Seventy Seven: poseídos por el rock
Quienes somos de Barcelona tenemos a Seventy Seven en el radar desde hace mucho tiempo. Siglos atrás, allá por 2007, cuando aún se llamaban Electric Wasted los vimos en directo y alucinamos con su entrega y energía en directo. No era una sorpresa, pues, que con los años tan solo fuesen a más. Y pese a que el rollo de “es que suenan a los AC/DC de Bon Scott” les ha abierto puertas, la banda sigue evolucionando y buscando su punto diferencial.
Quienes somos de Barcelona tenemos a Seventy Seven en el radar desde hace mucho tiempo. Siglos atrás, allá por 2007, cuando aún se llamaban Electric Wasted los vimos en directo y alucinamos con su entrega y energía en directo. No era una sorpresa, pues, que con los años tan solo fuesen a más. Y pese a que el rollo de “es que suenan a los AC/DC de Bon Scott” les ha abierto puertas, la banda sigue evolucionando y buscando su punto diferencial. Con “Nothing’s Gonna Stop Us” los hermanos Valeta y los dos nuevos miembros (Andy y Guillem) demuestran que emanan rock de los setenta por todos los poros de su piel. Además, en las próximas semanas los tendremos de gira por nuestro país con fechas en Burgos (12 y 13 de febrero), Madrid (20 de febrero), Donosti (26 de febrero), Barcelona (5 de marzo), Vitoria (8 de abril), Zaragoza (9 de abril) y Valencia (16 de abril).
El nuevo disco es un salto muy importante para 77. ¿Teníais claro antes de ir al estudio que ibais a fichar por Century Media? ¿Ha supuesto un condicionante a la hora de dar forma al nuevo trabajo?
“Eeehhh…bueno, un poco si. Si que es cierto que meses antes de tener todo esto claro ya había muchos temas hechos. Es cierto que Century Media es un sello con el que tenemos trato hace tres años, desde que sacamos el segundo disco. Cuando comenzamos a girar por Europa con Bullet conocimos a la gente del sello y siempre quedábamos con ellos en plan colegas y siempre nos dejaban caer cosas. Nos decían que el grupo mola mucho en directo pero que necesitábamos mejores temas y un productor que acabe los temas mejor, así como un mejor sonido y un resultado más pulido. Parte de esto se ve en “Nothing’s Gonna Stop Us” pero realmente hemos hecho lo que nos ha dado la gana.”
“No hemos tenido que enviar ninguna demo a la discográfica para que nos diesen el ‘ok’ y poder proceder. Nos presentaron al productor, a Jaime, le enviamos demos, le dimos algunas vueltas a las canciones y a grabar.”
“Condiciona pero no tanto. Hemos hecho un disco de rock and roll al uso. La presión mayor es que sea el primer disco para una compañía potente como Century Media, porque quieres estar a la altura. Pero, en general, todo ha sido muy fluido.”
“No nos dio tiempo a pensar demasiado. Cuando comienzas a pensar demasiado es cuando la cagas”.
¿Hubo la tentación de darle un giro a la música o tenéis claro que la esencia de 77 es la que es?
“Eso mismo. Realmente, siempre hemos sido fieles a lo que nos gusta hacer. Si tu empiezas a querer cambiar para gustar más a la gente y terminas haciendo algo que no te apasiona ni te gusta la sensación debe ser horrible. Nos dedicamos a la música que nos gusta y nos gusta porque es lo que nos motiva. Lo que nos motiva es esta música, tocada como la tocamos y en las condiciones que la tocamos. Cambiar eso sería erróneo. No me veo tocando otra cosa.”
“Es posible decir que en este disco se han ampliado las miras. Pese a ser rock and roll de toda la vida hemos intentado tocar todos los palos posibles dentro de ese espectro”.
Lo cuál lleva a que ya no solo sonáis a AC/DC, sino que también sonáis a THIN LIZZY en algunos temas. “Nothing’s Gonna Stop Us Now” tiene mucho de Lynott, por ejemplo. ¿Os apetece quitaros el sambenito de “es que suenan a AC/DC sin perder la esencia? ¿Pensáis que esa es parte de la gracia de la banda?
“Creo que la gracia es que la gente pueda ver que no somos una copia de AC/DC. Con esto demostramos que podemos hacer otro tipo de rock and roll. No es que estemos obcecados y decidamos que si algo no suena a AC/DC lo descartamos.”
“La de ‘Still Waiting’ seguramente también te puede recordar al rollo de Thin Lizzy. Algo fuera de las tres quintas y los acordes típicos de AC/DC.”
“Por otra parte ‘No One Like You’ es casi una balada. Son cosas con las que estamos cómodos y creo que añaden más vocabulario a 77. Estamos empleando otros elementos, como guitarras dobladas, armonías distintas, coros y detalles. Creo que es la progresión natural de la banda.”
“Nothing’s Gonna Stop Us Now” es un tema que tenía en cartera hace tiempo. Hace una temporada yo estaba tocando algo de jazz y los acordes del tema son de jazz. La hice cuando estudiaba y un día se me ocurrió electrificar un poco esa idea y de ahí salió este tema. ¿Suena a Thin Lizzy? Si, pero viene de un sitio totalmente distinto”.
“Los acordes de ‘Street dogs’ vienen del flamenco, de la rumba. También hemos estudiado flamenco y lo que tenemos en la cabeza nos ayuda a ir enriqueciendo el sonido de la banda. La verdad es que estamos muy contentos con el resultado final. Veremos ahora qué opina la gente”.
Con los dos discos anteriores grabasteis fuera de España, en los Gutterview de Nicke Andersson. En esta ocasión habéis estado en Figueres, en los Music Lan, donde ha grabado desde Shakira a Manolo García. ¿Porqué ese cambio?
“Allí ha grabado desde Fito a Jarabe de Palo pasando por Tony Manero. Music Lan es un estudio que conocíamos hace años pero nunca habíamos tenido el presupuesto necesario tampoco. El gear que tenían, las mesas, las salas… eran las adecuadas. Le dijimos a Jaime Gómez que qué le parecería y le pareció una idea brutal, porque la mesa que tienen de los años 70 es la caña. Es un estudio muy versátil, donde puede grabar desde Shakira…a 77 (risas)”
“Lo que es el equipo en si, lo que tienen, es bueno para grabar cualquier tipo de disco”.
Los discos de hoy en día suenan saturados, petadísimos de volumen. 77 suenan añejos y propios de una era muy concreta. ¿Como lográis el sonido 77?
“La materia prima es el equipo, tu propio equipo. Las guitarras y los amplis. Si eso ya no es de la época, comienza a costar replicar ese sonido. Nosotros llevamos el material adecuado. El estudio, por otra parte, está acorde. La mesa es del ’75, los previos, los compresores…todo es lo necesario para sonar a aquella época. Desde la guitarra hasta la pastilla, desde la mesa hasta el previo…todo eso es necesario. Cuanto más vintage sea el equipo, más vintage suena todo, lógicamente”.
“También es muy importante grabar en directo. Sin metrónomos ni hostias. Enchufas al ampli y listos. Los tempos van y vienen y esa dinámica es la gracia. Los grupos que escuchamos con producción moderna son demasiado perfectos y no suenan reales. Si un grupo está hecho de personas reales y falla una nota, es hasta bonito”.
¿Habéis financiado todo el disco o Century Media ya se ha mojado económicamente con vosotros?
“Esta vez hemos podido grabar el disco en un estudio mejor y demás porque teníamos avances de royalties que nos han facilitado las cosas. Los avances han sido para pagar al productor y su estudio. Y de nuestro bolsillo salió lo de Music Lan. Sin tener detrás a Century Media no habríamos podido hacerlo.”
“Lo bueno que había antes de que la industria musical se fuese a pique es que había más dinero para que los grupos grabasen grandes discos. Hay muchos discos que jamás se podrían haber grabado si no hubiese una gran industria con mucho dinero detrás, como el “Dark Side of the Moon” de Pink Floyd. Un grupo no puede asumir esos costes de salida. Si tu vas con prisas al estudio, te saldrá el disco que te saldrá.”
¿Es sostenible 77 para vosotros a estas alturas? Entre las giras, los discos y demás ¿os da para dedicaros del todo?
“La banda, el ente, funciona. La banda se gestiona sola. Pero a los que formamos la banda no nos da para vivir. De vez en cuando se reparte dinero pero de esto no vivimos, malvivimos. Hay que compaginarlo con otras historias para ir tirando en el día a día.”
“Es el punto más complicado de superar. Ahora ya no tenemos que poner dinero pero conseguir que cada integrante del grupo pueda vivir relajadamente es muy complejo. Los discos, el local, las giras…todo es muy caro. Lo que pasa es que de vez en cuando va entrando dinero de royalties y de publishing y te va ayudando. Ahí estamos”.
Ha habido movimientos en la banda: salieron Dolphin y Raw y han entrado Andy Cobo y Guillem Martinez. ¿Que ha pasado? ¿Ha tenido que ver algo lo decisivo del momento actual para que se generen tensiones?
“Um…no. Siempre hemos tenido la suerte de estar rodeados de gente que entiende la situación del grupo y que ha currado a muerte para que el grupo salga adelante. Han sido muchas cosas las que han pasado. Con Raw y Dolphin llevábamos siete años todos juntos y el día a día puede cansar. Ha habido muchos días. Hay pequeñas cosas y otras más grandes que se van juntando. Ellos decidieron marcharse por separado y fue decisión. Mi hermano y yo, que somos los fundadores del grupo, siempre hemos querido ir a muerte y seguir con esto hasta caer en redondo.”
“El batería de antes vivía en Madrid y eso lo complicaba todo. Estábamos buscando a gente de Barcelona y eso limita mucho. Además de encontrar a gente que cuadre musicalmente has de encontrar a gente que esté en tu misma onda y que quiera dedicarse a esto al cien por cien. No se si alinearon los planetas o que, pero en tres semanas teníamos a dos músicos muy competentes. Probamos a Andy y ese mismo día le propusimos a Guillem de venir a tocar el bajo, porque el era guitarra. Cuando tocamos con Andy y Guillem hubo una química que dijimos ‘esto es brutal’. El inconveniente (o la ventaja) es que son muy jóvenes. El batería tiene 20, yo tengo 30 y mi hermano 34. No está siendo un problema, porque ya llevamos un año trabajando juntos. Al principio lo importante es ver que piensas de la misma manera. Las diferencias de edad es algo salvable”.
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