Para muchos, Steelheart son una reliquia de los 80, vestigios de una era pasada en la que la laca era casi tan importante como las guitarras. Pero Steelheart y su líder, Mike Matijevic, siempre estuvieron fuera de la liga de las bandas de glam barriobajero, como el mismo admite. La mala suerte quiso que una enorme estructura de focos aplastase literalemente a Matijevic en un concierto de Steelheart en 1992, algo que le provocó amplias lesiones y una farragosa recuperación.

Para muchos, Steelheart son una reliquia de los 80, vestigios de una era pasada en la que la laca era casi tan importante como las guitarras. Pero Steelheart y su líder, Mike Matijevic, siempre estuvieron fuera de la liga de las bandas de glam barriobajero, como el mismo admite. La mala suerte quiso que una enorme estructura de focos aplastase literalemente a Matijevic en un concierto de Steelheart en 1992, algo que le provocó amplias lesiones y una farragosa recuperación. El cambio de guardia en el negocio discográfico hizo que Steelheart quedasen al margen de la popularidad y ni el disco de retorno que grabaron en 1996, “Wait” consiguió levantar al grupo.  No se rindió y siguió en el negocio, participando en la banda sonora de la mítica película “Rock Star” a principios del milenio. Mantiene a Steelheart con vida y ahora acaba de editar un nuevo disco, titulado “Through the Worlds of Stardust”. Hablamos con él por teléfono para saber más sobre el presente y el pasado de una de las bandas olvidadas del hard rock ochentero. 

No eres ajeno a los cambios. En cinco minutos, pasaste de ser el líder de Steelheart y estar tocando sobre un gran escenario a estar hospitalizado y tener que hacer un costoso proceso de rehabilitación. ¿Como evalúas aquel accidente ahora que han pasado veinticinco años? ¿Crees que a largo plazo fue positivo o negativo?

“Depende de como lo mires. A corto plazo, fue negativo. No quieres que te pase algo así. Pero a largo plazo…es lo que es. Es la vida. La vida te pone a prueba por algún motivo. Ciertamente, me habría gustado tener algo más de tiempo para desarrollar la carrera de Steelheart antes de eso. Como sabes la banda comenzó en 1989 y las cosas habrían sido muy distintas para nosotros si hubiésemos comenzado en 1986, por ejemplo.”

“Ciertamente, no se qué responderte a la pregunta. En algunos momentos estoy extremadamente feliz y en otros momentos siento que la vida no me ha tratado bien. Sigo haciendo lo que me gusta y siento que ahora tengo otra oportunidad para resurgir musicalmente y volver a tocar el corazón de la gente. En ese sentido, estoy bien. He hecho lo que tengo que hacer y espero ser una de esas personas que ayude a cambiar el negocio de la música y hacer de todo esto algo un poco más mágico y feliz, como en los viejos tiempos.”

Si comparo la atmósfera de party-rock de un disco como “Tangled in Reigns” con el enfoque más oscuro de “Through Worlds of Stardust”, la sensación es evidentemente más negativa. La afinación está un tono por debajo, el tono general del disco es más ominoso… ¿Tiene que ver con tu rango vocal actual o con tu estado anímico?

“Pienso que, en primer lugar, las guitarras nunca deberían estar afinadas como lo estaban en los viejos tiempos. Las cuerdas están tan tensadas que mis dedos acababan hechos polvo. Eso lo primero. En segundo lugar, pienso que afinar más bajo le da a las canciones otra energía y otro sentimiento. Y además, es más fácil de cantar y tiene más potencia. Afinar más bajo hace también que los otros músicos toquen de manera distinta. Lo cambia todo y eso es lo que quiero: una vibración y energía distintos”.

“Pienso que sigo gritando muy agudo pero lo hago cuando la canción lo requiere. Si es momento de gritar, grito. Sino, pues me mantengo en el rango que exige la canción. Las cosas han de hacerse en el momento adecuado”.

¿Te gusta el hard rock americano más moderno? Veo mucho de Alter Bridge o Shinedown en lo que están haciendo Steelheart actualmente. Melódicos en los estribillos y oscuros en los versos.

“Tengo un poco de todo. En este disco quería un poco de la magia y diversión del pasado pero también quería mantenerme actual y corriente. No puedes volver a 1990. Quizá un día saco un disco con los viejos temas que jamás editamos en la época pero, como artista, uno crece, cambia con el tiempo y tiene intereses distintos. Si hiciese exactamente lo que hice en los 80 no me sentiría bien conmigo mismo. Tengo que estar al corriente de lo que sucede en la música hoy en día, aunque sin perder de vista mi identidad y el sonido que dio a conocer a Steelheart”.

Es curioso, porque el hard rock americano se ha vuelto más oscuro y proclive a las afinaciones bajas que comentábamos. Sin embargo, todo el hard rock europeo parece anclado en repetir esos patrones de los años 80 que mencionabas. La mayoría de bandas suenan a Europe, por poner un ejemplo. ¿Sigues la escena hard rockera europea? Ya sabes, bandas como HEAT, Eclipse y demás.

“La verdad es que no sigo para nada el hard rock europeo. Soy culpable de no estar pendiente de nada de lo que se hace actualmente, lo admito. En parte me siento mal, porque es como si fuese muy viejo para ello, pero la realidad es que estoy tan centrado en mi música y me cuesta tanta energía que no tengo espacio para nada más. Organizar, componer y producir mi música me impide siquiera abrir mi mente a otras bandas o géneros musicales. Cuando compongo intento no tener demasiadas distracciones y cuando  no estoy componiendo intento canalizar aquellas ideas que me van apareciendo sobre la marcha. No soy muy familiar con las bandas que me comentas pero me educaré en las bandas que me dices ahora que tengo un poco de tiempo libre.”

¿Donde sitúas la composición de ‘Through the Worlds of Stardust’? ¿Es algo que llevas cinco o seis años preparando o has compuesto todas las canciones en los últimos meses con este disco en mente?

“Um… hay varias situaciones. Algunas canciones fueron compuestas hace mucho tiempo y otras fueron compuestas en el estudio. La idea era coger alguna de las canciones del pasado y hacerlas un poco actuales y luego terminar algunas canciones más nuevas que tenía. Cuando estuve en el estudio comencé a escuchar todo lo que tenía y a editar y filtrar. Cuando llegué a la séptima canción, las otras cuatro que tenía no parecían quedar bien. Sonaban caducas. La energía no estaba ahí, no sobaban actuales. Comencé a buscar otras ideas y al final compuse cuatro canciones en el estudio, lo cual es una locura. No te metes en el estudio con canciones por componer, pero fue como sucedió. Fue todo un reto. La belleza de todo fue que la motivación me empujó a trabajar mucho más duro”.

“Cuando hago discos realmente no me comunico con nadie. Estoy muy metido en mi mundo, en mi música. Algunas de las canciones se compusieron hace un par de años pero no todas estaban a la altura. Necesito canciones que propulsen a la banda, que nos lleven a otro nivel. Por eso tuve que sentarme y darle una segunda vuelta a las cosas”.

¿Te motiva tener un plazo de entrega para componer y ser productivo? ¿Necesitas eso para que capacidad creativa se ponga a prueba?

“Si tienes mucho tiempo para hacer las cosas comienzas a arreglar, revisar y cambiar cosas. Es imperativo coger tus canciones, meterte en el estudio, marcarte un plazo y terminarlas en plazo. Si no las tienes en el plazo que te has marcado, déjalo estar. No comiences a darle vueltas interminablemente. Si algo no te suena bien, probablemente es porque no suena bien.”

“Cuando grabo y compongo siempre me marco plazos. Sino, me podría pegar dos o tres años en el estudio trabajando. Al final te encuentras con canciones que ya no te dicen nada porque han caducado”.

“También te diré que hay cosas que, cuando las he  escuchado al día siguiente he pensado que eran una basura y que diez años después me han parecido geniales. Todo depende de tu perspectiva. Pero para eso sirve un productor: es la visión externa que puede frenar tu locura perfeccionista y decirte ‘tranquilo, está bien’”.

¿Como valoras los dos primeros discos de Steelheart hoy en día? Artistas de aquella era a veces tienen una relación difícil con sus viejos discos, aunque agradecen lo que les aportaron y generaron. Jani Lane de Warrant, básicamente, odiaba “Cherry Pie” hasta el día que se murió.¿Cual es tu visión de lo que hiciste entre 1989-1992?

“No hay nada de lo que haya hecho que me provoque vergüenza. Todo lo que he creado, producido, cantado…el 99,9% me llena de orgullo porque lo hice convencido de que estaba haciendo lo correcto. Siempre lo he dado todo en mi música, sea en el momento que sea. Claro que cuando pasan unos años piensas que puedes hacer las cosas de manera distinta pero la energía existe en ese momento y en ese momento se debe emplear.”

“Estar avergonzado de algo no es saludable. ¿Por qué avergonzarte de crear algo que decenas o cientos de miles de personas aman? Por otra parte, ese es el lugar en el que tu estabas en aquel momento y aquello es una expresión de quien eras en aquel entonces.”

“Te diré que nunca me acabó de cuadrar lo de que Steelheart fuesen considerados una hair-band o una banda de glam. Nunca supe porque eramos una banda de glam si jamás llevamos pintalabios. Estoy orgulloso de todo lo que he hecho. Tio, compuse ‘She’s Gone’. Esa canción es una de las más escuchadas de la historia en Corea del Sur y en otros países asiáticos. Es una canción masiva allí. ¿Por qué avergonzarme de ello?”

¿Tienes derechos sobre los dos primeros discos de Steelheart? ¿Has comprado los masters de vuelta?

“Los masters vuelven a tu poder después de treinta y cinco años. Los masters, las canciones y el publishing. Estamos en medio de ese proceso actualmente. En lo que respecta a Universal, ellos nos adelantaron un montón de dinero en publishing de aquellos discos. ¿Por qué no ser socios a la hora de conseguir que aquello venda lo máximo posible? Nos dieron tres cuartos de millón de dólares. Es un muy buen dinero. Ellos eran nuestros socios y ahora, tras el tiempo que ha pasado, recuperaré la propiedad de esas grabaciones. Son mi jubilación!”

¿Cual es el plan a la hora de girar? ¿Te cuesta subirte a un escenario desde que tuviste el accidente? ¿Miras hacia los focos pensando ‘estará todo bien fijado ahí arriba’?

“No tengo estrés post-traumático, tengo que vivir, no puedo vivir con miedo. Espero que no me vuelva a pasar más, por Dios, pero si que es cierto que a veces miro arriba y pienso ‘¿está todo bien atado?’. Tampoco es ese mi trabajo, es el trabajo de mi tour manager, pero no puedo evitar pensarlo.”

“Estoy bien, soy un tipo fuerte. Veo las cosas de una manera muy distinta a la mayoría de la gente. A mi me gusta estar con la gente, cantar para la gente, mostrarles amor y darles energía y excitación. No puedo hacer eso con miedo. Es mi trabajo. Quiero vivir, reir y pasármelo bien haciendo música y ganándome la vida.”

¿Y los planes de gira? ¿Habrá algo en Europa?

“Estamos trabajando en ello. No habría nada que me gustase más que montar una gira pero hoy en día es muy complicado. Es desafortunado pero es lo que hay. La gente no va a conciertos tanto como iba, aunque si que acuden a los festivales. A los pequeños shows en salas no va tanta gente y los promotores no van a arriesgar su dinero absurdamente. Somos una banda de Estados Unidos, hay que llevarnos a Europa, pagar visados y todo eso. No es barato. Es complejo. Veremos si es posible hacer algo.”

“De momento estamos en las manos de los fans y la prensa. Si los fans y la prensa piensan que el disco es genial, habrá interés por parte de los promotores y pagarán para que vengamos a Europa. Estamos en ello y veremos si podemos hacerlo realidad”.