Steve Vai nos habla de dirección artística, prolificidad musical y relación con otros músicos

Ver a Steve Vai tocar es, sencillamente, un espectáculo de la naturaleza. Con su último concierto en la península resonando en nuestras cabezas desde hace un par de años, este 2015 contamos con su presencia en dos masterclasses que forman parte del espectáculo «Alien Guitar Secrets», pasando por Barcelona (este lunes 25 de mayo) y Palma de Mallorca como fechas exclusivas para toda Europa. Iniciamos nuestra entrevista con una ineludible cuestión: ¿por qué sólo estas dos ciudades de todo el continente? Vai ríe para darnos una respuesta lógica pero inesperada. «Bueno, simplemente había planeado unas vacaciones con mi mujer por allí y surgió la posibilidad de aprovechar para ofrecer estas masterclasses. Tanto las Baleares como Barcelona son impresionantes, son lugares que me encanta visitar.»

Innovador incluso en lo extra-musical, nos detalla el contenido de estos eventos. «No es una masterclass al uso, porque para verme tocar sin más ya tienes mis conciertos normales… y tampoco estoy muy interesado en dar largos discursos sobre técnica o equipo. Se trata más bien de una charla de carácter esotérico, hablar sobre dirección creativa, poner sobre la mesa todo eso que rodea el mundo musical, qué nos inspira y qué nos hace movernos. Me han preguntado varias veces si hace falta ser guitarrista para disfrutar de la masterclass, y siempre digo que ni tan siquiera hace falta ser músico. Creo que cualquier persona con un negocio, una aspiración o simplemente una vía de escape artística, aprendería mucho de ello.»

Hablando sobre su relación con la técnica en el instrumento, descubrimos cómo sigue desafiando sus habilidades y cómo es su relación con ese aspecto del desarrollo musical en la guitarra. «Creo que hay muchos guitarristas mucho más técnicos que yo, nunca ha sido un aspecto que me haya interesado tanto como a otros, estoy mucho más metido en trabajar la expresividad, el sonido, y en definitiva, el fraseo. Hoy día el fraseo y el trabajo melódico es a lo que dedico la mayor parte del tiempo: coger una idea y hacer modificaciones durante horas para buscar la forma perfecta, ver hacia dónde puedo ir con cada idea. También me interesa muchísimo trabajar mi contacto con el resto de la banda, el cómo te relacionas con el resto de músicos siempre es algo en lo que puedes subir escalones.»

Desde la entrada de siglo, Vai tan sólo ha publicado dos álbumes de estudio: «Real Illusions – Reflections» (2005) y «The Story of Light» (2012), algo absolutamente sorprendente para un artista tan activo como él. «Si sólo miras mis LPs parecerá que me lo tomo con mucha calma (risas), pero realmente nunca estoy quieto. Siempre tengo proyectos en las manos, me encanta tocar en directo y las giras llevan muchísimo tiempo, así que eso es una parte importante. Luego siempre surgen oportunidades de hacer mil cosas interesantes: campamentos de guitarra, actuaciones con orquesta, incluso los G3… todo eso me enriquece mucho como músico, y por eso le dedico tanto tiempo. Nunca ha sido mi objetivo el tener un inmenso catálogo discográfico de estudio, y pese a que entiendo y respeto que haya artistas que lo tengan como su prioridad, no es una filosofía que vaya conmigo.»

Habiendo mencionado los G3, le preguntamos por aquella polémica edición que contó con Robert Fripp, mastermind de los icónicos King Crimson como tercer guitarrista junto a Satriani y el propio Vai, produciendo desconcierto por su enfoque musical, radicalmente distinto al de sus dos compañeros. «Robert es un enorme contribuidor a la evolución de la guitarra de muchísimas maneras, tanto en el apartado de la técnica como si hablamos de manipulación del sonido del instrumento.»

«Cuando surgió la idea de aquel G3 nos preguntamos qué aportaría al espectáculo, ya que es un tipo que siempre hace lo que quiere, y eso es lo que nos encanta de él (risas). Creo que es evidente que mucha gente durante aquellos conciertos no entendió lo que estaba haciendo, pero estoy convencido de que otros apreciaron su excepcional visión de la guitarra. Me parece maravilloso ir a un concierto a que me sorprendan, y eso es lo que Robert hizo con toda aquella gente.»

https://www.youtube.com/watch?v=znhub_5oHDA

Siguiendo con las colaboraciones, nos interesamos por la visión en retrospectiva de Vai sobre el trabajo de Devin Townsend por su cuenta, habiendo pasado veintidós años desde el periplo del canadiense como vocalista y segundo guitarrista en la banda del virtuoso. «Me encanta la carrera de Devin en solitario, la verdad, y probablemente si me dejasen elegir cualquier músico para hacer una colaboración hoy día, ese sería él. Creo que es un tipo que tiene muy claro cómo debe sonar su música, incluso moviéndose en campos muy variados, y eso es realmente admirable.»

«Cuando tocamos juntos por primera vez él no era más que un chaval, mientras que mi carrera ya estaba bastante establecida, así que básicamente él tenía que hacer todo lo que yo le dijera (risas). En aquel momento no me di cuenta del increíble potencial como artista que tenía, y simplemente lo valoraba por sus excepcionales habilidades como vocalista, pero me alegro muchísimo de ver cómo ha triunfado con su propia dirección e ideas. Sería genial componer música juntos, la verdad.»

Retomamos la apretada agenda de Vai para mirar un poco más allá y saber qué tiene planeado tras las masterclasses que le ocuparán los próximos meses. «Haré una pequeña gira, todavía por concretar, y luego dedicaré el resto del año a preparar el lanzamiento de la edición 25 aniversario de «Passion and Warfare», un gran proyecto que verá la luz como triple CD.»

Detallándonos ese contenido, nos cuenta: «El primero será el remaster del álbum original, ya que en su día cuando se hizo la primera edición en CD la conversión a digital no fue precisamente espectacular, el segundo será un DVD con vídeos de aquella época y el tercero, el cual creo que es el que más valor da a esta reedición, serán canciones inéditas que se compusieron entre mi álbum debut y P&B. Si escuchas «Flex-Able» y después «Passion», ni siquiera parece que sea el mismo tío (risas), porque durante los seis años que pasaron entre uno y otro desarrollé mi estilo y mi sonido enormemente, así que creo que es realmente interesante publicar todas esas canciones que establecen un enlace lógico entre un álbum y otro.»

Hablamos ahora de los «Naked Tracks», una colección de discos lanzados al mercado que contienen una enorme cantidad de canciones de Vai sin la línea principal de guitarra. «Cuando trabajo las canciones para el directo siempre me gusta hacer pequeños cambios, así que tengo que trabajar sobre esas pistas sin mi guitarra, y es algo que da mucho juego porque puedo loopear, improvisar… así que un día pensé, ¿si yo me lo paso bien con esto, por qué no iban a hacerlo otros guitarristas? Y parece que estaba en lo cierto, porque han sido todo un éxito. A menudo me llegan vídeos de fans tocando sobre esas pistas y haciendo sus propias melodías, sus propios solos, y me encanta ver los enfoques que le dan a mis canciones.»

Muchos podrían pensar que esos discos también sirven para dar algo más de exposición al trabajo que hacen el resto de instrumentos en esos álbumes, pero realmente los espectáculos en directo de Vai ya cumplen, en gran parte, esa función, dado que van mucho más allá de ser un simple concierto de un virtuoso con todos los ojos puestos en él y siempre ofrecen momentos brillantes por parte de todos los músicos. Sobre esto, comenta: «Creo que es algo natural, cuando planifico una actuación siempre incluyo todo aquello que a mí me gustaría ver como espectador, y uno de esos puntos principales es poder disfrutar de una gran relación y vínculo entre todos los músicos que hay sobre el escenario.»

«Mi objetivo principal es ofrecer un show ameno, entretenido, divertido. Lo que no puedo hacer es convencer a la gente de que mis conciertos son variados y que no van sólo de un tío tocando la guitarra (risas), porque es lógico que diga eso para intentar que todo tipo de gente venga al show, así que es fácil que no te crean. Lo mejor es ni tan siquiera molestarse en convencer a nadie, simplemente dejar que la gente lo vea por sí misma y difunda la palabra. Lo decís vosotros, no yo.»