SEETHER: “No quería a un productor que me golpeara los nudillos con una regla durante la grabación”.
Los afro-americanos SEETHER son una de las pocas bandas de la eclosión del metal moderno americano de la década pasada que aún pueden estar orgullosos de la práctica totalidad de su catálogo. Están de gira por España en estos días. Actuaron en Bilbao el viernes 23 de noviembre y realizarán otro show en Madrid (Sala Arena) el próximo martes 27 de noviembre. Su disco más reciente, “Holding On To Strings Better Left To Fray” se editó hace un año y medio pero sigue estando vigente. La banda tocará en Madrid unas cuantas canciones de éste (“una cuarta parte del show” según ellos mismos) y nos deleitará con clásicos del rock americano moderno como “Gasoline” o “Broken”. Hablamos con el baterista John Humphrey por teléfono.
¿Qué clase de show veremos en esta gira española? Ya hace un año desde “Holding on to Strings Better Left To Fray”. ¿Haréis un show de grandes éxitos o el show típico de la gira de éste disco?
“Vamos a hacer nuestro show habitual de la gira, con nuestro set típico de los conciertos que hacemos como cabezas de cartel. Tocamos una buena parte del concierto interpretando nuevas canciones. Hemos tenido mucho éxito con el nuevo disco en la radio estadounidense y eso nos ha permitido dedicar una buena parte de los conciertos al nuevo material. Una cuarta parte del show está dedicada al nuevo disco”.
“Por suerte, somos una banda que lleva en marcha y girando más de diez años, de modo que tenemos una buena cantidad de canciones que debemos tocar si o si, incluso en un país como España donde nunca antes hemos tocado. La naturaleza de la sociedad hoy en día, que siempre está online aboca a que nuestros fans conozcan el show antes de que llegue a su ciudad y conozcan los singles aunque no se editen como tales en su país. Hay ciertas canciones con las que la gente está familiarizada y otras canciones que hemos de tocar. Solo con eso ya nos comemos una hora de concierto, de manera que hacemos entre una 75 y 90 minutos de show regularmente. Una buena parte de éste está dedicado a las canciones por las que la gente nos conoce como banda. No hay mucho tiempo para tocar las canciones más oscuras, aunque hemos observado que en Europa el público disfruta mucho de las canciones menos conocidas. Pero bien, tenemos el catálogo que tenemos y hemos de tocar lo más conocido generalmente”.
Al contrario que otras bandas de la misma época en la que salisteis vosotros, vuestro último disco es mejor que los dos más recientes. “Finding Beauty in Negative Spaces” era un disco oscuro, poco inspirado quizá. ¿De qué modo han influido los problemas personales de Shaun en la música de la banda?
“El asunto es que Shaun siempre ha mostrado sus sentimientos en la música. Creo que le gusta dejar las canciones lo suficientemente abiertas como para que el oyente pueda interpretarlas a su manera y aplicarlas a su vida, a sus relaciones, a sus experiencias. “Finding Beauty” era un disco más oscuro y este es más positivo. Estamos más positivos, personalmente. Además, este disco ha marcado un cambio. Hemos salido de Los Ángeles a la hora de grabar y nos hemos ido a Nashville, lo que ha influido mucho. Los ángeles es una ciudad con muchas distracciones, con muchos demonios que te alejan de estar centrado en lo que debes estar centrado. En Nashville hemos trabajado con Brendan O’Brian y nos ha puesto a prueba. El ha estado trabajando con Bruce Springsteen y PEARL JAM entre otros, así que ya sabes que es un tío competente. Creo que líricamente es un disco más positivo y musicalmente es un trabajo mucho más centrado. Cuando grabamos el anterior disco, Shaun acababa de perder a su hermano y tenía otros problemas en su vida y eso le hizo tomar un rumbo más pesimista componiendo”.
Como dices, Nashville, es un lugar único para hacer un disco. Es un lugar muy bien orientado hacia la música, dada la escena de country-rock existente en el lugar. Todo el mundo es compositor, productor, músico o dueño de un estudio allí. ¿Cómo fue la experiencia, en ese sentido? Tiene pinta de que en Nashville es todo muy profesional, muy serio y orientado hacia el resultado óptimo.
“Somos SEETHER, tío. No se si nunca lograremos hacer algo que sea etiquetado como “profesional” (risas). Lo único que intentamos es hacer la mejor música que podemos, sin ser necesariamente profesionales. Nah, estoy de broma. Todos nos enorgullecemos de hacer las cosas como es debido cuando grabamos un disco. Son cosas que son para siempre, es nuestro legado musical. Somos muy críticos con nuestras interpretaciones, con la manera en que ejecutamos las canciones e intentamos hacer el disco más sincero posible. En este caso nos hemos esforzado en salir de Los Ángeles para poder tener un ambiente distinto e inspirarnos de manera distinta. Queríamos tener la mente clara, vivir juntos en un apartamento durante la grabación del disco, levantarnos e ir a un Starbucks y de ahí al local de ensayo a trabajar duro en la música. Ese planteamiento nos ha servido de mucho como banda. Salir de la carretera y trabajar en nueva música también ha sido muy bueno”.
“Es un reto grabar en Nashville. Como dices, todo son productores, músicos…tienes que estar al tope de tus capacidades en tu entorno como ese. La ciudad es conocida por su orientación al country, pero mucho rock se está haciendo ahí ahora, porque la gente de la costa Oeste ha aprendido que allí se trabaja muy bien. Es un lugar muy sano, muy bueno para trabajar”.
Brendan O’Brien es un tío que ha trabajado con muchos grandes nombres. Ese tipo de productores suelen tener sus métodos y sus rutinas a la hora de trabajar. Vosotros tampoco sois nuevos en esto. ¿Ha sido complicado adaptarse uno a otro en el estudio o teníais muy claro que escogíais trabajar con él por motivos concretos y no ha habido problema?
“Había respeto mutuo. Brendan ha llegado en el momento adecuado de nuestra carrera. No era nuestro primer disco, no éramos tontos y sabíamos lo que queríamos componiendo y grabando. Ese respeto mutuo ha sido el motivo por el que las cosas han ido bien. Reconozco que al principio estaba algo dubitativo sobre como iba a resultar todo. No quería a un productor golpeándome los nudillos con una regla en plena grabación ¿sabes? Pero es un tío con una buena ética de trabajo, toma pocos descansos y no le importa trabajar durante muchas horas sin descanso. Pero no tomó una posición de profesor de escuela, sino de tío que te ayuda a hacer realidad tu visión musical. En ese sentido, ha sido genial. Hemos trabajado juntos para hacer el mejor disco posible y no ha intentado cambiarnos, ni forzarnos a hacer algo que no queríamos. Las canciones han salido de nosotros cuatro y el ha respetado lo que hemos creado, salvo algún arreglo o modificación puntual”.
“Ha sido muy inspirador trabajar con él. No es un dictador en el estudio, para nada”.
¿Piensas que la mayoría de canciones del disco están orientadas estrictamente hacia la radio? ¿Era una de las guías bajo las que trabajábais para este disco?
“No creo que hubiera ninguna idea premeditada para ampliar nuestro público potencial. Hicimos lo que quisimos. Creo que ha habido una progresión desde “Disclaimer” a “Finding Beauty”. En ese disco ya hicimos canciones como “Fake It”, que van un poco en contra de lo que hace la radio. No es un tema de rock al uso y a la gente le costó un tiempo pillarla. Creo que es natural que vayamos cambiando. No somos tan metódicos a la hora de planear nuestra carrera. No nos sentamos y decimos “este va a ser nuestro disco aperturista, este va a ser nuestro disco de vuelta a las raíces”. Tenemos muchas influencias, desde PANTERA a los BEATLES y eso los transmitimos en nuestra música, como es obvio. Pero no lo planeamos, surge así. Uno de los temas más heavies que hemos compuesto nunca es “Fur Cue”, que es el que abre el disco, por poner un ejemplo. Pero “Pass Slowly” es una balada muy distinta, por ejemplo”.
Eres el único miembro americano de origen en la banda, aunque llevas casi diez años en la formación como baterista. ¿Hubo un cierto choque de culturas al principio?
“Bueno, yo estuve antes en una banda llamada The Nixons en los años 90. Llevaba la mayor parte de mi vida adulta viviendo con una maleta a cuestas, básicamente. Una de nuestras canciones fue un single y Shaun conocía ese single. Nuestro ingeniero de sonido sugirió que hiciera una audición para SEETHER cuando en el 2003 su baterista original no quería marcharse de Sudáfrica para ir a vivir a Estados Unidos con el resto. Hice mi trabajo, encajé bien y dado que ya tenía buena experiencia en la carretera, todo fue fácil. Me pasaba más días en la carretera con mi banda que en casa con mi familia y eso ayuda a que comprendas bien como funciona todo esto y como respetar el espacio y autonomía de los demás.”
“Aunque viniéramos de distintas partes del mundo, nos acostumbramos rápido unos a otros. Las influencias musicales eran similares y eso ayudó. Había química entre nosotros y podíamos sacar una canción rápidamente durante una prueba de sonido, lo que significa que tenemos entendimiento a nivel musical. Llevamos juntos una buena temporada y creo que eso es la muestra de que funcionamos bien”.
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