Steve Vai iba a grabar un disco y no te creerás lo que pasó después
Se supone que Steve Vai estaba atrapado dentro de la presunta trilogía de “Real Illusions”, que le tiene las manos ocupadas a nivel compositivo desde hace casi una década. Pero ni será trilogía ni tendrá continuación a corto plazo.
Sin embargo, Vai ha decidido acercarse a su pasado para editar “Modern Primitive”, una colección de canciones que compuso a mediados de los 80 antes de su gran break como guitarrista de éxito en solitario. Temas grabados junto a su banda de entonces, The Classified, con algunos de los mejores músicos de sesión americanos de años venideros. Ahora re-edita por separado esta pieza, que ya sirvió de acompañamiento a la edición de aniversario de “Passion and Warfare”, y usamos esta excusa -tan valida como cualquier otra- para hablar con el genio de la guitarra.
¿Cual es la historia tras ‘Modern Primitive’ y que papel juega en el contexto de tu carrera?
“Cuando tenía veinte años, me mudé a California y estaba fascinado por la idea de grabar mi música. Comencé a comprar material de grabación, todo lo que podía. Nunca imaginé que iba a editar discos en solitario, porque era algo inseguro al respecto. Para mi era algo que parecía muy imposible. Entonces grabé ‘Flex-Able’, mi primer disco en solitario, que no dejaba de ser un experimento. Entonces puse en marcha una banda, llamada The Classified. Comencé a componer más música y descubrí que me encantaba el proceso de componer música, tocarla y editarla. Seguí componiendo música y la grabé con The Classified, pero solo grabé parcialmente cinco o seis canciones. Fue entonces cuando me llegó la oportunidad de trabajar con una banda llamada Alcatrazz sustituyendo a Yngwie Malmsteen. Cogí esa oportunidad y, mientras estaba con Alcatrazz, me llegó la oportunidad de fichar por Capitol Records como artista en solitario. Puse toda la música de The Classified en la estantería y comencé a grabar nueva música para lo que eventualmente sería “Passion And Warfare”. Cuando “Passion and Warfare” cumplió los 25 años quise reeditarlo de manera especial. No quería hacer una reedición de aniversario típica, remasterizada y con algunos temas extra. Decidí finalizar la música que había empezado con The Classified. Tenía esos temas y tenían algo que era muy distinto a todo lo que hice posteriormente. Tenían una libertad y una autenticidad tremenda. Cogí esas grabaciones parciales y las acabé. Re-grabé desde el principio el resto de canciones que se compusieron en ese periodo e incluso volví a reunir a los mismos músicos con los que hice The Classified, es decir, Tommy Mars a los teclados y voces, Chris Frazier a la batería y Stu Hamm al bajo. Volvieron a venir al estudio para regrabar esas canciones recientemente y esa es la historia de “Modern Primitive””.
“Quien conoce mi carrera sabe que al escuchar ‘Flex-Able’ todo era muy garagero, muy experimental y rudimentario. Cuando hice ‘Passion and Warfare’ era como si otro tío totalmente distinto hubiese grabado ese disco. “Modern Primitive” es el eslabón perdido entre esos dos discos”.
¿Tenías esas canciones desde siempre en tu cabeza o llegaste a olvidar que existían hasta que comenzaste a preparar el aniversario de “Passion and Warfare”?
“Nunca me olvidé de ellas, porque una canción es como un hijo y no puedes olvidarte de un hijo. Esas canciones siempre han estado en mi cabeza y siempre tuve en mente el hecho de acabarlas. Era mi misión en la vida! (Risas)”
Debo darte la razón en que las canciones que componen “Modern Primitive” suenan realmente libres, como si en aquel momento no tuvieses nada que perder y pudieses hacer lo que te viniese en gana. ¿Crees que el hecho de pasar por bandas de rock más ortodoxas a lo largo de los 80 cambió tu manera de componer y ejecutar música cuando llegó el momento de hacer “Passion and Warfare”?
“Te sorprendería lo mucho que la presión afecta al proceso creativo de cualquier persona. En ocasiones he hecho música bajo presión, especialmente cuando estaba en bandas de rock como las de David Lee Roth o Whitesnake. No es tanto una presión como una expectación para que toques de una determinada manera en un determinado estilo de música. No me importaba hacerlo, pero esa expectación estaba ahí. Cuando hice discos como “Flex-Able”, “Modern Primitive” o “Passion”, no tenía expectativas para el futuro. Estaba yendo a ciegas. No estaba preocupado siquiera por si esos discos iban a ser editados, sino que solo quería hacerlos, por puro deseo musical interno, por la simple necesidad de expresarme. Eso es la libertad que tu escuchas”.
“No es raro que, cuando compones o cuando escribes algo, tengas que pensar en qué genero se va a incluir lo que estás haciendo. En qué revela y en qué no. En qué temas tratas en tu escrito o no. Es un proceso muy común que se da en cualquier labor artística, la del cuestionamiento. Eso, sin duda, interfiere con el proceso creativo. Ahora imagina hacer lo mismo que haces pero sin ningún cuestionamiento previo: podrías ser tremendamente honesto y profundo con tu creación. Eso es lo mismo que me pasa a mi con los discos que he hecho”.
Teniendo tu propio sello discográfico y con la comodidad económica que espero que te aporte el haber tenido una exitosa carrera durante varias décadas ¿no tienes libertad absoluta para hacer lo que te plaza musicalmente?
“La habilidad de ser libre en mi creación y en mi carrera es algo que puede tener todo el mundo. Es un estado mental. Lo que suelo ver es gente que crea limitaciones acerca del futuro. “Para poder ser exitoso en el futuro, debo hacer esta música, tener este contrato discográfico, salir en estas emisoras de radio”. Y en parte es cierto: para ser exitoso en la cultura pop debes encajar en una determinada categoría. Las únicas personas que pueden hacer un gran trabajo en esa categoría particular son aquellos que la tienen como algo natural, como algo inherente a su arte. Si piensas en Elton John o los Beatles, la música que hacen es natural para ellos. Sucede que la música que les interesa es popular. Cuando escuchas a Jeff Beck, Al Di Meola o Joe Satriani, que están en un campo más reducido, estás escuchando a artistas que tocan lo que emana de ellos naturalmente, sin forzarlo. Por eso tienen éxito en su campo. El éxito es una consecuencia de la pasión. Si encuentras algo sobre lo que eres apasionado y te dedicas a ello a conciencia, los resultados estarán fuera de tu control en lo que a aceptación pública se refiere”.
“El éxito es una consecuencia de la pasión pero, a menudo, veo a jóvenes músicos perdidos, intentando replicar lo que a otras personas les ha funcionado. Y eso es la perdición. Piensan que si algo funcionó para Stevie Ray Vaughn y para Jimi Hendrix, debe funcionar para ellos. Así pues, persiguen una pluma en el viento que nunca van a alcanzar. Y si les funciona y consiguen el éxito, nunca va a ser satisfactorio, porque lo que están haciendo no es lo que ellos son”.
Cuando regrababas “Modern Primitive” ¿estaba el Steve Vai de hoy en día, más desarrollado técnica y musicalmente, en conflicto con el Steve Vai de 1984?
“La visión creativa del Steve Vai de hoy en día es muy similar, en esas canciones, a la visión de un Steve Vai de 24 años. La gran diferencia es que la tecnología que tengo a mi disposición es muy distinta. Por entonces no había grabación digital y todo era analógico. Hoy en día la tecnología me permite hacer mucho más que antes. Puedo experimentar más. Puedo crear sonidos y música que no estaba disponible en aquel entonces. Lo que hago es incorporar la tecnología contemporánea en inspiraciones que tienen 35 años”.
“Real Illusions” y “The Story Of Light” suponen el inicio de un proyecto discográfico muy ambicioso. No obstante, “The Story of Light” data de 2012. ¿Cuanto tiempo tendremos que esperar para poder seguir la historia que permanece inacabada?
“‘Real Illusions’ es una historia que escribí hace años y poco a poco ha ido evolucionando. La idea era editar tres discos y luego darle forma de obra de teatro, como una especie de musical, con toda la música, con una historia y con vocalistas. De momento he editado dos discos basados en esa historia y me encuentro con otros proyectos que me interrumpen y se llevan mi atención. El proximo disco que haga no será la próxima parte de “Real Illusions” porque la música en “Story of Light” y “Real Illusions” es realmente densa, progresiva. He decidido que, probablemente, mi próximo proyecto será algo que mis fans llevan esperando desde hace años: un disco instrumental, muy básico y muy directo con la guitarra como protagonista. Eso es a lo que voy a dedicar mi próximo disco. Mi habilidad tocando la guitarra está cambiando a medida que me hago mayor, porque algunas cosas se desarrollan y otras desaparecen. Antes de que algunas cosas desaparezcan quiero documentarlas en un disco. Y si vivo lo suficiente, quiero finalizar lo que comencé con ‘Real Illusions’ y acaba la ‘cuadrilogía’”.
En los últimos dos años ha habido un rumor persistente acerca de una reunión de la banda de David Lee Roth de la época de “Eat ‘em And Smile”. Hubo un concierto fallido en Los Ángeles que no se pudo llegar a celebrar por sobreaforo. ¿En qué estado ha quedado esa reunión?
“Entiendo que a los metalheads les apetezca que se lleve a cabo esa reunión, porque una gran parte de mi también es un metalhead y me gusta que mis bandas favoritas se reúnan. La reunión con Roth es algo que se ha comentado a lo largo de los años pero que no se si se terminará haciendo. Yo no estoy opuesto a ello pero tampoco es algo que sienta que me estoy perdiendo en esta vida. Yo ya lo hice, fui parte de ello y fue una oportunidad espectacular. Lo hice lo mejor que pude y trabajé con Dave Roth. Tocar metal y rock a mediados de los 80 era tremendo. Hacerlo en 2017 o cuando sea es diferente. Teníamos diferentes sensibilidades y energías por entonces, teníamos un vigor juvenil distinto. Puedo tocar esa música, no es un problema, pero ¿sería honesto conmigo mismo tocándola ahora, a los 57 años? La verdad es que no. No tengo ni idea. Veremos lo que sucede en el futuro. No parece muy probable pero nunca se sabe en este negocio”.
¿Cual es tu posición respecto a los paquetes VIP?
“Estoy a favor de ellos porque yo mismo los vendo. Es una situación positiva para todos los involucrados. Yo los hago desde hace muchos años, incluso desde antes de que se popularizasen. No me puedo llegar a imaginar como habría sido para mi, siendo adolescente, poder sentarme con Queen, hablar con ellos, hacerme fotos y ver su prueba de sonido desde el escenario. Eso es increíble. Pero nunca sucedió, porque esa idea no existía en los 70 y en los 80”.
“Yo me siento orgulloso de poder ofrecer algo así, lo que yo llamo el EVO Package. La gente viene y me siento durante una hora con ellos. Puede ser una persona o pueden ser setenta personas, depende de dónde esté tocando. Lo disfruto mucho porque la manera en que están involucrados emocionalmente los fans es distinta a la de la prensa. La prensa se lee un comunicado que le envían y te hace preguntas sin interesarle realmente lo que haces. Tu eres distinto, obviamente, pero es lo que suele suceder.”
¿Te agota esa conexión emocional con los fans que han dedicado una buena parte de su vida a conocer tu música?
“Intento ser honesto y sincero con ellos, aunque me hayan hecho una pregunta que todo el mundo me ha hecho. Se lo que es estar en su piel. Ellos piensan ‘¿qué le puedo preguntar a Steve Vai que le resulte interesante y a mi también?. Entonces preguntas “¿como fue tocar con Frank Zappa?” porque esa es la pregunta más original y lo que más les interesa saber (risas). Me preguntan eso cada día y cada día intento dar una nueva respuesta fresca, aunque eso es todo un reto”.
“Claro que hay días en que las mismas preguntas me supone una fatiga. Pero entonces me pongo en su piel y pienso en lo que significa para ellos. Me imagino como se sentirían si les dijese ‘por qué cojones me preguntas la misma pregunta de mierda de hace 35 años’?’ o ‘¿por qué no miras en internet en alguna de las cinco mil entrevistas previas donde he respondido la misma pregunta de mierda?’ (risas). Ya sabes. Pero si fuese un fan y Steve Vai me dijese eso diría “menudo gilipollas”, mi impresión de él volaría por los aires y me sentiría muy avergonzado de haber hecho la pregunta. No quiero que se sientan así”.
“La creatividad en la respuesta a cualquier pregunta va a ser directamente proporcional a la creatividad del artista al que se le ha hecho la pregunta. Puedes preguntarme cualquier cosa, aunque me la hayan preguntado mil veces, y si soy lo suficientemente inteligente, llevaré esa respuesta a donde yo quiero. Me puedes preguntar qué cuerdas uso en mi guitarra y en dos frases puedo haberme desviado hacia cuál es el sentido del universo, por ejemplo (risas). Todo depende de lo que quieras trabajarte la respuesta. Si un artista está aburrido de responder a una pregunta es porque no está siendo verdaderamente creativo”.
¿Como fue lo de tocar con Frank Zappa, entonces?
(Silencio de diez segundos) “Extraordinario. Fue extraordinario. Fue el músico más extraordinario que he conocido y no hay día que no mire atrás con asombro ante la oportunidad que me supuso trabajar con el”.
“De Frank saqué las agallas para hacer lo que quiera con mi carrera discográfica. El era así, el vivía en el momento y nunca ponía excusas ni las aguantaba de nadie. Eso era muy poderoso, fue una influencia muy poderosa. Si puedo hablar de Frank con un joven músico emergente y compartir eso, ¿cómo voy a ser tan mezquino de estar cansado de responder a esa pregunta?”
¿Quien era más intenso a la hora de trabajar? ¿Frank Zappa o David Lee Roth?
“Eran distintos. Con Frank Zappa la intensidad venía dada por su expectativa de que tocase partes complicadas con mi guitarra. Le daba igual lo que llevase puesto o lo que hiciese sobre el escenario. Me decía “debes tocar esto, tócalo”. Dave Roth me enseñó a estar sobre un gran escenario, me enseñó que la ropa importaba, que la manera de moverse importaba. Eran muy distintos. Compartían cosas en su personalidad que les hacía similares, especialmente el hecho de que ambos eran líderes muy poderosos, eran gente con mucha confianza en sí mismos y tenían una visión y marchaban al ritmo de su visión. Eso fue muy inspirador. Ese tipo de gente espera la excelencia y debes darles la excelencia. Por eso me llevé bien con ellos, porque les di lo que esperaban de mi, al nivel que lo esperaban”.
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