amigos pero nunca habíamos tenido la posibilidad de trabajar juntos hasta ahora, y esa fue una llamada fácil de hacer, sencillamente fue como llamar a un amigo. Creo que eso se puede aplicar a todo. Para serte honesto, sin embargo, en el último disco de Porcupine Tree tuvimos a Alex Lifeson de Rush, y él terminó tocando en el disco porque leí una entrevista en la que decía que era un gran fan nuestro, y aquello estuvo muy bien, pero no, nunca he llamado a otras personas en plan "hola, me llamo Steven Wilson, estoy en este grupo, puede que no hayas oído de nosotros pero me encanta tu trabajo"…no, nunca he hecho eso. Hay unas pocas personas con las que pienso que me gustaría trabajar con ellas y con las que no tengo ninguna conexión, y supongo que tendría que hacer eso si quisiera hacer algo juntos.

¿Por ejemplo?

Trent Reznor, de Nine Inch Nails. Me encantaría, creo que es un genio, un grandísimo productor.

La verdad es que podría haber estado en Insurgentes perfectamente.

Sí, me habría encantado tenerle en Insurgentes, habría estado muy bien. Mmmm, de hecho he mentido, porque sí traté de hacer esto una vez en el disco, ¿conoces a Liz Frazier, de los Cocteau Twins?

Mmmm, no.

Oh, no conoces a los Cocteau Twins, vale, son una banda de los ochenta y ella tiene la voz más alucinante…¿conoces Teardrop, de Massive Attack? ¿La del bebé en el vídeo?

Sí.

Pues esa es Liz Frazier, la voz…tiene la voz más increíble que he oído, y traté de ponerme en contacto con ella a través de su management, pero ni me respondieron, pero bueno, ni siquiera esperaba que lo hiciera.

Bueno, hoy en día también se contacta mucho por MySpace…

Ya, pero no tiene página ni nada, está como recluída (risas).

Y bueno, respecto a lo que dijiste de que es un disco muy personal, ¿qué puedes decirnos del hecho de trabajar con Gavin (Harrison, batería de Porcupine Tree y King Crimson), ya que siendo un baterista muy personal, seguramente el más característico que he oído nunca, cómo te las apañaste para encajar su estilo en tu música? ¿Tuviste algún problema con esto?

No, porque es tan bueno, es tan flexible y versátil…creo que tienes razón, creo que se le puede reconocer en todo lo que hace, es un baterista con mucha personalidad pero es muy versátil, lo que es muy bueno. En este disco le dije que tocara muy directo y sencillo, porque Gavin tiende de forma natural a tocar…(en este punto hace un gesto que da a entender que Gavin lo convierte todo en una locura, lo cual es verdad, y nos reímos)…pero en este disco le dije que tocara ritmos básicos, que mantuviera las cosas simples, y puede hacer eso, es capaz de hacerlo de forma que aún así notas que es él, aún se le puede reconocer.

Sí, es por el sonido que tiene…

Sí, el sonido, el toque, su tono…puedes saber que es él, pero es que puede tocar cualquier cosa, es tan bueno…pero sí, aquí le obligué a ser sencillo (risas).

Y no sólo te rodeas de grandes músicos como él, sino que también te las arreglas para trabajar con gente como Lasse Hoile. Parece haber una gran afinidad entre vosotros, ¿cómo os conocísteis?

Nos conocemos desde 2002, cuando nos mandó algún diseño como fan a nuestra discográfica. Una de las cosas que nos pasó era una imagen suya, que no sé cómo lo hizo, pero era la portada de In Absentia, esa especie de cabeza azul…

¿Era él?

Sí, era el, es un tipo que asusta.

Es una portada bastante retorcida.

Sí, es muy retorcida. La escogimos como portada, y desde entonces ya ha hecho absolutamente todo. El tema con Lasse es que es una de esas personas que, en mi opinión, como músico o como cualquier persona creativa sólo esperas conocer a alguien así una o dos veces en toda tu vida, es alguien que está tan en la misma onda que tú…puedo hablar con él, "esta cancion es así, las letras van de esto, tengo esta idea en mi cabeza para algo visual" y entonces él te dirá "vale, lo tengo, vete", y como a las dos semanas viene y te pone algo que es exactamente, exactamente lo que tenías en la cabeza. Tener esa empatía creativa con alguien es extremadamente raro, nunca la he tenido con nadie más, ni siquiera con alguien del grupo, no tan fuerte como con Lasse. Creo que es por lo que compartimos…a mí me encanta el cine, te puedes dar cuenta por la forma que tengo de componer siempre pensando en elementos visuales. Cuando compongo lo hago pensando en imágenes en términos musicales, y él cuando diseña elementos visuales lo hace pensando en términos musicales, por lo que en cierto modo conectamos en ese nivel al igual que conectamos personalmente.

Tengo entendido que ahora está terminando el documental de Insurgentes, ¿no?

Sí, ha pasado el último mes con el vídeo de Harmony Korine, que lo acaba de terminar y que de hecho forma parte del documental en sí, y ahora ha vuelto a ponerse con él para terminarlo.

El documental viene al caso para lo siguiente. Tienes una postura muy marcada contra la industria musical actual: lejos de ofrecer descargas en mp3 en iTunes y sitios así, tratas de presentar tu trabajo como una obra de arte total, cuidando la música, el concepto, las ediciones que haces de los discos, el diseño…¿crees que si más grupos hicieran como tú cambiaría algo en este ámbito?

Creo que sí, si quieres que la gente compre una representación física de tu arte no creo que un CD dentro de una caja de cristal y un libreto de cuatro páginas baste, sencillamente no es suficiente. Yo no quiero comprar eso, es muy…gris. Llevar el proceso creativo de forma que se refleje en el artwork, hacer ediciones como esta: para mí eso es como una obra de arte. A la gente aún le gusta colgar cuadros y posters en sus paredes, y por la misma razón querrá tener discos que estén fabricados de una forma bonita, querrá atesorarlos y coleccionarlos…y venderlos en eBay (risas). Creo que es el problema al grabar algo desde la muerte…bueno, la muerte no, la transición del vinilo al disco. Los vinilos tenían tan buena pinta que la gente los quería coleccionar, con todo el sobre interior y demás, mientras que los CD se convirtieron en algo tan utilitario y funcional que no son algo que particularmente quiera atesorar, apretarlos contra tu pecho (un tipo romántico, desde luego – Nota Ed.). Ahora la mayor parte de las bandas piensan en ediciones especiales, en persuadir a la gente para que decidan que todavía pueden invertir en una obra de arte.

Por eso ahora las ediciones especiales tienen ese aspecto de revival, con ediciones limitadas, buscando ser como cuando antes se compraba una litografía a un artista, por ejemplo.

Sí, ediciones numeradas y esas cosas. Sí te puede hacer ver que estás comprando algo especial. Como amante de la música yo soy de los que pagaron 40 libras por la edición especial de Radiohead, 250 dólares por la edición especial de Nine Inch Nails, 100 dólares por la de Sigur Rós…soy de ese tipo de gente, sí, y no soy el único que hace eso. 400 personas compraron Insurgentes en dos semanas, yo estaba alucinado.

Yo llegue tarde (risas).

Lo siento, yo estaba alucinado. No podía creer que había despertado ese interés, creía que vendería 100 y que me quedaría con 300 en el ático durante el resto de mi vida, pero creo que cuando le ofreces a la gente la posibilidad de algo nuevo y especial lo quieren.

Sin duda. Como nos quedamos sin tiempo esta será la última pregunta. Este año tienes una agenda muy apretada: está la grabación del próximo disco de Porcupine Tree, también saldrá el DVD en directo de la gira de Fear of a blank planet…

Mmmm, no creo que eso sea este año, sencillamente no tengo tiempo.

Pues no, no parece, porque también estarás con Orphaned Land produciendo su próximo disco, que entran a grabar al estudio estos días, ¿no?

No, tampoco, tampoco tengo tiempo para eso, estoy muy ocupado con Porcupine Tree. Tal vez toque algún teclado y se lo mezcle, pero no tengo tiempo. Tienes que entender que Orphaned Land me pidieron que produjera su disco en septiembre de 2005, y por aquel entonces yo tenía tiempo. Vivía en Israel de hecho, por lo que tenía tiempo, pero son tan lentos…tres años y medio después yo me tengo que concentrar en el próximo disco de Porcupine Tree, en promocionar Insurgentes, en remezclar parte del catálogo de King Crimson en surround, tengo un montón de cosas que hacer. Desafortunadamente el DVD será una de las cosas que tengo que dejar para el año que viene.

Entonces ya no hablamos de tu proyecto con Mikael Åkerfeldt…

(Risas) No, para eso habrá que esperar hasta 2015, 2020, no lo sé, quién sabe.

Bueno, pues visto que estás tan ocupado no te molestaremos más (risas).

De acuerdo, muchas gracias por todo.

 

Texto: Jaime Díaz-Otero y Maria Picassó

Fotos: Maria Picassó