Poco a poco, Islandia se está abriendo paso en el ecosistema musical y una de sus principales exportaciones es Sólstafir. Demasiado duros para los fans de Björk y demasiado experimentales para los fans de los Lludas, estos tipos son una especie musical única.

Hace años, una banda de rock/metal finlandesa nos parecía de lo más exótico. Eso es, obviamente, hasta que su escena estalló hace dos décadas y comenzaron a llover bandas y ahora es lo más común del mundo. Tanto que se relaciona el heavy metal con Finlandia de manera cuasi sinónima. Poco a poco, Islandia se está abriendo paso en el ecosistema musical y una de sus principales exportaciones es Sólstafir. Demasiado duros para los fans de Björk y demasiado experimentales para los fans de los Lludas, estos tipos son una especie musical única. Difíciles de categorizar, musicalmente impecables y compositivamente originales, estos islandeses se están comiendo Europa por momentos. Ya hace año y medio que se editó «Ótta», su más reciente trabajo de estudio. Desde entonces, ha habido multitud de problemas internos que han culminado en el despido de su baterista de siempre, Guðmundur. Ahora se enfrentan al futuro con nuevos retos y con una gira que recalará en España el 1 de noviembre en el marco del festival Be Prog, The Madness Day, que se celebra en la sala Apolo de Barcelona con la participación de Mono, The Ocean, Riverside, The Sixxis y Lion Shepherd.

Sergi Ramos y Esteban Portero hablan largo y tendido con Aðalbjörn «Addi» Tryggvason, su vocalista y guitarrista.

SR – La banda ha crecido mucho en los últimos dos años. ¿Como lleváis el haberos convertido en una especie de banda de culto para mucha gente?

«Bueno, está claro que nosotros no nos vemos a nosotros mismos como una banda de culto. De hecho, es la primera ocasión en la que alguien nos ha llamado algo así. Simplemente nos gusta movernos hacia adelante, realizar mejoras en nuestra creación artística. Eso simplemente ha hecho que nos metamos en territorios muy interesantes y que por el camino hayamos conocido a mucha gente encantadora».

EP – Probablemente esto último que comentas sea lo que ha hecho que «Ótta» se convierta en vuestro mayor éxito hasta la fecha.

«Sí, eso es indiscutible. Con este álbum hemos aparecido en las listas de ventas de varios países: Finlandia, Alemania, Suiza, Austria y por supuesto Islandia, siendo esto algo a lo que no estamos acostumbrados, ni siquiera se nos habría pasado por la cabeza. Por no mencionar que hemos girado muchísimo y hemos abierto nuevos territorios para nosotros que hasta hace poco eran impensables.»

EP – Es evidente que gran parte de este éxito viene condicionado por el hecho de que cada vez os alejáis más de vuestros orígenes metaleros, ¿cómo habéis experimentado la entrada en nuevos mercados?

«Bueno, para nosotros seguimos siendo los mismos de siempre, así que la diferencia no es muy grande, simplemente ahora interesamos a un abanico de gente mucho más amplio. Usamos los mismos instrumentos que cuando empezamos (incluso el piano, que ya aparecía en nuestra demo), y pese a que es evidente que con el tiempo nos hemos vuelto menos duros, seguimos creyendo que la esencia de la banda es la misma. Por este motivo estamos tocando el mismo repertorio en un festival familiar en Holanda que en el Brutal Assault de la República Checa: esto es quienes somos, no hay reglas ni limitaciones.»

EP – ¿Os seguís sintiendo bienvenidos en la comunidad metal?

«Por supuesto, de hecho nos seguimos considerando una banda de metal, aunque sea a nuestra manera, no como lo que la gente suele considerar una banda de metal estándar. Al fin y al cabo, seguimos tocando en montones de festivales de metal, una gran parte de nuestra fanbase son metalheads y estamos en un sello de metal… Es gracioso que me preguntes por esto porque recuerdo que cuando escuché el «Shades of God» de Paradise Lost en su momento no podía creer lo que estaba oyendo. Estaba en plan «oh dios mío, Nick Holmes, el hombre con la mejor voz gutural del mundo nos ha abandonado» (risas). Me sentía terriblemente decepcionado, pero ahora evidentemente lo entiendo, siempre quieres crear algo nuevo y nosotros llevamos veinte años haciéndolo.»

SR – Los medios, a menudo, sufren para describir lo que hacéis con una sola palabra. ¿Os enorgullece ser tan difíciles de definir verbalmente?

«Si y no. Es bueno ser observado como algo especial que no todo el mundo está haciendo pero cuando no hay nombre para ello la gente comienza a inventarse sus propias descripciones divertidas, porque históricamente la música siempre necesita tener algún sello: black metal, grunge, punk, jazz, etc. Cuando estás vendiendo un producto, si eres una compañía de distribución, necesitas llamar al producto de alguna manera. No nos importa, nosotros somos una banda de rock and roll, solo que no al estilo de AC/DC. También somos una banda de heavy metal, pero no al estilo de Judas Priest. También somos una banda de post rock, pero no al estilo de Mogwai. Con suerte, algún día la gente hablará de Sólstafir sin necesidad de ninguna descripción adicional».

SR – ¿Crees que parte del encanto de la banda deriva de vuestro lugar de procedencia? Los seguidores del rock y el metal más «elitistas» aprecian el aspecto exótico y diferente de Sólstafir.

«Estoy seguro de que juega un papel importante, al menos en parte. No se cuanto tiempo podremos seguir siendo admirados como una banda «fresca y exótica» que viene de un lugar poco común. Llevamos en esto una buena temporada y siempre estamos girando pero, está claro, aún nos queda un buen camino que recorrer y queremos llegar más lejos.»

 

solstafir

SR – ¿Cómo evoluciona el sucesor de «Ótta»? ¿Qué planes de grabación tenéis?

«Bueno, hemos estado en la carretera desde mayo de 2014 y seguimos girando. El próximo tramo es un mes de gira en Europa. De momento no hemos tenido tiempo de sentarnos a crear nuevas canciones, pero hemos hablado de ello e imagino que comenzaremos a componer material en diciembre. No tenemos prisa, de momento. En cuanto a la grabación, es pronto para decir nada, pero hemos hablado sobre si deberíamos grabar nuestro próximo disco en el mismo estudio de los últimos dos trabajos, en Islandia, o si deberíamos irnos a Estados Unidos. Más información sobre esto en breve.»

EP – Pese a disfrutar de una recepción generalmente muy buena, ha habido un punto de crítica bastante frecuente respecto a «Ótta»: la producción. ¿Sois conscientes de ello? ¿Estáis completamente satisfechos con cómo suena el álbum?

«Las opiniones son como los culos, cada uno tiene una (risas). Creo que el disco suena exactamente como debe: atemporal con un pequeño brochazo de la esencia de los 70. No está masterizado a dolor, como la mayoría de álbumes de metal moderno, supongo que eso choca para mucha gente. Nos llevó dos meses grabarlo y mezclarlo, así que he invertido mucho tiempo en ello y lo he analizado concienzudamente, para mí es como debe sonar.»

EP – Hace nada estuvisteis en Japón con Anathema, ¿cómo fue la experiencia?

«Genial, somos enormes fans de la banda así que fue muy divertido conocerlos y salir por ahí con ellos. Habíamos conocido a Vincent hacía unos años en París, donde le cantó el cumpleaños feliz a Svavar después del concierto, es un tipo genial. Japón es una locura, pero nos encantó… cultura del ADHD, al menos en la parte de Tokyo en la que estábamos. Todo el mundo fue muy agradable y amigable, los promotores hicieron un trabajo excepcional. Pese a todo, sólo estuvimos allí dos días, y no se lo recomiendo a nadie: tuve uno de los jet lags más hardcore que haya experimentado nunca (risas).»

EP – Desde que «Ótta» salió al mercado habéis estado girando sin parar. ¿Cómo ha afectado esto a vuestra vida y cómo os habéis adaptado a ello?

«Desde que éramos adolescentes hemos soñado con esto, así que tenemos una norma: no te puto quejes (risas). Es genial, hemos hecho tres giras americanas, 25 festivales y vamos de cabeza al tercer tour europeo en breve. Creo que después de girar disfrutas muchísimo más el silencio, estar en casa sin hacer nada, poder pasar tiempo con tu familia. Probablemente estar de gira fue más duro en el pasado, pero desde hace un tiempo la experiencia ha mejorado mucho. Nuestra moral está más alta, los conciertos son más grandes, no paramos de visitar lugares nuevos… pero te mentiría si te dijera que todos esos viajes y días sin dormir no afectan al ánimo y el espíritu. Pese a todo, no hay nada que prefiriese estar haciendo.»

EP – Hablando de vuestra próxima gira, supongo que de algún modo Mono, co-headliners del tour, son una banda análoga a vosotros en tanto que también han nacido en una isla separada de los grandes mercados. ¿Os sentís relacionados por ello?

«Ahora que lo dices, la verdad es que sí. Estoy muy contento de que el lugar estilístico en el que se encuentra Sólstafir ahora mismo nos permita salir de gira con Mono este próximo mes y al siguiente irnos con Primordial, la verdad, no hay muchas bandas que puedan disfrutar de esa versatilidad. Volviendo a tu pregunta, pese a que sí que puede que seamos parecidos en ese aspecto, creo que la gran diferencia es que la posición de Japón en el mapa musical es muy distinta a la de Islandia, evidentemente. Cuando era joven nadie venía a Islandia a tocar, mientras que Japón siempre ha sido la última frontera para muchas bandas y se ha promovido toda una cultura de mimo musical a través de ediciones especiales y demás.»

SR – Ha sido un año divertido, con todos los problemas internos que habéis tenido… Analizando los últimos meses ¿fue la decisión correcta echar de la banda a Guðmundur? ¿Crees que aún se pueden arreglar las cosas con él?

» ‘Divertido’ no es la palabra adecuada, señor (risas). Pero sí, no era una cuestión de si la decisión era correcta o incorrecta, era la única decisión que podíamos tomar o la banda se habría roto definitivamente. Y esa opción es la que menos nos gustaba. No hay manera ‘correcta’ de despedir a alguien que lleva 20 años en una banda. La historia completa es bastante personal y no se puede explicar con justicia en una entrevista como esta. Pero se había arrinconado a sí mismo y nosotros no podíamos plantearnos seguir trabajando con él. La moral era terrible. El veneno había entrado en la banda y se lo estaba cargando todo. Estar en un bus conviviendo durante dos meses seguidos, con todo el mundo callado, tensión en el aire constantemente… es simplemente horrible.»

«Tuvimos reuniones, intentamos resolver las cosas en las giras y cuando volvimos a casa. De hecho, estábamos dispuestos a dar flexibilidad y a que tuviese la opción de volver a la banda más adelante cuando se hubiesen arreglado ciertos temas, pero él no podía aceptar eso. Cuando llegamos al punto de acordar algunas otras cosas aparecieron más diferencias y decidimos que lo mejor era poner el tema en manos de abogados en lugar de discutir constantemente. Créeme, estábamos hartos de discusiones tras todos estos años. Entonces fue cuando comenzó a atacarnos con todo tipo de ensayos victimistas, repletos de mentiras y ataques personales y todo lo que queríamos era resolver esto con ley y regulación, porque nunca hemos querido estafarle ni quitarle lo que era suyo. Nunca lo hemos hecho. Él ha tenido un rol muy importante en la banda durante todos estos años, y no es la primera vez que algo así sucede, es decir, miembros de bandas que se pelean entre ellos.»

EP – La postura de ambas partes ha sido muy distinta, ya que mientras vosotros mantuvisteis una actitud totalmente profesional, él publicó un texto enorme relatando una gran cantidad de detalles personales muy poco apropiados. ¿Creéis que esos comentarios han condicionado y manipulado la opinión de muchos fans que se han revelado contra vosotros? ¿Os sentís frustrados al saber que como banda no podéis contar la historia completa porque sería un acto inapropiado y poco profesional?

«No quiero hablar mal de él, pero permíteme que te diga que muchas de las cosas que escribió en esas declaraciones se las sacó de la manga completamente. El hecho de que haya gente que piense que lo despedimos por dinero o avaricia es, simplemente, lo más estúpido e incorrecto que haya oído nunca. Y por supuesto, como dices, hay mucha gente que va a comprar su historia, que quieren creerlo, pero en realidad no tienen ni idea de lo que pasó. Como decía, lo despedimos porque no podíamos soportar estar con él, han sido demasiados años lidiando con su ética podrida y los conflictos personales que esto causaba. Por no mencionar la gota que colmó el vaso, ya que empezó a verse con la novia de Svavar (que ahora está saliendo con él) y esto no hizo más que empeorar las cosas, Svavar quería marcharse del grupo.»

«En vez de seguir teniendo discusiones dolorosas y eternas, decidimos meter abogados de por medio y no tener que seguir soportando una situación que iba a acabar con todos nosotros. Todo el proceso de despido se ha hecho a través de una cuidadosa regulación, bajo la ley: nunca le hemos robado nada y nunca lo haremos, él ha estado veinte años en esta banda y recibe lo que le pertoca por ello. Pero aún así, no para de publicar mierda en Internet, puras gilipolleces inventadas, y no vamos a entrar en ese juego. Hemos decidido actuar como adultos y hemos tomado la decisión adecuada para salvar la banda. Y repito, no le hemos quitado ni un solo dólar de lo que le toca, y nunca lo haremos. Simplemente no podemos tener a una persona así en el grupo.»

SR – Cuando decidisteis echarle de la banda, estabais a punto de empezar una gira. ¿Fue desquiciante lidiar con ello a pocos días de un tour?

«Si que lo fue. Por ejemplo: teníamos que decidir qué nombre poner en los visados y en los billetes de avión. Las cosas tenían que suceder con celeridad. Muchos temas estaban cerrados y otros estaban cerrándose mientras todo esto estaba sucediendo, pero estábamos tan cansados después de la gira de dos meses de noviembre y diciembre que no podíamos imaginar hacer otra gira más con él. Yo acababa de conocer a este tipo, un baterista de sesión de Los Ángeles, que nos dijo que podía aprenderse un set de 90 minutos en dos días y eso es lo que hizo. Nos fuimos de gira. Créeme: es una sensación muy extraña tener a otro baterista tocando esas canciones tras tantos años».

solstafir1

SR – ¿Crees que el sonido de la banda se ha visto afectado tras la marcha de Guðmundur?

«Por supuesto: es un baterista distinto, con un estilo distinto. Intentamos hacerle justicia a las canciones y que suenen lo más cercanas posible a la versión original. Recuerdo que he escuchado a otros bateristas tocando mis canciones favoritas de otras bandas y siempre fue un problema para mí, porque no podía hacer air drums. El nuevo baterista nunca sonaba como el baterista original que grabó el disco.»

EP – ¿Vais a buscar un nuevo miembro a tiempo completo u os sentís cómodos con la idea de ser un trío con un batería de sesión?

«Llevamos cuatro baterías en un año, está siendo todo bastante caótico, pero creo que Grimsi (el actual) es el definitivo. De hecho ya había colaborado con nosotros, grabó coros para «Fjara», es un tipo con mucho talento. Creo que todos sabemos que se va a quedar, simplemente no hemos tenido tiempo para tener «esa conversación», pero estoy convencido de que para el verano que viene ya volveremos a ser cuatro en la banda.»

EP – Hablando de nuevos miembros, ¿habéis considerado la opción de llevar a un mercenario para tocar las partes de teclado en directo? No son pocas las líneas de este instrumento que tienen vuestras canciones…

«Sí, lo hemos pensado, ya que ahora mismo disparamos teclados en un montón de canciones en directo. Si te soy sincero, el motivo por el cual no lo hemos hecho todavía es porque no nos lo podemos permitir, ya que conllevaría un montón de gastos, no sólo por pagarle su caché sino porque ya de por sí llevar a una persona más de gira incrementa los costes una barbaridad. Con un poco de suerte nos lo podremos montar para empezar a contar con alguien en ese rol el año que viene, pero hasta entonces Mr.iPod seguirá siendo nuestro teclista (risas).»

SR – ¿Qué bandas sigues hoy en día? ¿Algo que te haya despertado el interés recientemente?

«Nah, no soy el tio ideal al que preguntarle sobre nuevas bandas. Básicamente escucho Nick Cave y AC/DC en casa y ZZ Top y Entombed en el coche. En cuanto a bandas recientes te diría que me han gustado Grave Pleasures, Kontinuum… y poco más. Soy muy malo con esto.»

SR – En Europa hay una visión muy idealizada de Islandia, su gente y el sistema político. ¿Son las cosas tan bonitas en tu país como nos las pintan?

«Sí en cuanto a la naturaleza, no en cuanto a la política».

SR – Los países escandinavos tienen un buen sistema de subvenciones para la música y los músicos. ¿Es el caso en Islandia también? ¿Os beneficiáis de alguna ayuda gubernamental para girar?

«No, nunca lo hemos hecho. Teníamos algo de apoyo por parte de un fondo de Icelandair, donde las bandas recibían billetes de avión algo más baratos y exceso de peso gratuito en los vuelos, pero ni eso existe ya.»

EP – ¿Qué creéis que pesa más dada vuestra procedencia, las dificultades logísticas o el branding que os ofrece el ser islandeses?

«Es evidente que es un problema no poder subirse a un coche y conducir hasta Alemania o Inglaterra, así que el aislamiento ha jugado un papel importante para nosotros en términos de difusión… pero al mismo tiempo, nuestra música no sonaría igual si no hubiésemos crecido en ese entorno, y estoy muy satisfecho con nuestro sonido hoy día. Personalmente no creo que haya muchas bandas que hagan mejor música que nosotros porque, al fin y al cabo, Sólstafir es mi banda favorita. Si mi banda favorita fuese otra, estaría tocando otro tipo de música.»

SR – ¿En qué países tenéis mejor conexión con los fans? Estuve en vuestro último show en Barcelona y fue alucinante.

«Esta es difícil. Recientemente, te diría que los países que menos hemos visitado, como el sur y este de Europa. Parece que cada vez estamos más y mejor conectados con el público. También eso nos hace mejores en directo y la gente conoce mejor las canciones, así que disfrutamos y vemos como la gente cada vez se sabe las canciones mejor cuando volvemos a una misma ciudad o país. Por ejemplo, nuestro último concierto en Barcelona fue tremendo: lo pasamos en grande y fue mucho mejor que nuestro concierto allí algunos años atrás».

SR – Tocasteis algunas canciones con la «estelada», la bandera independentista catalana, colgando del pie de micro. ¿Cual es tu posición sobre el conflicto independentista de Catalunya?

«Bueno, nosotros hemos estado bajo la corona y bandera danesas durante cientos de años y no conseguimos nuestra independencia hasta 1944, así que -sin ponerme muy político- puedo decirte que apoyamos totalmente el movimiento independentista catalán.»