Riverside: el salto definitivo
Cuando Riverside comenzaban a despuntar en el año 2003, pocos imaginaban que una pequeña banda de progresivo salida de Polonia podía tener el menor de los impactos en el panorama musical. La determinación de Mariusz Duda llevó a que poco a poco el grupo consiguiese ubicarse en la escena, logrando el salto al colocarse por teloneros de la gira europea de Dream Theater del año 2007.
Cuando Riverside comenzaban a despuntar en el año 2003, pocos imaginaban que una pequeña banda de progresivo salida de Polonia podía tener el menor de los impactos en el panorama musical. La determinación de Mariusz Duda llevó a que poco a poco el grupo consiguiese ubicarse en la escena, logrando el salto al colocarse por teloneros de la gira europea de Dream Theater del año 2007. A partir de ahí, todo han sido pequeños pasos de gigante. «Anno Domini High Definition», «Shrine of New Generation Slaves» y ahora, en cuestión de días, «Love, Fear and the Time Machine». Impredecibles, musicalmente extraordinarios y aptos para paladar selecto, Riverside se enfrentan ahora al que probablemente es el disco más importante de toda su carrera. Esteban Portero habla con Mariusz telefónicamente para saber los detalles de la actualidad de la banda.
Habéis asegurado de manera insistente que los años 80 y 90 han sido especialmente importantes para la confección de este disco ¿por qué motivo?
«Los 80 fueron la época en la cual tuve mis primeras experiencias con la música. Es la década en la cual lo descubrí todo. Soy de la generación de las cintas de cassette y de los vinilos. Pensé que sería bueno dar ese toque personal al nuevo disco. Todos los miembros de la banda tenemos más o menos la misma edad de modo que pensamos que conectar los 80 y los 70 con la música de Riverside sería bueno.”
Generalmente, tan sólo hay una o dos canciones de cada disco que se quedan en mi cabeza durante todo el día. No obstante, en este disco hay muchas canciones que son memorables y que siguen resonando en tu cabeza después de escucharlas. ¿Habéis ido de manera consciente a por canciones agradables al oído en “Time Machine”?
«Los discos anteriores han tenido tonalidades bastante oscuras en muchos momentos. Este disco es algo así como la luz al final del túnel. Quería que las canciones tuviesen un trasfondo más positivo y creo que lo hemos conseguido.”
Poco a poco estáis perdiendo la agresividad que teníais en discos como “Anno Domini” . ¿Ya no os interesan las texturas de ese tipo?
“Bueno, en esta ocasión no tenía la energía para estar enfadado todo el tiempo. No tenía esos sentimientos por dentro. Este disco está mucho más centrado en mi lado cálido como compositor. Quizá podría hacer un disco de ese tipo pero no siento que sea necesario en este momento de mi vida.”
En ocasiones has dicho que no haríais nada que tuviese que ver con el hard rock. No obstante, el nuevo disco tiene muchos momentos que van en esa dirección, como el solo de “Under the Pillow”. ¿Estabais de cachondeo?
“Más que al Hard Rock, me refería a los sonidos de tinte más blues. No quería volver a tener ese sonido propio del rock clásico y de bandas como Deep Purple. Pero nunca dije que no íbamos a ir a experimentar con nuestras sonido más duro. No pasa nada por usar el pedal de distorsión de vez en cuando.”
Veo que el uso de la guitarra acústica también está muy presente en todo el disco. Incluso en las partes más intensas de canciones como “Saturate Me” la guitarra acústica se lleva gran parte del protagonismo.
“Mi idea con la música de la banda siempre ha sido la de conectar los años 80 con los 70 a la vez que ejecutamos nuestro propio estilo y le damos cierto toque folk al asunto. Creo que la guitarra acústica es muy buena para remarcar las melodías más folkies o más orientales de nuestra música.”
No sólo he observado partes de folk oriental sino que también he observado ciertas melodías irlandesas.
“Sí, todo forma parte de este rollo folk oriental. Folk oriental irlandés” (risas)
¿Qué conceptos o temas hay tras las canciones de este disco?
“Siempre tenemos algún tema a tratar en cada uno de nuestros discos. Creo que hay un punto en la vida en el cual tienes que tomar decisiones, y el disco trata sobre ese momento. La primera canción del disco se titula «Lost» y habla sobre ese momento en el cual te enfrentas a decisiones capaces de cambiarte la vida y como esas decisiones son capaces de hacer que te rompas la cabeza. Es una mezcla de excitación, ansiedad, felicidad y desconcierto. Por ejemplo, cuando vas a cambiarte de trabajo y no sabes si estás tomando la decisión correcta haciéndolo. O si vas a cambiar de país. Cuando te enfrentas a situaciones nuevas te sientes feliz de estar llevando a cabo cambios, estas excitado, pero por el otro lado te enfrentas a muchos miedos porque no sabes lo que te puedes encontrar”.
En esta ocasión habéis cuidado más que nunca el aspecto estético de la banda. Habéis renovado por completo toda la imaginería de la banda y los diseños. ¿Planeáis extrapolar esta renovación también a los shows en directo? Ya sabes, pantallas de video, proyecciones, etc.
“No estoy completamente seguro de si quiero tener una pantalla gigante de video detrás y tener que llevar todo el show coreografiado hasta el extremo para cazar la música con las proyecciones. De todos modos, estamos valorando todo tipo de ideas actualmente.”
Este disco es considerablemente más largo que los previos dos trabajos. No os apetecía ser concisos en esta ocasión? El timing es más cercanos a la trilogía “Reality Dream”.
“Éste es nuestro sexto disco así que pensamos que era el momento adecuado para hacer un disco de 60 minutos de duración. En serio. No recuerdo cuánto duró exactamente pero sé que el disco más largo que habíamos hecho hasta la fecha era “Second Life Syndrome” de modo que pensamos que quizá era el momento de hacer un disco largo nuevamente”.
“Creo que el disco funciona. Creo que se puede escuchar todas las canciones de principio a fin y no llega a aburrir.”
Este año actuasteis en el festival Be Prog My Friend de Barcelona ¿cómo lidiasteis con el calor a la hora que actuasteis?
“Creo que hacía demasiado calor. En ocasiones eso puede ser capaz de distraer a la gente y a nosotros mismos. Tuvimos que tocar con gafas de sol sobre el escenario y parecíamos los Blues Brothers en plena actuación. Al acabar el show nos hicimos una foto todos juntos y cuando la veo tenemos el aspecto de que estamos a punto de sufrir un infarto (risas)”
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.